Nada más llegar a la junta los adultos ordenaron a hacer el trabajo a los niños, o sea nosotros.
Se hallaban, además de nosotros tres, Renjun y Chenle, quienes le hacían compañía a Jisung ordenando varias mesas distribuidas alrededor del extenso patio.
Eran algo así como las siete, y apenas y si empezaba a oscurecer. Habíamos llegado una hora antes con la intención de hacer cosas de niños, comer y quizá jugar a algo, pero entre tantas tareas se nos hizo imposible.
Quise saludar a Jisung como siempre, de piquito y estrujándome contra mi cuerpo lo más posible diciéndole lo mucho que lo quería, pero se me interponían dos cosas grandes. La primera era que estábamos rodeados de gente y aunque todos (incluso los adultos) supieran qué clase de relación llevaba con Jisung, no me parecía ni siquiera gracioso que mi madre o la de Jisung nos encontrara a medio beso.
La segunda cosa ya era más personal y complicada.
¿Cómo era posible que siguiera dándole míseros piquitos a Jisung, después de quitarle la virginidad de labios? Es decir, ya le había metido la lengua hasta la garganta, ¿por qué debía cohibirme ahora? Ya hasta casi nos habíamos manoseado, así que saludarlo como lo hacía antes sería un gran retroceso. Más aún teniendo en cuenta que ya me había percatado de mis sentimientos.
No pensaba contarle a Jisung por nada en el mundo. Yo lo conocía perfectamente, así que sabía con seguridad que en cuanto dijera la primera palabra no querría volver a saber de mi, y eso me destrozaría en mil pedazos.
El plan en cual estaba pensando sería seguir así, como estábamos. Uno que otro beso por acá y por allá, pero nada serio. Tampoco como amigos con ventaja, eso sería muy oportunista e insensato de mi parte. Simplemente me dejaría estar por cuanto mi corazón lo aguantará y no me pidiera a gritos que me detuviera antes de acabar conmigo.
Ya que, al fin y al cabo, por ahora solo me decía eso con susurros. Habría que ver el resto de horas.
Seguimos ordenando hasta que fueron las ocho, donde ya el cielo se encontraba más oscuro. Sentí a mi madre llegar, a la lejanía, y con ese timbre también llegaron el resto de personas.
Se unió al grupo de los jóvenes Lucas, Jungwoo, Jaehyun, Taeil, Chaewon, Jisun, Jeno y Mark. También la novia de Mark había traído a su hermano, y por quien Haechan estaba fugazmente flechado.
Me acerqué a Heejin.
—¿Tu chico no viene?
—Al parecer no, tiene que cuidar a su hermana—formó un puchero.
Haechan llegó a nosotros dos.
—¿Acaso veo pena en ese bello rostro, Jinnie?—preguntó divertido.
Ella asintió y yo le acaricié el casco, tratando consolarla.
—¿Y...—comenzó Haechan, atrayéndonos más cerca de él y susurrando bajo—será posible que esa pena se vaya si consigo algo a lo que le decimos vodka?—movió las cejas y el rostro de Heejin se iluminó.
—Oye, idiota, estamos en la casa de Jisung, no podemos hacer un escándalo—le recriminé.
—¿Y ese vas a ser tú? Porque, que yo sepa, ni Heejin ni yo somos buenos para montar un show...
—¿Me crees un débil?—me estaba provocando y lo sabía, aunque decidí seguirle el juego por el simple hecho de que quizá el alcohol me quitara ese mal sabor que se mantenía en la boca de mi estómago.
—Solo hay una manera de comprobarlo...—me guiñó el ojo y no pude evitar reír ante su mueca.
—Bien, lo haremos. Solo que no sea por ahora, una vez el programa acabe nos podremos quedar acá afuera—Heejin explicó—. Pero tenemos que sacar una botella completa, como mínimo, sé que Jisun, Chaewon y Chenle igual querrán tomar.
—Es cuando entran mis queridos hyungs Jaehyun y Jungwoo—respondió.
—A Jungwoo podemos convencerlo, pero Jae será más difícil...—Heejin pensó.
—También está Taeil, Hae—lo codeé, moviéndole las cejas.
Se sonrojó enseguida siendo interrumpido por nuestra amiga.
—También Mark y Jiwoo, ellos ya son mayores. Puedo conversar con Jiwoo, parece ser agradable, del tipo que nos podría ayudar.
—Dejémoslo en eso hasta ahora, no pienso hablarle a Mark. Heejin tú le hablas a Jiwoo, Jaemin tú a Jaehyun y yo a Jungwoo—terminó.
—Bien—respondí—. Solo espero que Jisung no se entere...
—¿Y si se entera qué, hombre?
—Es verdad lo que dice Haechan, Jaemin. Se entere o no Jisung jamás te lo reclamaría, al contrario, apostaría a que haría lo necesario para ayudarte—Jin le dió la razón.
Yo tragué, nervioso... ¿Nervioso por qué? Ni idea.
—Mantendremos a Jisung como plan b, por ahora. Mientras, hay que seguir como si nada—terminó Hae y ambos asentimos.
El grupo se disolvió en lo que veíamos el monitor encender en el patio. Se reflejaba contra una pared blanca y plana, obteniendo una vista perfecta del canal donde transmitirían a mi suegro frustrado.
Reí sin poder evitarlo, acercándome a todos. A esta hora me ponía a pensar cualquier tontera.
Los adultos llegaron al patio, con sus copas y bandejas con aperitivos. Habíamos distribuido varios lugares en el patio, donde comer, donde asar la carne y donde sentarse a ver el espectáculo.
Habíamos colocado varios sofás alrededor del proyector, tendiendo también una extensa manta donde seguramente nos mandarían a los jóvenes a sentarnos.
Empezaron a acomodarse en los lugares, mientras que Park Hyunmin colocaba la carne previamente sazonada. Fui capaz de ver a Jisung, como todo el bebé regalón de papá que era, recibía un primer bocado de la carne ya lista. Lo vislumbre sonreír con ganas, dándole el visto bueno a su papá, quien río en consecuencia.
Me acerqué al proyector, saludando al resto del grupo.
Definitivamente sacarme a Jisung de la cabeza seria una tarea muy, pero que muy difícil. Y lo peor es que ni siquiera quería sacarlo de ahí... no aún.
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según yo la siguiente parte es fuerte(? kind of así que díganme enseguida si son cristianas o les gusta el fanservice (smut o lemon)
btw gracias por los +200 votos, aprecio mucho que lean esta ff uwu
