Hush➳JaeSung; NCT

xxii.

ADVERTENCIA.

Este capítulo contiene escenas explícitas, si no te gusta esta clase de contenido simplemente sáltalo. Si eres menor de edad y decides seguir leyendo, queda a tu criterio.

—¿Lo quieres?—pregunté luego de unos instantes, recobrando la compostura.

Bueno, si él lo pedía...

Empecé a acercarme a Jisung, quien retrocedió por inercia hasta chocar con la pared. Estaba nervioso, lo notaba por cómo su manzana subía y bajaba con rapidez, y sus ojos indagaban por mis hombros desnudos.

Uno de mis brazos fue a parar a la pared, arrinconándolo, mientras que mi mano libre se dirigía a su rostro. Empujé con mi dedo índice su mejilla, provocando que al fin que nuestros ojos chocaran.

Sellé mis ojos y dejé que la punta de mi nariz recorriera su rostro y cuello. Sentí como su labio inferior temblaba y no pude evitar lamer la comisura de estos.

—¿Esto es lo que quieres, Jisung?—susurré sobre sus labios.

Me aparté lentamente, abriendo los ojos y lográndolo visualizar. Sus ojos seguían sobre los míos, pero cristalizados gracias a mi repentina lejanía.

Sus ojos recorrieron mi cuerpo de arriba a abajo y asintió. Selló sus puños alrededor de mi cuello, sin apretar, y me atrajo devuelta hacia él.

—Tienes que decirlo, Jisunggie...

Aquello le molestó, lo logré entender en su tono de voz.

—Jaemin hyung, bésame. Y tan solo sigue, no te detengas.

Eso fue lo que comenzó el resto de la noche.

Solté una risa desde la garganta, dejando caer mi cabeza hacia atrás. No sabía cuánto tiempo había deseado escuchar eso.

Sin dejarlo entender me lancé sobre sus labios, asegurándome de apretar su cuerpo sobre la pared con mi cuerpo. Gimió sobre mis labios al sentir como mi lengua repasaba sus labios antes de hacerse camino a la suya. Hice todo lo que quise: lamí, chupé, mordisqueé. Apostaba que el tiempo podía pasar y yo no me aburría de sus labios.

Entreabrí mis ojos, contemplando a Jisung en el mejor estado posible. ¿Cómo podía hacer todas esas muecas y yo jamás me enteré?

Sus manos llegaron llegaron a mi cadera, donde sus dedos empezaron lentamente a delinear. Su palma tímida subía por mi abdomen, llegando a mis pectorales y volviendo a bajar, haciéndome derretir bajo su suave tacto.

Dos de sus dedos apretaron una de mis pezones y fue mi turno de gemir. ¡No lo pude evitar! ¿Correcto? Soy un débil, sobretodo si se trata de Jisung.

Parece que ese sonido le gustó, pues me separó ligeramente de él y se quedó estupefacto ante mi mirada. Mi ceño se frunció por reflejo, como si estuviera enojado.

Jisung sonrió de lado, encantado. Parece que mi gesto le puso, pues sentí algo duro chocar contra mi miembro (la cual ya estaba duro desde que comenzó a hablar).

Volví a gemir, bajando mis ojos y encontrándome con ambos bultos chocando por bajo la ropa. Subí mi mirada y lo observé sonreírme de la manera más dulce posible. Definitivamente le estaba gustando.

Sin perder sus ojos me froté contra él. Inicié con poco, un simple roce y su sonrisa se esfumó. Seguí aumentando la presión y repitiéndolo y lo oí gemir. Ese fue mi turno de sonreír. Me acerqué a su cuello, donde me decidí a dejar un chupón a la par que mi mano llegaba al miembro de Jisung.