Hush➳JaeSung; NCT

xi.

Al día siguiente desperté más alegre de lo usual, y eso se debía especialmente a que Jisung había dormido conmigo... Bueno, yo había dormido con él, puesto que era su casa, pero la situación se entiende.

Entreabrí los ojos visualizando a Jisung justo a mi lado, sonreí sin poder evitarlo y lo abracé por la espalda, rodeándolo con mis brazos y piernas y reposando mi cabeza sobre su hombro con la intención de seguir durmiendo.

Mi plan no resultó, para variar, ya que en un dos por tres un portazo hizo despertar a Jisung de un solo golpe. Yo no me alcancé a sobresaltar, quería seguir durmiendo así que simplemente me dejé estar sin siquiera moverme.

—¡Park Jisung!

Era Chenle.

—¡Chenle!—gritó en un susurro, alejándose de mí y sentándose en el colchón, o eso supuse ya que yo seguía durmiendo falsamente.

—¿Por qué sigues durmiendo hasta esta hora?

—¿Y tu qué haces aquí?

—¡Oye, más respeto! Tu mamá me dejó pasar, además necesito un favor.

—¿Disculpa?

—Que sí—lo imaginé gesticular con sus manos—. Me compré ropa por internet, de esta modificada, esas prendas únicas.

—Ya... ¿y?—lo animó a continuar.

—Qué soy chino y además tengo dinero. ¿Sabes que significa eso, Park Jisung?

Me quería reír, Chenle era tan divertido para hablar que se me dificultó la tarea de mi actuación.

—No.

—¡Que soy un imán para los estafadores! Es decir, la gente me debe considerar un turista, y los turistas tienen fama de ser muy fácil engañados.

—No entiendo donde entro yo. Tu dejaste de ser turista hace muchos años ya, seguramente sabes cuál precio corresponde. Ya, tan solo déjame seguir durmiendo—sentí como la sábana se elevaba y supuse que hacía amago de volver a acostarse.

—Los demás no van a pensar tan así... Bueno, el tema aquí es que tú me vas a acompañar, Park Jisung. Tu mamá me dejó llevarte conmigo así que no tienes opción. Ya, partiste—sentí como jaló de su cuerpo hasta que finalmente lo levantó del colchón—. ¿Estabas desnudo cuando yo llegué?

—Claro que no, ¿cual es tu problema? Simplemente dormí sin camiseta, hacía calor y Jaemin hyung me abrazaba mucho. Era como dormir a las puertas del infierno.

—Tampoco me cuentes tu vida. Apúrate.

Imaginé que Jisung rodaba los ojos y finalmente accedía. Sentí a ambos removerse por la habitación, escuché cajones y la puerta del armario.

Volví a sentir peso sobre el colchón y supuse que se estaba colocando calcetines.

—¿Vas a despertar a Jaemin o lo hago yo? Para que nos acompañe—preguntó el anaranjado Chenle.

Hubo unos cuantos segundos de silencio donde alcancé a escuchar un suspiro por parte de Jisung.

—No es necesario. Le dejaré dormir un rato más. ¿Nos demoraremos poco, no?

—Claro.

—Entonces vamos.

Acto seguido los sentí abandonar. Suspiré contra la almohada. Todo mi plan de pasar con Jisung el resto del día se había ido a la basura sin intentarlo siquiera. Y ahora sin Jisung no me daban ganas de seguir durmiendo.

Me resigné, así que simplemente me levanté con toda la pereza del mundo y estiré un poco la cama. Me acerqué al armario de Jisung y alcancé una camiseta de béisbol. Había dormido con los mismos shorts con los que había llegado, así que ni siquiera me molesté en cambiarlos.