—¿Qué es todo esto?—
Nes miraba con una gran sonrisa la habitación que antes estaba vacía y que ahora tenía muchísimas cosas de chicas.
—Tu propio salón de belleza y segunda sorpresa del día— corrió hacia mí y la alcé en mis brazos dando vueltas con ella en el aire
—¡Me encanta!— su sonrisa le llegaba a los ojos, la bajé y deposité un beso en su frente.
—Vale, ahora Irina y Marisa te arreglarán para la próxima sorpresa, aún quedan muchas horas del día y quiero que lo disfrutes al máximo— me incliné y acerqué a su oído para que solo ella lo escuche —Tómalo como un descanso porque mañana no saldremos de la habitación— dejé un beso rápido en el hueco de su cuello y me separé antes de que Teodoro reaccionara al amor de su vagina.
—Vuela sesos— tiró de mi cabello y volví a acercarme a su cuerpo
—Dime— me incliné y rosé nuestros labios, de reojo pude ver como nuestros hijos miraban con asombro todo y como nuestra pequeña Elf yacía dormida en los brazos de Marisa.
—Promete que no haces esto como despedida— ¿Quién rayos la hizo creer eso?
—¿Por qué piensas eso?— me separé y la miré a los ojos, la felicidad de hace algunos segundos ya no estaba y la tristeza embargaba sus ojos.
—Tengo mis razones, dijiste que los matarias y eso solo significa tragedias— Meneé la cabeza y acaricié su bello rostro. Lo que menos haría sería irme y dejarla sola con nuestros hijos.
—Eso no pasará, no me iré nunca y aunque lo hiciera siempre me vas a tener para joderte la vida cielo, recuerda... Las armas en algún momento se quedan sin balas y por esa razón siempre tenemos un cuchillo bajo la manga— cerré mis ojos y aspiré de su delicioso perfume.
—Te amo— su voz sonó quebrada y fue como si me hubiese enterrado una daga al pecho.
—Y yo a tí preciosa, ahora bésame, sonríe y disfruta de tu día especial— la besé y apreté su trasero, si iba a tener que esperar hasta mañana sería mejor que me lleve el recuerdo de su trasero conmigo o tendría problemas para concentrarme el resto del día.
Cortó el beso, acarició mi barbilla y me sonrió con picardía
—Camina lo más sexy que puedas vuela sesos, quiero ver ese trasero en acción— enarqué una ceja y solté una risilla.
—Me gusta este lado tuyo, nena— le robé un beso y salí de allí llevándome a mis hijos conmigo y dejando a las mujeres disfrutar de su día de belleza.
—Pa ¿Por qué mamá te dice Adonis y no papá?— Junior soltó una carcajada pero la supo disimular con una tos falsa
—Porque yo soy su padre no el de ella, ella es mi esposa y su madre— ambos asintieron
—Aunque si me molaría mucho que me dijera papi— Junior me dio un codazo y Jort soltó una carcajada.—Es mejor Daddy, es mas satisfactorio y más cuando la mujer está atada a la cama— los ojos se Jort parecían encenderse y no dejaba de relamerce los labios
—¿Por qué atarías a alguien a la cama tío?— preguntó Princesa. Miré mal a Jort y este se encogió de hombros
—Tu papi te responderá sobrina, yo me voy a...— miró hacia todos lados buscando una buena excusa —... a cambiarle el pañal a Elf— me la quitó de los brazos y salió pitando lejos de nosotros.
Miré a Junior y él, cuidadoso de no hacer ruido, había comenzado a retroceder y a alejarse.
—Traidor— murmuré, soltó una carcajada y se fue, dejándome solo con mis hijos que ahora me miraban atentos a la espera de una respuesta. —Su tío solo decía tonterías niños, no le hagan caso y no le hablen de esto a su madre o me castrará— ambos intercambiaron miradas entre ellos
—¿Qué es castrar?— bufé. Yo solo me mando al frente.
—Es cuando se quita los órganos genitales— les expliqué con la esperanza de que allí terminara su ruleta de preguntas pero me equivoqué.
—¿Qué es un órgano genital?— suspiré, Nes definitivamente va a castrarme luego de esto.
—Es por donde hacemos pipí— les respondí y ambos asintieron conformes con mis respuestas
—Pa ¿Qué pasaría si...
—Ya basta de preguntas hijos, miren la TV— les pasé el control remoto y ambos sonrieron y se sentaron en los sofás de la sala a mirar la Televisión.
—Pa— no escuché el ruido de la TV ni presté mucha atención, abrí la nevera y saqué algo de jugo.
—¿Qué, hijo?— pregunté dándoles la espalda. Espero que no sea otra pregunta porque ya no se me ocurren excusas para inventar
—¿Por qué esa chica está desnuda y salta sobre ese
señor?— corrí y apagué la TV.—¡Joder!— grité molesto y lancé el control sobre el sillón
¿Por qué todo me sale mal cuando se trata de ellos?
—Lo siento amores, no deben ver esas cosas— suspiré aliviado cuando no hicieron preguntas, me tomé el jugo y les preparé la merienda.
Acaricié el cabello de Princesa y comencé a peinarlo mientras que ella se tomaba su vaso de yogurt y comía galletitas junto a su hermano.
—¡Ay!— gritó y se alejó
—Lo siento, tenías un nudo— hizo una mueca
—Mamá me lo cepilla antes— asentí. Salí de la cocina y me dirigí al baño. Tomé uno de los cepillos para el cabello y volví a la cocina. —Ese no es mío— dijo y se llevó otra galletita a la boca
—Es lo mismo hija— traté de peinarla pero me movió la cabeza
—No, mamá siempre me peina con el cepillo de las princesas, ella dice que soy hermosa como ellas y quiero ese— es solo un cepillo, nunca voy a entender a las mujeres
ESTÁS LEYENDO
Adonis
RomanceA veces es difícil soñar y no hacerlo con las mismas pesadillas que te atrapan desde lo más profundo de tu interior. Lo único bueno de soñar es que mi cielo está a mi lado para despertarme y hacerme uno que otro chupetón para relajarme y asegurarme...