Siento el peso del arma en mis manos, la siento diferente, se resbala de entre mis dedos, me molesta y lucho por sostenerla.
Los niños y Nes corren a abrazarme, el arma se vuelve más pesada cuando cargo a Princesa y a Jacobo en mis brazos, Nes me sonríe, besa mi mejilla y toma el arma con facilidad.
-Ya no la necesitamos- susurra al besarme. Cierro mis ojos y al abrirlos estamos en la casa, el atardecer naranja decora el cielo y los niños corren y juegan con su primo y tíos.
Nes le enseña a caminar a nuestra hija y el arma está una vez más en mis manos.
-Tío ya no la necesitas- oigo a Junior decir e Irina sale de la casa con un bebé en sus brazos. -Somos una familia, estamos seguros- me sonríe y yo a él.
Veo el arma y de repente no soy el único que la está tomando, mis hermanos, todos ellos están aquí y la toman conmigo.
Jort y Xavier están entre ellos y todos me sonríen.
-Ya no estamos aquí- oigo decir a West que se ve borroso al igual que East y South pero yo sé que son ellos aunque no los vea con claridad.
-No les haremos daño- promete East y él y West estiran el arma en su dirección.
-Amalos, ya no hay nadie que los lastime- South mira detrás de mi y sonríe al ver a Nes. Él tiene un pequeño bebé en sus brazos y jala el arma.
Xavier, Jort y yo la soltamos y los cuatro desaparecen.
-Ya los oíste- Xavier y Jort se ven con claridad -Vamos amar a nuestra familia- dice antes de correr hacia Destiny, alzarla y dar vueltas con ella en el pasto.
Jort se queda parado junto a mí con sus manos en los pantalones.
-Vamos, el peso del arma ya no está en nuestras manos- dice y la oficial se lo lleva con él.
-Vuela sesos- sonrío por el apodo -¿Vienes a jugar?- pregunta el amor de mi vida y sin poder evitarlo echo una última mirada hacia atrás asegurándome de que no vuelvan y corro hacia ella...
-¡Adonis, despierta!- Nes me sacudió y yo la abracé como cada mañana luego de despertarme de las pesadillas. -Es un mal sueño, no es real- me prometió y después de tanto tiempo sin sonreír luego de despertar, me reí y la abracé.
-Preciosa, esta vez no fue una pesadilla- la levanté y senté sobre mi torso aferrándome a su trasero con ambas manos abiertas y redondeando la curvatura de sus nalgas.
-¿Y tus palabras? Te oí mencionar a South- susurró con la voz apagada y recordé el sueño y a South con el bebé en sus brazos.
-No te preocupes por mis sueños Nes- jugué con un rulo travieso de su cabello -Hoy fue diferente- le sonreí y ella a mí.
Llegamos a creer que las pesadillas no se irían nunca. Las suyas aparecían en cada embarazo y las mías...estás no parecían irse o cambiar, al menos hasta el día de hoy.
-¿Qué soñaste, mi vuela sesos?- recostó su cabeza en mi pecho y acarició mis brazos mientras esperaba a que le contara.
-Contigo, con nuestros hijos, con la familia y con mis hermanos- dije con cuidado eso último y por un instante sus caricias a mis brazos pararon y luego siguieron. -Vi a tu bebé- susurré y yo le acaricié el cabello y los brazos a ella dejando su trasero quieto para consentirla.
-Él está bien- le prometí.Sé que puede ser tonto decirle eso únicamente confiando en un sueño que tal vez no signifique nada, pero para ella que a sufrido tanto y que ama con locura a los niños es importante.
ESTÁS LEYENDO
Adonis
RomanceA veces es difícil soñar y no hacerlo con las mismas pesadillas que te atrapan desde lo más profundo de tu interior. Lo único bueno de soñar es que mi cielo está a mi lado para despertarme y hacerme uno que otro chupetón para relajarme y asegurarme...