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La máquina conectada a mi brazo pitaba muy rápido cada vez que yo le hacía caras a Elf y reía por sus caritas. Mi hermosa hija yacía en mis brazos sonriendo y jugando conmigo.

Adonis nos miraba sonriente mientras buscaba caballos por internet ya que nuestra hija había dicho su primer palabra y Adonis por alguna extraña razón le prometió un pony el cual ella tardará años en montar.

-Tridora, tú eres de mamá,naciste de mamá, debías decir mamá, no papá, papá no se compara con mamá, mamá es linda y te da besos en la pancita, dime cariño ¿Papá hace eso?- moví la mano de mi niña en la dirección de Adonis y él nos sacó la lengua

-Yo si le doy besos en la panza y se la pasa genial conmigo-se quejó Adonis

-Pues yo nunca te e visto- le saqué la lengua y me lo quedé viendo, cada día me enamoro más y pensar que lo odiaba.

-Pues porque siempre te muerdes los labios y te quedas hipnotizada al verme- me sonrió y se acercó -¿O no?- pestañé varias veces al verlo tan cerca, lo había escuchado e incluso sabía lo que me dijo pero me costaba procesar las cosas cuando lo tengo así de cerca.

-¿Qué decías? Es que me distraje por tanta sensualidad- bromeé y lo atraje aún más cerca.

-¿Ves? Nunca me escuchas, eres la peor y más sexy esposa del mundo- se acercó peligrosamente a mi boca.

-Nena deja de morderte los labios, no es a mí al que miras- Adonis gruñó molesto y se giró en dirección a Jort que nos miraba.

-Largate Jort, momento en familia- se quejó Adonis y Elf le tomó la mano.

-Sí, ya veo. Ahora hablemos en familia- dijo Jort mirándome acusatoriamente
-Yo empiezo.- Jaló una de las sillas hasta donde él estaba parado cerca de la puerta y se sentó -No soy tu enemigo Nes pero no participaré en tu
muerte- imbécil, le dejé muy en claro que no debía decir nada.

Adonis no tardó en girarse en mi dirección. -¿Cómo que en tu muerte? ¿De qué mierda hablas Jort?-Adonis cerró sus manos en puños y Elf gritó y comenzó a llorar.

-¡Adonis su mano!- grité y le hice soltarla -Ya mi amor no llores- le revisé y besé la manito a mi pequeña pero ella no dejaba de llorar a todo pulmón.

-Joder, lo siento mi amor- Adonis la tomó y la acunó en sus brazos hasta que se calmó un poco y entre los dos la hacíamos reír.

-Jort sal- le pedí mirándolo fijamente y con tristeza en mis ojos para que se diera cuenta de que no era buena idea decir nada, Adonis no puede enterarse de lo que hablamos y él lo sabe.

-No- dijo.

-Jort sal, no estoy para
bromas- le advirtió Adonis aún acariciando las manitos de nuestra hija.

-Ni yo ¿Acaso viste los documentos de tus hijos? ¿No te pareció raro que tuvieran mi apellido?- El rostro de Adonis palideceó y me miró en busca de respuestas.

-¿De qué habla Nes?- miré con odio a Jort y tomándome de la barbilla Adonis me obligó a verlo a los ojos -Mirame a mí- bajé la mirada y guardé silencio.

-Jort habla.- Adonis en ningún momento apartó sus ojos de mí y eso me dolió pues nunca creí que iba a mirarme de esa forma, ni siquiera cuando él era mi secuestrador me miró así, tan decepcionado o triste como ahora.

-Yo no lo voy a hacer, ella te explicará, tal parece yo soy el esposo y tú el amante, yo no tengo nada que
explicarte, a mí me obligaron a casarme no a tí primo- dijo y con eso salió llevándose a Elf de mis brazos.

-Amor puedo explicarlo.- me ignoró y tomó mi bolso del mueble, abrió mi billetera y sacó los documentos de nuestros hijos.

-¿Por qué Nes? ¿Acaso mis hijos son suyos y no lo sabía?- su mirada me dolía más que mil dagas.

AdonisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora