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Adonis=

-¡Jort da la vuelta!-

Las caderas de la pelinegra seguíeron moviéndose frente a mí, sus ojos oscuros no se despegaban de lo míos, había electricidad en aire, ambos podíamos sentirlo. Ella acercó su rostro a mi pecho y con su boca se desizo de cada uno de mis botones,me permitió acariciar con suavidad sus muslos y la atraje hacía mí. La quería cerca, no quería volver a estar lejos de ella.

-Te amo- susurré en su oído
-Eres la mujer más hermosa que he conocido- la senté en mis piernas. El calor en la habitación era cada vez más pesado, el sudor caía por nuestras frentes, quería desvestirla pero ella no me dejaba, tampoco me permitía tocarla más allá de su ropa.

-El pago es por adelantado, cariño. Sin dinero no hay diversión- se bajó de mis piernas y recogió sus cosas del suelo.

-¡JORT DA LA MALDITA VUELTA!-

Corrí tras mi esposa y la abracé por la espalda.

-No eres una prostituta- le besé el cuello y corrí su cabello -Este cuello sólo a sido besado por mí- bajé un poco mis manos y las llevé hacia adelante. Apreté los bultos en sus pechos y la pegué más a mi cuerpo. -Estos pechos sólo yo los he probado-

-¡Jort se llevaron a Nes!¡Debemos ir al fragata, ahora!-

Bajé aún más mis manos y las metí entre sus piernas, ella las cerró y se giró. Sus ojos brillaron con maldad, con odio y desagrado. Se acercó a mí de manera peligrosa y me dió palmadas en la mejilla.

-No eres el único secuestrador del que me he enamorado, eres el primero pero no serás el último. Vidson es mejor y me gusta prostituirme....

-¡Adonis despierta!-abrí los ojos y fuí a parar contra el espejo.
El auto estaba dando la vuelta, mi vista estaba borrosa, mis ojos no lograban enfocarse y algo mojado se deslizaba por mi mejilla.

-¿Qué pasó?- mi voz salió ahogada, tenía un nudo en la garganta y en el estómago, me pasé la mano por los ojos y descubrí que no era sudor lo que mojaba mis mejillas, estaba llorando y las jodidas y saladas lágrimas no dejaban de arruinar mi actitud de chico malo y si con eso no bastara mi voz no funcionaba y Jort lo notó.

-La encontraremos- me alentó. Me pasé una vez más las manos por los ojos y miré por la ventana. Estábamos volviendo por dónde vinimos

-¿Por...-me aclaré la voz y lo volví a intentar -¿Por qué volvemos? Aún no rescatamos a Nes. Jort da la vuelta, ya falta poco- le ordené.

-Cambio de planes, nos vestiremos de gala y acudiremos a una subasta- lo miré esperando que fuera un pésima broma, algo así como en el día de los inocentes.

-¿Subasta?- mi voz fue bajando con cada letra de la palabra y mi corazón y orgullo decayó cuando más lágrimas recorrieron mis ojos.

-Mis compañeros me informaron hace tan solo unos minutos.- habló Marisa -Están preparando sus atuendos, se supone que llegaremos para cuando comience y los tres apostaremos y trataremos de comprarla-sonaba muy confiada pero yo estuve en ese tipo de lugar y no es tan fácil.

-No podremos entrar, necesitamos ser millonarios y yo estoy muerto y Jort quedó de por vida exiliado de ese grupo- les informé.

AdonisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora