Bajé del auto, mirando solo una vez hacia las rejas de la mansión de mis padres, con todos los periodistas allí, llamando y esperando que yo diera mi declaración. No pasaría aun. No hasta que hablara muy seriamente con alguien.
Seguí de largo, ignorándolos y tocando el timbre de la casa. Abrió uno de los empleados de mis padres.
--¿La rata de Francisco?--amedrentado, me señaló el interior, hacia la sala--gracias--
Pasé de largo a mis padres y al resto de sirvientes, llegando hasta el, donde mantenía una charla por vídeo llamada con uno de sus amigos, carcajeándose y bebiendo un vaso de whisky.
--A ti te quería encontrar--tiré de el, empujándolo contra la puerta de vidrio del patio.
Mis padres gritaron y la copa que tenía en mano, se quebró en el suelo
--Si no lo entiendes por las buenas tendrá que ser por las malas--miré a mis padres--Francisco salió bruto. Les hice un favor--
--Charles, así no-gimió mi madre, mientras yo lo apretaba del cuello y el gruñía casi sin aire
--Si se mete con Marian se mete conmigo--volví a verlo--y este hijo de puta la cagó--lo golpeé en la cara
--Suéltame. Piedad--la nariz comenzó a sangrarle.
--¡¿Pides piedad?! Tu no conoces lo qué es eso--grité--no seas doble cara, Francisco--
--Charles--mi padre puso una mano sobre mis hombros.
Me solté, afirmando más el agarre. Francisco comenzó a ponerse morado
--¡Basta! Lo vas a matar--ordenó--¡¡Charles!!--lo solté, y el cayó al suelo, tosiendo y luchando por respirar.
Papá lo ayudó.
--eres un maldito gusano. Un desgraciado--permaneció en el suelo, semi inconsciente.
--Me voy a vengar--balbuceó.
--No te metas conmigo. Te voy a hundir. Mi abogado se encargará. Jamás vuelvas a referirte a Marian de esa forma. Y menos, vuelvas a ponerle una mano encima, o esta vez no te soltaré el cuello--
Mamá me tomó de los brazos.
--Cielo, por favor. No más peleas--
--cállate--ordené en voz baja.
Uno de los del servicio le trajo un vaso de agua a mi padre para pasárselo a mi tío. Me alejé de allí, apretando los puños, y con mi madre detrás. Ya estaba harto de que no dejaran a Marian en paz.
--Los golpes no resuelven nada--dijo a mis espaldas.
--¿Y me quedo callado entonces? No sabes las cochinadas que ha dicho de ella, no sabes lo que dijo esta mañana en los periódicos--
--Sé lo qué ha dicho--volteé a verla--tu padre trató de impedirlo pero no pudo. Después de la fiesta el se marchó, volvió hace poco. Vimos los titulares--
--¿Y así esperas que no haga nada?--protesté--no voy a permitir que la calumnien, y menos que el la acose. He visto como lo ha hecho con otras mujeres. ¡Con ella no!--
--pero no a los golpes. Olvidas que es familia--chasqueé la lengua, asqueado.
--El no es de mi familia. No cuando se comporte como una mierda. Y menos, cuando Marian es mi novia. Y por si te lo estás preguntando. Si. La prefiero a ella antes que a el--miré como el trataba de sentarse y bebía el agua a pequeños sorbos, ayudado por papá--pasaré por ti a la una para ir a almorzar. Tengo unos pendientes qué hacer antes--afirmó a regañadientes
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POR SIEMPRE MÍA. L2 DE LA SERIE "SIN ESPERARTE"
Lãng mạn¡Se fue! Así sin más. Hace dos meses. Cuando más convencido de tenerla en mis brazos estaba. Desde entonces, mi vida ha quedado sumida en la oscuridad y el dolor. Una que ya he sentido antes, una que conozco bien. Pero tambien una que toleraré solo...