POR SIEMPRE MÍA. L2 DE LA SERIE "SIN ESPERARTE"

CAPITULO 45:

Mientras ella se daba el baño completo, yo llamé desde el cuarto a mis padres y a Catalina, para saber si me ayudarían dando su declaración de lo ocurrido en acción de gracias. Sin dudarlo dos segundos, respondieron afirmativamente. Y cuando colgaba con mi prima, Arthur me llamó, para informarme que estaba radicada la demanda, adjuntadas las pruebas con una colega del juzgado, y que hoy mismo lo capturarían por el delito de calumnia y uso de información privada sin consentimiento. Sonreí satisfecho.

Las cosas empezaban a mejorar.

Cuando guardaba el móvil, la puerta del baño se abrió, con Marian en bata de baño, el cabello húmedo suelto. Y el semblante bastante triste.

--Ey. ¿Te sientes mejor?—negó.

--estuve... estuve pensando mucho las cosas—balbuceó

Temí que dijera lo que yo pensaba justo ahora.

--No irás a irte. ¿O sí?—me miró de lleno, en silencio, y con eso lo entendí—no puedes irte—le tomé las manos.

--es... es porque busco que dejen de hablar de ti—negué.

--Ya te he dicho que esas cosas no importan—

--¿Qué no has visto lo que dicen los periodistas?—alzó la voz y vi las lágrimas en su rostro—por mi culpa están dejando tu reputación por el suelo. Nadie va a querer contratarte porque dirán que tienes una novia ladrona—

--Marian...—

--Porque eso es lo que soy—

--Ey, no lo eres—la tomé de las mejillas—tu no hiciste nada. Tú no fuiste una ladrona—

--¿entonces cómo te explicas que esa cadena acabara allí?—

--¿tú misma piensas de ti que le robaste?—negó— ¡¿entonces porque te echas la culpa de algo que no hiciste?! ¿Solo para que dejen de hablar?—

--Si asumo toda la culpa, al final se cansarán, yo me alejaré de tu vida, y dejarán de fastidiarte a ti—

No dejé que se alejara de mí, tirando de sus brazos y sujetándola de la mejilla.

--Sí. ¿Y entonces si Francisco testifica en los juzgados en tu contra, tú irás a prisión porque él lo dijo y debe ser ley? Quiérete un poquito al menos. No te eches culpas que no tienes—exhalé de forma ruidosa—y tampoco vas a irte de aquí—

--Si—afirmó—si lo voy a hacer—negué.

--No lo vas a hacer porque yo no pienso permitirlo—

--Es por el bien de los dos. ¿No lo entiendes?—

--¿por el bien de los dos o por el bien de la opinión pública? Porque sabes que no es en beneficio de ninguno de los dos, que tú te alejes. Tú te vas con el corazón roto, y dime yo como quedo—me miró con los ojos llenos de lágrimas—mi mundo entero eres tú. Lo único que necesito en esta vida para ser feliz. Dime como quedaré yo si tú te vas—

--Solo te causo problemas. A estas alturas hasta tu familia debe odiarme. Soy mala influencia para Julieta—

Me enfurecí.

--El único problema que tengo en mi vida es el no poder matar a mi tío. El resto de problemas se pueden ir por el desagüe—alcé las manos al cielo— ¿Qué parte no quieres entender que te quiero conmigo toda la vida?—rompió a llorar—ven aquí—la abracé contra mí—no puedes huir cada vez que la situación se vuelva un ocho. ¿O es que acaso te importamos tan poquito?—negó.

--Julieta y tu son lo más valioso que tengo en la vida—la tomé de las mejillas

--entonces deja de decir estupideces. Mejor influencia para Julieta no pudiste ser tú. Hace un año por estas fechas, mi hija no se aguantaba ni a sí misma. Ahora cuando los de cocina no están, ella lava sus propios platos del desayuno, gana todas sus materias, dice por favor y gracias. Se volvió tierna. Y es gracias a ti, cariño. Y de parte mía, los periodistas pueden irse al infierno si les place. Que inventen la mierda que les venga en gana. Yo solo te quiero a ti. Aquí, en casa, en mi vida. No te vayas—no dijo nada, y solo se abrazó a mí, llorando como si fuese el fin del mundo—te amo como nunca amé a nadie. Te necesito aquí—