CAPITULO 16:

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El lunes en la mañana llegó. Y con un diluvio desde la madrugada. Tenía reunión con mi abogado para hablar de la señorita Monroe, y mi padre me acompañaba. Ordenes de mamá. Sabían lo engorroso que era aguantar a esa empleada en casa, incluso fastidiando a Marian, y cuando se enteraron del chantaje, regresaron de su viaje, y Azucena como siempre, obligó a papá a ir conmigo... para llevarle el chisme completo.

Cuando salía de mi despacho, esa mañana, con un paraguas grande en mano, para no mojar el traje, el cuarto de Marian se abría de golpe, mientras ella se recogía el cabello, encaminándose al de mi hija.


FLASHBACK:

--buen día—pasó por mi lado, apurada, solo llevando la bata de baño.

--demonios, se me fue el tiempo—me miró solo una vez—vamos a llegar tarde—miré el reloj que marcaba las siete y cuarenta minutos.

--soñando de nuevo conmigo, no querías despertar—abrió la puerta.

--Ahora no estoy para bromas, Charles—entró a la habitación—Juli, date prisa, nos cogió el día, vamos a llegar tarde—me asomé.

--las llevaría, pero tengo una reunión importante—la pequeña se desembarazó de las mantas, con demasiada pereza.

Y la entendía. Con esta tormenta solo daban ganas de quedarse a dormir en casa.

--No pasa nada. Ve. Pediremos un taxi y nos las apañaremos—

--¿ves lo que pasa cuando me pides que Pablo no las lleve?—afirmó a regañadientes volviendo a entrar en su cuarto—me avisas cuando estén en la escuela—se encerró.

Bajé las escaleras, y Roberto, tomaba un té caliente, abrigándose del frio.

--Buenos días, señor—

--Buen día, Roberto. Yo tengo que irme temprano al trabajo, pero ahí quedan Marian y Julieta, que se les pasó el tiempo. Pídeles un taxi de confianza, y avísame cuando se vayan en él, sanas y salvas—

--Lo haré, señor. No se preocupe. Cuidado con la lluvia, dicen que las calles están algo congestionadas y hay muchos accidentes—

--Lo tendré en cuenta. Gracias—me puse el abrigo largo, saliendo con la sombrilla.

FIN DEL FLASHBACK


Ahora, casi a las ocho treinta, y ya en la oficina, papá y yo, esperábamos la llegada de Arthur. Roberto me había escrito el mensaje, incluso dándome las placas del automóvil. Ellas iban a salvo, para la escuela.

--entonces... ¿Cómo dices que se llama la empleada de la casa, de la que vas a hablar con tu abogado?—miré las copias del contrato que tenía de ella.

--Triana Monroe. Una maldita descarada—

--tu madre dice que es detestable—reí entre dientes.

--para mamá, cualquier mujer que no sea Marian es detestable. Y más si es pelirroja—

--le recuerdan a mi ex novia—se burló papá—lo que no entiendo, es que si desde el primer momento de la entrevista, te dio mala espina, ¿Por qué la terminaste contratando?—

--vigilancia, papá. Quería vigilar a su novio—me miró con fijeza, esperando a que le diera el por qué— ¿Qué?—dejé los papeles en la mesa.

--que necesito el chisme completo para tu madre. ¿Porque vigilas al novio?—

--si lo cuento, Marian no puede saber que ustedes lo saben—aguardó—el novio de esa chica, es el ex de Marian. Quiero vigilarlo. Ellos terminaron... en malos términos. No lo quiero cerca de mi chica—mi móvil timbró en la mesa.

POR SIEMPRE MÍA. L2 DE LA SERIE "SIN ESPERARTE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora