Casi que el pobre chico tenía ganas de regresar el tiempo atrás mágicamente para pensársela dos veces antes de ofrecerle a SeokJin recogerlo de su casa para ir al centro comercial juntos. Juraba por dios que en algún momento sería capaz de salir corriendo hacia la cafetería en donde acordaron encontrarse con JungKook y TaeHyung sólo para dejar de escuchar sus estúpidas charlas en donde el 90% de las veces hablaba en completa soledad, pues vagamente le prestaba atención.
- ¡No entiendo por qué los perfumes deben tener un género impuesto! Cuando estaba en la sección de perfumes para mujer, encontré uno que olía riquísimo y quise llevármelo, pero cuando una empleada se acerca a mí, me pregunta si es para mi novia ¡Ahora soy un princeso por preferir olores más dulces! Encima con la jeta bien puesta me dice que es raro que un hombre lo quiera usar ¡Acabé comprándome dos por mis huevos y la obligué a darme un vuelto de cuarenta y cinco centavos! -las llamas en sus ojos se veían arder como si estuviese volviendo a vivir la misma situación dentro de su mente.- Necesito unirme a alguna marcha contra la violencia de género.
- Eso ni siquiera se puede considerar violencia de género -el rubio se frotó la frente con frustración.- ¿Acaso vas a armar una protesta en frente de la perfumería gritándoles a los cuatro vientos que quieres que despidan a esa chica por tener muchos "estereotipos sexistas" hasta que llamen a la policía?
- No... ¡Pero ya califiqué su tienda por internet con una sola estrella y les adjunté una reseña muy negativa para que se enteren de con quién se están metiendo!
- Estoy seguro de que nadie más a parte de ti ha leído esa reseña -rodó los ojos.
- ¡Chicos! -oyeron la voz del castaño a lo lejos.- ¡Aquí! -sacudió una mano para llamar su atención, encontrándose al lado de JungKook y esperando por ellos en frente de la cafetería.
Ambos mayores aceleraron el paso y apenas se encontraron de frente iban a saludarlos como de costumbre... De no ser por un pequeño detalle que los dejó con las palabras en la boca. Literal pequeño.
Un rubiecito se dejó ver de detrás de su hermano menor junto a una expresión completamente seria, aunque para nada intimidante se veía al traer un gorro negro de invierno con un enorme pompón y unas gafas muy redondas. SeokJin y YoonGi se extrañaron, rara vez veían a JiMin ya que ni siquiera iban a la misma escuela, y mucho menos TaeHyung lo traía con sí en sus salidas.- Hoy... Minnie nos estará acompañando ¿N-No les molesta? -dijo el castaño con cierto nerviosismo, algo extraño estaba pasando.
- ¡Claro que no! Siempre es un gusto verte, JiMinnie -saludó SeokJin de lo más normal.- ¿Cómo estás? Hace mucho que no te veíamos.
JiMin tan sólo se limitó a fruncir el ceño y volver a colocarse detrás de TaeHyung con completo rechazo hacia el mayor, quien hizo un puchero al no recibir aunque sea un poco de amabilidad de vuelta. Ya se habían olvidado del por qué casi nunca lo veían, pues el rubiecito evitaba a los amigos de su hermano a toda costa.
- ¿Para qué lo trajiste? -preguntó YoonGi.
- Eso es...
- Vine a la fuerza -respondió al instante.- Para vigilarlo.
- No necesitamos a un mocoso estorbando.
- ¡No te incumbe lo que haga o deje de hacer con mi hermano! Ni siquiera van a notar mi presencia.
- ¿Lo dices por tu altura de Minion? -sonrió burlón, notando como la cara del menor se deformaba a una de completa rabia. Poco se sabía acerca del irritante hermano de TaeHyung, pero lo que si estaba muy en claro es que odiaba con toda su alma que la gente le destacara que tenía poca altura.
- Ya había olvidado el por qué los odio tanto... -gruñó entre dientes.
20 minutos después...
TaeHyung tenía miedo, muchísimo miedo.
Una vez tomaron asiento en una de las mesas, se vio obligado a sentarse al lado de su hermano y de Jin, y JungKook al lado de YoonGi. En lo normal estaría junto a su mejor amigo hablando de estupideces y juntando sus brazos como dos gomitas pegajosas, sin embargo ahora se encontraban apartados y en un silencio sepulcral que evitaba que cualquiera en la mesa dijera una sola palabra, todo se volvía el doble de incómodo al tener la mirada asesina de JiMin la gran mayoría del tiempo sobre el pobre azabache que cada vez se movía más inquieto. Por suerte sus pedidos llegaron en seguida y comenzaron a comer, aunque de todas formas eso no hacía que el ambiente mejorara para nada.
- Hace mucho tiempo que no nos veíamos, JungKook -comenzó a hablar JiMin, provocando un mini sobresalto en el nombrado. Por mas que hace unos pocos segundos lo estaba viendo con cara de desagrado, ahora mostraba una sonrisa amistosa. Increíblemente falsa, eso si.- Y cuéntame ¿Tienes novia?
- Uhm... Por el momento no.
- Me lo imaginaba -sorbió un poco de su chocolate caliente ante la mirada incrédula del azabache.- Te pasas tanto tiempo con mi hermano que ya dudaba de que siquiera tuvieras tiempo para andar con alguien.
- Bueno, somos mejores amigos, así que creo que es común pasar mucho tiempo juntos ¿No? -interrumpió TaeHyung para intentar ablandar un poco la situación.
- ¿Y qué es lo que suelen hacer tanto que no se aburren? Tengo curiosidad.
Ambos chicos tenían en claro de que JiMin no se había colado en la salida con buenas intenciones, a kilómetros se notaba que la idea de que algo estuviese pasando entre ellos dos no le agradaba ni un poco, por lo que estaba empeñándose en desenmascarar su relación y quién sabe qué consecuencias desataría si los descubrían, pues el rubio era una total caja de Pandora. No sabías de lo que era capaz.
- Hablamos de la escuela, jugamos videojuegos, nos gastamos bromas. Ya sabes, lo normal. Nada fuera de lo común.
- ¿Y qué fue lo que hicieron en la última pijamada? ¿Se la pasaron bien?
- Pues si -el azabache bajó la mirada, como si de repente imágenes de aquel fin de semana volvieran a la vida e hicieran que mostrara una media sonrisa sin darse cuenta.- Diría que muy bien...
La patada que recibió por debajo de la mesa hizo que borrara sus imágenes mentales y soltara un chillido de dolor. A veces no era muy beneficioso que TaeHyung sepa leerlo con tanta facilidad, pues el mismo ahora tenía las mejillas levemente coloradas y el ceño fruncido en señal de que cerrase la boca. Esta escena no pasó desapercibida para su hermano, quien ya tenía razones suficientes para confirmar que algo raro estaba pasando y, seamos realistas, no eran muy lindas las cosas que se le pasaron por la cabeza al pensar en su hermano dentro de la casa de su "mejor amigo" durante toda una noche.
- Oigan, voy a ser directo con ustedes -Se puso serio de la nada, llegando a dar cierto miedo.- ¿La retaguardia de TaeHyung sigue siendo completamente pura, verdad?
Todos los presentes en la mesa abrieron los ojos como platos por la pregunta, pero no pasaron ni dos segundos antes de que Jin y YoonGi se echaran a reír como locos ante tal comentario absurdo. Kim TaeHyung y Jeon JungKook haciendo algo más allá de darse piquitos y abrazos, cuando sus rostros podrían estar perfectamente impresos en la definición de "inocencia" en los diccionarios universales ¿A qué mente perversa se le ocurriría?
- ¿Justo se lo preguntas a los dos reyes de Virgolandia? -carcajeó el mayor de todos.- Por dios, no son capaces de tocarse ni con un palo.
- Mejor dicho, no se tocan ni con un puntero láser -agregó YoonGi.- Apenas se atreven a darse un beso en la mejilla frente a nosot--
Y cuando notó que JiMin abría la boca de forma desmesurada junto a los otros dos menores casi palideciendo, se dio cuenta de que habló de más y que en definitiva, la había cagado.
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❝Amigos más que amigos❞ ー KookTae
FanfictionTaeHyung y JungKook son mejores amigos; Mejores amigos que se besan, se celan, duermen juntos y que, por sobre todo, evitan convertirse en algo más, porque eso sería algo muy homo, y ellos no son homos. Para nada. • Mucha comedia y momentos soft • C...