¡Peligro!

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El día de hoy nuestro querido Kookie se encontraba enfermo.

Apenas TaeHyung recibió un mensaje suyo diciéndole que vaya solo a la escuela se preocupó, pues el azabache no solía faltar a clases por simples inconvenientes y en lo normal trataba de asistir aunque estuviese resfriado o con alguna gripe. La jornada escolar se sintió bastante extraña y monótona sin él, y a pesar de que el chico le pidió estrictamente que no fuera a verlo a su hogar por el riesgo de que el mayor acabara contagiándose, este hizo oídos sordos y apenas llegó la hora de la salida salió disparado de la escuela en dirección a la casa de JungKook.

- ¡Cariño! No debiste molestarte en venir -lo recibió la madre del menor en la puerta, dejándolo entrar.- No quisiera que acabaras enfermándote por estar muy cerca de Kookie, así que intenten mantener distancia ¿Si?

- No se preocupe, señora. Sólo le pasaré las tareas de hoy y me iré.

- Es muy lindo que te preocupes tanto por mi hijo -sonrió.- Eres un buen amigo, TaeHyung.

- Ni lo mencione -le devolvió la sonrisa.

Subió las escaleras rápidamente y caminó por un pequeño pasillo hasta dar con la puerta del azabache, siendo esta la única de color azul marino de la casa. Tocó dos veces y oyó un ronco "pase" del otro lado, y al apenas abrir y adentrarse al cuarto, pudo visualizar al mismo postrado en la cama con la cara colorada de la fiebre, lo único que se veía de su cuerpo era su cabeza ya que el resto había sido cubierto por capas y capas de cojines para apaciguar sus temblores, en su frente tenía un paño tibio y parecía tener la mirada perdida en el espacio, o bueno, sólo hasta que notó que quien había entrado era TaeHyung y no su madre. Frunció el ceño tanto de confusión como de reproche ¿Para qué se molestaba en decirle las cosas cuando el castaño iba a hacerle obviamente la contra?

- ¿Pero qué rayos haces aquí?

- Hmm... vine a dejarte la tarea de hoy.

- Pero... Tú me la enviaste por mensaje durante las clas... -volvió a mostrar una mueca de enfado, claro que esa había sido una simple mentira para que su madre lo dejase entrar al cuarto.- Puras excusas ¿Eh?

TaeHyung sonrió travieso, tirando su mochila bajo el escritorio del menor y acercándose a su cama sin ninguna precaución.

- ¡Oye, no te acerques! -se sentó rápidamente en el colchón a la defensiva.- Ya atentas en contra de tu propia salud con el simple hecho de encerrarte en una misma habitación conmigo, no lo empeores.

- Relájate, ni que se me vaya a pegar tan fácil -bufó, tomando la silla con rueditas del escritorio para arrastrarla al lado de la cama y sentarse a una respetable distancia.- ¿Está mal que me preocupe por tu gripe?

- No es eso, es que no quiero que termines igual que yo por-- -cortó sus palabras ante la repentina tos que le dio, tapándose de inmediato con su antebrazo para no contagiar a TaeHyung.- Ugh... Estoy demasiado mareado como para siquiera mantenerme sentado.

- Hey, no te fuerces -estiró su brazo con la intención de empujarlo de nuevo al colchón, pero un sobresalto por parte del menor detuvo toda acción.- Me lavaré las manos cuando salga, no te preocupes.

Acabó recostándolo de nuevo con suavidad, corriendo un poco su flequillo para volver a colocar el paño tibio sobre su frente. Todo su cuerpo emanaba un tedioso calor debido a la fiebre, sin embargo continuaba temblando y quejándose del constante frío que le causaba la gripe. Al apenas rozarle las mejillas con la yema de sus dedos un fuerte ardor se transmitía al instante, cosa que hizo aumentar su inquietud, no le gustaba ver a JungKook tan débil hasta el punto de ser una completa lucha el siquiera mantenerse parado, con su visita no buscaba estresarlo o sacarlo de sus cabales, sino ayudarlo en lo que necesite.

 ❝Amigos más que amigos❞ ー KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora