Me Gustas

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El camino recién saliendo de la escuela se iba tornando cada vez más incómodo a medida que más se acercaban a la casa de TaeHyung. Ninguno hablaba, ni siquiera se miraban, y JungKook supuso que el castaño estaría nervioso justamente por los mensajes que envió el día de ayer; La invitación fue algo repentina e inesperada, ni siquiera supo a qué se refería con lo de ir duchado (aunque sí lo hizo, por las dudas) y ahora en lugar de recibir explicaciones, lo único que los inundaba era el silencio absoluto. No quería darse falsas esperanzas como en veces anteriores, si en más de un mes no había sucedido nada entre ellos, no habría verdadera razón para que las cosas se den ahora.

Al llegar a la casa se dirigieron a la puerta principal. TaeHyung abrió con sus llaves en silencio. Entraron y los pasos sobre la madera nunca se habían escuchado tan resonantes, quizá porque las charlas y bromas siempre los dispersaban de lo que sucedía a su alrededor. Los escalones chillaron a cada paso que dieron escaleras arriba. Llegaron al cuarto y TaeHyung cerró detrás de ambos, dejando unos segundos al aire sin hablar ni moverse. JungKook estuvo a punto de preguntarle qué rayos estaba pasando.

No obstante lo omitió al oír una inhalación profunda, y en menos de cero coma su espalda fue estampada en contra de la puerta a la vez que unos labios chocaban contra los suyos de forma voraz.

Ni tuvo tiempo de recuperarse del impacto para cuando el mayor presionó su lengua entre sus labios así hacerse paso dentro de su boca, ansioso por enredar ambos sinhuesos mientras tomaba las manos del azabache, situándolas sobre su propio cuerpo.

- Tócame -murmuró al notar que JungKook simplemente se quedaba estático y sin poder analizar la situación.- Sólo hazlo.

Guió las pálidas manos a lo largo de su pecho, bajando lentamente hasta su abdomen antes de rodear su cintura y acabar en su espalda baja, todo bajo la mirada de un sonrojado azabache que por primera vez presenciaba aquel lado atrevido y codicioso por roce del castaño. Se ofendió de sus propias reacciones corporales, porque ni siquiera había acabado de comprender el contexto en su totalidad y su abdomen bajo ya comenzaba a cosquillear como si se tratase de un pobre niño en sus inicios de pubertad. O a lo mejor así era.

Y a lo mejor mandaba todo su autocontrol a la mierda.

Tomó la muñeca del mayor así guiarlo hasta la cama, se sentó sobre el colchón y lo jaló para que se posicionara en su regazo. Volvieron a la guerra entre bocas y esta vez fue TaeHyung quien empezó a desabotonar su camisa hasta dejar el pálido abdomen al descubierto. JungKook no se quedó atrás y tomó los bordes de la prenda del castaño para deslizarla hacia arriba y quitársela de un tirón. Ni siquiera tenía ganas de lidiar con los jodidos botones y tardarse demasiado, es que ni siquiera quería pensar en otra cosa que no fuese en TaeHyung, en sus húmedos besos y en lo bien que se sentía rozar sus pieles descubiertas. No buscaba otra cosa, en verdad. No debería querer más que eso.

"Mientras no profanes mi cuerpecito, todo bien"

"¿Pero qué dices? ¡Si él es mi mejor amigo!"

"Ahora tu madre pensará que somos algo más"

"Yo... ¡T-Tengo que irme!"

De un momento a otro sus manos dejaron de moverse sobre el acanelado cuerpo, sintiendo los recuerdos cayendo como relámpagos y haciéndolo tragar en seco. TaeHyung se extrañó del repentino freno y paró un instante para ver a JungKook, pero este mantenía bajo su mentón y sin descubrir el rostro. Recién se alarmó cuando sintió gotas tibias caer sobre su pecho, notando como los dedos del contrario tiritaban levemente.

- Kook ¿Qué sucede? -intentó tomar sus mejillas y levantarle la mirada, mas este se negó.

No tenía sentido. Ni siquiera estaba seguro de si le daban el permiso de tocar por amor o simple lástima, de si aquella correspondencia era verídica o pura lástima ¿Siquiera quería intimar con la incertidumbre de si sus sentimientos eran correctos? ¿Por qué debía sentirse tan inseguro al respecto?. Hasta el momento nunca se percató de lo mucho que había caído por el chico que tenía en frente, no le bastaba con sólo unos cuantos besos y roces, lo quería a él enteramente, llegando a tal punto de odiar el sobrenombre de "amigos más que amigos" con el pasar del tiempo. Él ya no lo veía de aquella forma. Pero lo peor que se le venía a la mente es en si el mayor se sentiría incómodo enterándose de todo eso, porque siendo sincero, desde el inicio le hizo saber cada día que sólo se habían metido en esa absurda relación por un capricho. Capricho que acabó costándole el corazón al azabache.

 ❝Amigos más que amigos❞ ー KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora