Mientras que Emma y Zayn disfrutan de su adolescencia al máximo una sorpresa en sus vidas decidirá el destino de su amistad, pero cuando todo vuelva a la normalidad ¿Sus vidas volverán a ser las mismas de antes?
Una oleada de peleas, conflictos, nue...
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-¡Zayn!- grito desde la ventana de mi casa al verlo abrir la suya.
-¡Emm!- dice él asomándose.
-¡No falta nada para navidad!- digo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Dime algo que no sepa- dice rodando los ojos y apoyándose en el marco de a ventana con una sonrisa.
-Faltan unas- cuento con los los dedos- no sé, pero no demasiadas horas.
- Estás demasiado loca ¿lo sabías, no?- dice.
-Mi mejor amigo me lo dice siempre- digo guiñándole un ojo.
-Tu mejor amigo dice que vengas a visitarlo antes de que nos congelemos- ahora es él quien guiña un ojo, asiento y ambos cerramos las ventanas. Me pongo un abrigo y le aviso a mis padres que me iba a la casa de Zayn.
-Tengo hambre- le digo apenas abre la puerta.
-¿Quieres que te cocine algo?
-Si, por favor- pido mientras me acerco a él para depositar un beso en su mejilla, él pasa un brazo por mis hombros y caminamos juntos a la cocina, cuando llegamos nos separamos y me siento en una silla mientras él se fija qué puede cocinar.
-¿Te parecen unos panqueques con helado?- pregunta.
-Panqueques con helado- digo pensativa -me encantaría.
Mientra él hacía lo suyo, yo revisaba las notificaciones en mi celular, pero luego de un rato no tenía nada más que ver.
-¿Puedo ayudarte en algo?- pregunto
-¿Puedes pasarme el helado del frezzer?
-Sip- encuentro un helado de vainilla y otro de chocolate, mis favoritos. -Aquí están. ¿Algo más en lo que pueda ayudarte?- pregunto.
-No, ya termino, gracias Emm.- contesta concentrado en lo que estaba haciendo. -En realidad si- dice cuando me volteo -¿puedes llevar las cucharas y dos platos a la mesa por favor?- pregunta
-Claro- digo. Busco lo que me pide y los dejo en la mesa. Me siento en la silla de antes y el se voltea una bandeja llena de panqueques, los deja en la mesa , se me acerca y deposita un beso en la punta de mi nariz, luego se sienta y comenzamos a comer como cerdos.
-Egzta deliziozo- le digo con la boca llena haciendo que él sonría.
-Primero traga y después hablamos- dice riendo al ver mi boca llena de comida.
-Listo.- le hago saber mientras limpio el helado que había fuera de mi boca.
-Me parece que te gustaron demasiado. Ya te comiste como seis seguidos- ríe mientras juntos ordenamos todo.
-Oye Malik, no es mi culpa que tu comida sea tan deliciosa.- digo cruzada de brazos, nos abrazamos y al terminar de limpiar subimos a su habitación. Allí colocamos un juego en su Play Station y nos pasamos un gran rato jugando y riendo. Pero la emoción terminó cuando mi madre me llamó porque era momento de regresar a casa.
-Gracias por las risas y los panqueques.- digo mientras bajábamos las escaleras.
-No hace falta que me agradezcas, sabes que haría cualquier cosa por ti.- dice él y lo abrazo, a lo que me agarra de la cintura y empieza a girar, mis piernas se levantan del piso y una carcajada se escapa por mi boca. Cuando me baja le doy un beso en la mejilla y abro la puerta, salgo y camino hasta mi casa pero antes de entrar me volteo y lo veo apoyado en el marco de su puerta esperando a que entre, lo saludo por última vez y cierro la puerta detrás de mi.
Suelto un suspiro, definitivamente Malik me gusta y demasiado.
