1. Traslado

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- Sí papá, cuando llegue a la casa te aviso - le respondí a mi padre a través del teléfono.

- Tu madre me dijo que no iba a poder recibirte en casa por cuestiones laborales pero que la esperaras allá - giré los ojos.

- No es como si tuviera a donde más ir.

Compartí un par de palabras más con mi padre antes que el avión despegara.

Era un vuelo de unas seis horas. Mi madre quería que pasara tiempo con ella ya que los últimos años había vivido con el magnate jugador de golf, Germán Calle, mi querido padre. Mi padre mayormente no estaba en casa, siempre estaba en su trabajo, torneos, juntas, etc. A la edad de 17 años, ya sabía defenderme en todo ámbito, tanto como en la cocina y como en problemas, cada vez que tenía un problema en la escuela, yo era "mi padre" ya que él nunca tenía tiempo para ir a las reuniones escolares.

"Tú causaste el problema, tú lo solucionas" eran sus sabias palabras.

Aunque no me quejo, gracias a él soy más madura y responsable de lo que sería cualquier chica de mi edad, bueno, en ocaciones. Sólo dependía de él por el dinero, luego, yo me hacia cargo de mi misma. Sabía conducir, había sacado recientemente mi licencia de conducción, lo cual, era otra cosa que sabía hacer a esta edad.

Por otro lado está mi madre, la que de pequeña no tuvo tiempo para mí y ahora quiere "recuperar el tiempo perdido", a eso se debe mi translado a New York, a mi madre. No me molestaba del todo ya que me había dicho que al colegio privado al que iría, se practicaba mi deporte favorito, el deporte que me hacía olvidarme de todo a mi alrededor, ese ejercico que me hacía zambullirme al agua y en ese momento sentirme como un pez, como un pequeño animal libre escapando dentro del óceano.

Amaba nadar, me fascina nadar. Es lo único que sé hacer y desarrollarme con certeza. Desde pequeña estuve en cursos de natación y clavado, la sensación de sentir el algua cubrirme todo el cuerpo es relajante, es... indescriptible.

Mi madre me había dicho que al colegio que iba, practicaban aquel deporte y no solo eso, sino que era uno de los más prestigiosos en aquel colegio privado. Según ella, "los estudiantes hacían entrevistas y tomaban fotos para publicarlos en el periódico escolar". Así como los chismes, pensé.

Encendí mi teléfono ya que quería ver la hora, cuando se enciende, aparecen unos mensajes en la barra, que al parecer, no había visto antes. Desbloqueé el celular para entrar al chat.

Alba:

-Te extrañaré mogollón, pendeja.

-Me harás faltaaaa.

-No me olvides pedazo de escoria.

Y bueno, ella es mi amiga, la única en su especie. Alba es una chica que nació en España y unos años después se mudó a Colombia con su madre. Era mi amiga, mi mejor amiga y la única, puedo decir que sólo por ella llegaría extrañar Colombia.

Agarré mis auriculares y los conecté a mi teléfono para así poner música de Ed Sheeran, sí, mi cantante favorito. Cerré mis ojos para tratar de dormir y así hacer que pasen las próximas horas de vuelo, más rápidas.

- Estimados pasajeros, por favor, colocarse el cinturón, procedemos a aterrizar en suelo Estadounidense - me despertó aquel hombre hablando con su perfecto inglés a través del intercomunicador del avión. Había informado que ya ibamos a aterrizar a lo que abroché mi cinturón y coloqué la música al más alto volumen posible, lo que es despegar y aterrizar en un avión, no me agrada para nada.

-

Ahora con mi maleta en mano, estaba buscando el puerto de desembarque en el que me estaría esperando mi madre. Vi en unas de las tiendas del aeropuerto, unos trajes de baño que me gustaron, compré dos y seguí caminando.

La Nadadora Estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora