La Nadadora Estrella

21. Estadio

Hoy no tocaba cap pero me sentí con ganas de publicar. ¡Que pasen buenas!
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- ¡Kim! ¿Todo listo? - pregunté entusiasmada a través del teléfono.

- Así es Avenida, ya estamos todos.

- Bien, nos vemos en un rato - y colgué la llamada con una sonrisa radiante.

Desde hace casi dos semanas estuve planeando con Kim la pequeña sorpresa que quería hacerle a María José con el fin de que oficializemos lo nuestro.

Hubiera estado todo listo mucho antes sino fuera por la entrenadora Jones que ha estado bastante exigente ya que en tres días es la primera fase del campeonato de natación.

Habíamos pactado decirle a María José que si hoy podríamos ir a jugar hockey en el estadio de su familia a lo que ella aceptó sin chistar ya que hoy, el estadio está cerrado.

Junto a Kim habíamos preparado la pequeña sorpresa en el estadio de la familia Garzón. Gracias a que Kim conoce desde hace mucho al portero de aquel lugar, le pedimos por favor la llave para el ingreso. No nos la entregó porque él dijo que estaría allí con nosotras hasta que el lugar quedara vacío y asegurarse que todo estuviera en órden.

Bajé los escalones y tomé las llaves del Audi que yacía en casa porque le había pedido a mi madre que "me iría en el al colegio".

Bueno, si lo utilicé para ir al cole pero mi objetivo principal fue para más tarde.

Poché:

- Espero que estés lista, voy por ti.

Envié el mensaje y guardé el teléfono, tomé lo que había dejado en la mesa y me apresuré a llegar al garage.

Ingresé el auto pero antes de encenderlo, coloqué en el sillón del copiloto lo que había tomado de la mesa y lo arreglé de forma que se viera bien.

Coloqué un pequeño papel que decía "Para la increíble chica que se siente aquí", sobre éste, coloqué una flor de color negro y justo al lado, una pequeña caja que contenía un dije de plata con un arcoíris.

Sonreí cuando terminé de acomodarlo y sin más, encendí el auto y me dirigí hacia la residencia Garzón.

Cuando estaba a mitad del camino mi celular sonó en señal de un mensaje. Lo tomé aún conduciendo (cosa que no debería) y le eché un ojo al nuevo mensaje.

Poché:

- Te espero afuera

Sonreí y dejé el teléfono a un lado y seguí conduciendo hasta llegar a su casa.

Unos metros antes de llegar, vi su silueta e instintivamente sonreí.

Mientras más me acercaba en velocidad lenta, más podía ver lo hermosa que se veía mirando las puntas de sus pies.

Se veía demasiado tierna.

Bajé el cristal de mi lado y le hablé una vez el coche estacionado frente a ella.

- Buenas tardes - ella subió su cabeza rápidamente - ando buscando a una chica hermosa y perfecta, con ojos que aún no identifico pero aún así son los más preciosos que he visto y con una sonrisa que me derrite el corazoncito - la vi sonreír al igual que yo - ¿La conoce? - pregunté aún con una sonrisa.

Se encogió de hombros - No sé, quizás te equivocaste de vecindario. Por allá quizás encuentras a quién buscas - dijo mientras señalaba con su mano izquierda, al fondo de la calle.