La Nadadora Estrella

2. Colegio

- ¡Mamá! - grité frustrada y enojada.

Llevaba al rededor de unos diez minutos tratando de colocar la corbata. Me estresaba el hecho de no saber hacer un nudo con esta cosa. Busqué videos para tratar de entender pero no sé si los videos no lo explicaban bien o yo era una retresada para esto.

Mi madre tocó tres veces la puerta para luego ingresar a la habitación.

- Hija pero...

- ¡Mamá, ayúdame con la corbata por el amor a Dios! - dije frustada. Se me acercó para tomar la corbata entre sus manos.

- Dani, ¿Que haces despierta tan temprano?

- Mamá, debo causar una buena impresión el primer día y llegando tarde no lo haré - la veo girar los ojos.

- Daniela, entras a la escuela en hora y media - mierda, ¿tan temprano era? Creo que por los nervios no pude dormir demás.

- ¿Me ayudas con la corbata?

- Bien, ¿Quieres que te enseñe ahora u otro día?

- Otro día, estoy bastante nerviosa y frustada por el colegio y creo que lo que menos pienso es en como colocarme la corbata - ella asiente y pasa la corbata por detrás de mi cuello, hizo un par de vueltas y termina ajustando el nudo.

- Ya está - retrocedió un poco.

- Eres un sol madre - le di un beso en la mejilla - Oye te molestaría si...

- Sí Daniela Calle, te ayudaré con tu corbata estos días hasta que se te pasen los nervios del colegio - suspiré.

- Gracias má.

- Te espero abajo para desayunar - asentí para luego dirigirme hacia el espejo y terminar mi atuendo.

- Por cierto Daniela - me giré para verla parada en la puerta.

- ¿Sí?

- ¿Conducirás, Ricardo o caminando?

- Iré caminando mamá, está bien.

- ¿Estás segura? Puedo decirle a Ricardo que te lleve, está libre.

- Estaré bien mamá, iré caminando. No quiero que el primer día de clase me vean llegar y piensen que soy una gomela o algo por el estilo - asiente y se retira de mi habitación.

Me giré para regresar mi vista al espejo. La verdad es que después de todo, el uniforme no era nada incómodo y... puedo decir que hasta me gusta como me veo. Me hice una coleta alta con dos mechones rebeldes bajando por mi rostro. Busqué mi mochila para ingresar todo lo que usaría el día de hoy, aunque debí haberlo hecho anoche pero luego de haber arreglado mi cuarto, lo había olvidado.

-

- ¡Nos vemos! - grité para luego cerrar la puerta de la entrada a mi paso.

Tomé mi teléfono, busqué el google maps y coloqué el nombre de la escuela, aún no sé perfectamente como llegar pero por lo menos no es lejos. Saqué mis auriculares, los conecté y coloqué música para hacer la caminata más ámena.

Unos minutos después, vi a lo lejos el gran colegio con el que había confundido con un centro comercial.

Mientras más me acercaba, podía ver a los estudiantes con mi misma ropa exceptuando a los chicos, obviamente, ellos en vez de falda usaban pantalones largos.

Caminaba por el medio del patio para poder entrar al colegio. Mientras más caminaba, sentía varios ojos posados en mí, me sentía observada a sobremanera, a pesar de llevar la música a todo volúmen con mis auriculares, me sentía nerviosa, acalorada e intimidada.