7. ¿Entrevista?

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Hoy tenía una prueba importante. La entrenadora Jones me había informado que dentro de dos meses se efectuaría el primer torneo anual de natación.

Consistía en que serían diez escuelas tanto privadas como públicas; las diez escuelas se dividirían en dos grupos compuestos por cinco escuelas cada uno. Competirán entre los cinco grupos y sólo habrá lugar para dos ganadores, o sea, dos escuelas por cada cinco grupos. Luego, se haría la semifinal, las cuatro escuelas ganadoras en total, competirían para luego que sólo queden dos escuelas ganadoras, y de esas dos, se haría el torneo final dónde sólo habría lugar para una escuela.

A eso se debe la prueba de hoy, ya que el Greenwish College jugaría en aquel torneo, la entrenadora comunicó que harían las pruebas para ver quien califica para entrar y quienes no.

El colegio quedó también con el privilegio de que se hiciera el primer campeonato de uno de los dos grupos, en nuestra piscina escolar, una piscina de ocho carriles y tiene una medida de 25 metros de largo y 12.5 metros de ancho.

¿Estaba nerviosa? Estaba que temblaba de los nervios.

Mi prueba era hoy, en el horario de almuerzo junto con otros cuatro estudiantes, eramos unos quince en total. La entrenadora escogería simplemente a cuatro estudiantes, dos para que sean los nadadores que representarán el colegio y los otros dos, como suplentes.

Al ser un campeonato de relevos, seremos dos personas por equipo. En las pruebas estilo individuales, los nadadores hacen mariposa, espalda, braza y libre en ese orden. En los relevos estilo, el orden es espalda, braza, mariposa y libre.

Estaba pensando en toda la información que me había dado la entrenadora hace dos días cuando siento que alguien tira de mi hombro.

- Hey Calle ¿En que tanto piensas? ¿Tan aburrida fue la clase de Química para que te quedarás durmiendo con los ojos abiertos? - enfoqué mi vista en todo el salón. Estaba vacío.

Sólo estábamos María José y yo.

- Sí bueno, Química siempre es aburrida - me encogí de hombros y expulsé un suspiro, ya era hora de mi prueba y la verdad, estaba demasiado nerviosa. Comencé a apilar mis cosas para recogerlas.

- ¿Está todo bien Calle? - habían pasaso unas tres semanas desde que fuimos a jugar hockey a su estadio. Me había explicado que no vió la necesidad de decirme ya que ella esperaba que no cambiara nada entre nosotras. Le había preguntado por qué pero me dijo que me diría en otro momento.

María José Garzón y sus misterios, disponible en netflix. Pero a partir de ese día, hemos sido más cercanas de lo normal en tan poco tiempo. Supongo que aquí aplicaría la frase de "Es cuestión de conexión, no de tiempo". Hemos ido a comer juntas a las gradas, hemos hablado a tarde de la noche por teléfono, me ha acompañado a algunas clases de natación junto con Kim y aveces los demás chicos. Algo que no entiendo bien es que cada vez, antes de nadar, siempre buscaba su mirada entre la gente que yacía en las gradas, y mientras buscaba su mirada, buscaba una sonrisa en sus labios y cuando encontraba aquella sonrisa, de alguna forma, me econtraba a mi misma siendo capaz de cualquier cosa.

Por otro lado, durante esas tres semanas, me he llevado más bien con mis nuevos amigos. En cambio, con Sebastián es un poco extraño, ha estado un poco osito cariñoristo, no deja de besarme la mejilla cada vez que puede, me ha dejado flores en el casillero e incluso me abraza por detrás cuando estoy distraída. Creo que Sebastián se está haciendo pensamientos erróneos entre nosotros...

- Sí, todo bien chaparra - tomé mis cosas entre mis brazos y le di un beso rápido en la mejilla. Con ella no me importaba las veces en que me besara la mejilla o yo a ella. Me gustaba sentir el roce de mis labios con su pómulo y viceversa - ¿nos vamos? Debo irme a cambiar de vestimenta para la prueba - ella asiente sonriente y salimos de aquel salón.

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