Capítulo trece

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Roan parpadeó antes de reaccionar de nuevo y se impulsó con los brazos para correr hacia el chico que tenía inmovilizada a su hermana. Lauren tenía los ojos apretados, esperando a que la cuchilla afilada se incrustase con profundidad en su garganta. Escuchó una última risa de Louis Lockheart antes de que toda presión sobre su cuerpo desapareciera de pronto. Cayó al suelo de espaldas, sin entender nada y sorprendida a más no poder, pero aliviada por seguir viva. Giró su cabeza y pudo ver a su hermano Roan ahogando a Louis con su lanza: cogía el palo con ambas manos y lo apretaba contra la nuez de Louis, haciendo que soltase sonidos ahogados y roncos.

Lauren se levantó cautelosa, ¿debía correr o ayudar a Roan? Notó que Louis iba a golpear a Roan desde abajo, por lo que sacó una de sus hachas arrojadizas y, aunque apuntó al pecho, por los nervios le dio en el brazo izquierdo, justo en el bíceps. Eso puso aún más agresivo al chico del Distrito 1, que se revolvió y consiguió escapar del agarre del mayor entre quejidos.

—Corre, yo le entretengo —le dijo Roan antes de recibir un puñetazo. Lauren le recorrió rápidamente con la mirada, viendo la sangre que empezó a resbalar por la mano de Louis. Se dio la vuelta, esperando que no fuera a usar el hacha en su contra, y comenzó a correr lejos de allí. La única idea que tuvo fue llegar hacia el borde del valle, esperando que Louis no le siguiera. Lo hizo, no dejó de correr aunque sus piernas se estuvieran agarrotando y el aire se le acabara.

Se tropezó con una enredadera y justo quedó arrodillada frente a un rayo de sol que se colaba entre los árboles, casi señalando la salida del bosque. En ese momento se planteó empezar a bajar por el valle, esconderse de ese chico de sonrisa torcida y ojos desviados. Se le aguaron los ojos por el susto, casi moría.

Tenía una delgada raja en el cuello que parecía estar sangrando y era bastante molesto. Lauren nunca había tenido heridas muy graves a pesar de ser tan torpe, solo los típicos raspones al caerse al suelo, alguna raja por un descuido con un cuchillo y muchos moratones a causa de sus tropiezos. Por eso sintió que se mareaba al tocarse la herida con sus dedos sucios de tierra. Aún estaba de rodillas, mirando con miedo cómo descendía la tierra hasta el río profundo, respirando demasiado rápido. A lo mejor podría descender hasta el río clavando las hachas en la tierra como apoyo...

Sintió la primera lágrima caer por su moflete, y es que estaba impotente. Impotente por no poder ayudar a Roan, impotente por no ser capaz de asesinar a Louis a pesar de ser defensa propia, impotente por estar sola en ese gran bosque, impotente porque ya iban tres cañonazos y solamente parecía estar Roan por esa zona...

¿Acaso se habían separado? ¿Acaso Lilian, Moony y Louis se habían aliado y habían asesinado a tres de sus hermanos, haciendo que los dos restantes se dividiesen al huir? El pecho le dolió mucho al imaginarse a alguno de sus hermanos muerto. 

—No —se susurró a sí misma, quitándose el dedo tembloroso del cuello, de pronto lleno de sangre. Apoyó la mano en el suelo y se levantó con cansancio—. No voy  a dejar que mi mente juegue conmigo. No pienses y ya. No pienses. Escóndete. Rápido.

Dio un primer paso, sintiendo sus piernas temblorosas. Había corrido demasiado rápido para que su cuerpo lo soportara, pero no lo suficientemente rápido como para dejar atrás a Louis y Roan. Con ese pensamiento se dijo que haría un último esfuerzo. 

Se asomó al interior del valle, pero ahogó un pequeño grito cuando notó que ya se acercaban por detrás. Giró la cabeza y llegó a ver a Roan corriendo detrás de Louis, que parecía ir demasiado deprisa para su gusto. Roan tenía el ojo hinchado, su nariz sangraba ligeramente y su traje estaba rasgado, tenía una raja profunda en el lateral del pecho. Lauren reconoció en la pierna de su hermano el hacha arrojadiza que le había clavado a Louis en el brazo, así que confirmó que él la usó de arma contra Roan. 

Los juegos del hambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora