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"Esta es tu oficina. Aquí trabajaba antes una chica que tenía un serio problema con el incienso, así que tal vez el aroma siga por unos días".

Había dos tipos de biólogos, según aquellos que no son biólogos y los mismos biólogos: los hippies y los nerds. Los hippies... Bueno, su nombre se explica por sí sólo, son los que tienen conexiones profundas con la naturaleza, los que disfrutan de fogatas y noches estrelladas, y, más importante aún, son aquellos que siempre hacían de las prácticas de campo su estilo de vida. Los nerds son los que eligieron la carrera porque quieren encontrar respuestas a sus preguntas estudiando cosas que pueden ver, son los que aman las clases de laboratorio y tienen que tomar un pequeño curso especial para aprender a trabajar con animales. Tobio era más como un nerd, con un poco de hippie cuando bebía. Está bien ser un nerd; todos quieren un biólogo hippie con quien buscarle un "significado a la vida", pero los nerds tienen un encanto especial cuando la gente se da cuenta que en serio saben la taxonomía completa de muchas especies. Tobio era el alma de la fiesta cuando preguntaban por el "nombre completo" de cierta planta o animal, aunque nunca fue afín de los últimos.

"Si necesitas algo estoy junto a ti". El chico de mirada sagaz le sonrió. "Peero... No tengo azúcar. Más allá de eso puedo ayudarte con lo que sea".

"Gracias, Nishinoya-san".

"Bienvenido a Tokio, por cierto. Si quieres, los chicos y yo podemos darte un recorrido, al menos de los lugares donde venden la mejor comida".

"Suena bien".

El chico se despide con una sonrisa y le deja solo. Cuando lo vio por primera vez pensó que era de primer año. Resulta que es un Beta acabando una maestría con el mismo equipo de trabajo que el suyo. Él le dijo lo mismo, se sorprendió mucho cuando le dijo su edad. "¿Cómo es posible? ¿Qué comen en Miyagi-ken?". Era gracioso, espera poderse llevar bien con él. No sabe cómo clasificarlo, si como un nerd o como un hippie. Por ahora se queda en hippie, lleva puesto un chaleco de pescador y tiene cara de que le gusta salir a beber.

Su nueva oficina era grande, tan grande que tenía su propio lavabo y una pequeña área para trabajar con reactivos. Y sí, olía a incienso, mucho, y su nariz empezaba a picar, pero le gustaba; era una esencia similar a la que usaba un maestro suyo muy querido en su oficina. Había también una ventana desde la que se podía ver todo el campus.

No se parecía nada a Tohokudai.

"¡Oh, Kageyama-san, olvidé decirle!"

Yuu entra con un estruendo a su oficina, vistiéndose su bata. "Tu vórtex no funciona, vas a tener que salir a las mesas".

"Está bien, Nishinoya-san, gracias por avisarme".

Su bata tiene el escudo de la universidad bordado en la manga izquierda. Es un diseño bastante genial si es honesto.

"Ah... Tú también tienes una bata. No sabíamos tu talla, así que nos demoramos en pedirla. Llega pasado mañana, no comas ansias". Dice risueño "Ya, ahora sí te dejo. Nos vemos en la comida".

Él se siente un poco mejor ahora. Pensó que todo esto iba a ser un inicio igual de incómodo que todos los inicios que ha tenido en su vida, pero hasta ahora todo está resultando bastante agradable. El estrés está empezando a bajar, sus hombros dejan de estar tensos y respira tranquilo el intenso aroma del incienso lo incita a bailar. ¿Cuándo un aroma le había hecho querer bailar? Tal vez está más emocionado de lo que quiere reconocer.

Empieza a acomodar sus cosas en el escritorio, alineando su maceta con una suculenta justo en la esquina izquierda. Las suculentas son sus plantas favoritas, en especial las pequeñas. Ojalá las que tiene en el departamento la estén pasando bien.

La Ira del Tirano | Haikyuu!! FF (KGHN | Omegaverse!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora