Epílogo: Mar y Tierra, Tráguenme

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MILLLLLLLLLLLL Y UN PERDONES FRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR

Neta ay no neta perdónenme. as i said en la otra versión, estaba pasando por un momento muy triste de mi vida. not oversharing ni nada, pero mi perrito estaba enfermo y yo  estaba muy deprimida y así. estas fechas me deprimen pq ya no las veo con los mismos ojos q cuando estaba chiquilla y en general me awito mucho pensando cosas.

como sea, nada de lo que diga me justifica, son puras excusas. lamento q haya  jugado con ustedes de esa manera ajajja, pero ya aquí está la versión q d vdd es la oficial la original lo que siempre quise q fuera. ya en confianza, sí les invito a q lean toooodo again pq o sea fue una reestructuración enorme jaj, neta se cambiaron dq hasta una sola palabra en un párrafo y así. so, sí.

again, neta perdónenme :( si quieren les hago preguntas y respuestas o idk q quieran. en parte me dejé llevar pq digo ay wey esto es un fanfic pero no gurl no por eso hay q ser malhechas.

ya ahora sí, disfruten de la lectura.


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Ese día en particular se juntaban muchas emociones en su pecho. Es un retroceso enorme, absurdo a tal grado que le provoca reír. Todo se seguía viniendo abajo y él seguía decepcionándose de alguna manera.

"Descansa, debes estar cansado".

Antes de girar el picaporte, se gira a mirar una última vez el altar en la sala de estar. Resguardado en un marco de bambú pulido y con toda clase de amuletos y ofrendas, la foto de a quien más amó le ruega que se quede. Un minuto, un segundo aunque sea.

"Buenas noches, Kageyama-san".

Pero ni él se puede ser fiel a sí mismo. Sólo busca una cosa, nada más.

Tobio era tierno. Tierno de la manera que te hace sonreír.

A Tobio le gustaban las bebidas calientes y siempre estaba dispuesto a ofrecer una. No tenía nada en contra del frío, pero le gustaba la sensación del líquido caliente bajando por su pecho y que llegaba a su abdomen.

A Tobio le gustaban los animales. Todos le parecían misteriosos e increíbles, pero los gatos eran sus favoritos. Pero parecía que a los animales no les gustaba mucho Tobio. Sin importar los rasguños que recibiera o los ladridos que le alejaran, a Tobio le seguían gustando mucho los animales. El rechazo de ellos hacia con él le era tan dulce, como un cachorro cuando prueba verduras por primera vez. Los gatos gruñían y arrugaban el puente de su nariz y Tobio no podía tener suficiente de aquello.

Pero para él, los animales no tenían oportunidad contra las plantas.

No pudo preguntarle por qué, pero sabía que Tobio se sentía pleno, "como pez en el agua", cuando estaba rodeado de plantas. De cualquier tipo, no era selecto. Le gustaba el silencio y las plantas podían dárselo. Le gustaba sentirse escuchado y parecía que las plantas nunca juzgaban. A Tobio le gustaba acariciar las hojas de las plantas con mucha delicadeza y pensaba que sentían su cariño como le gustaría que un gato o un perro lo sintiera.

Tobio era alguien simple con gustos complicados. Así como podía pasar horas comparando los precios de cierto tipo de organizadores para sus libros, podía gastar más dinero del que tenía en el momento comprando un retoño de este arbusto rarísimo que sólo crece en Okinawa.

Tobio, a veces, se quedaba absorto en sus pensamientos. No aislado, pero sí muy reflexivo. Se quedaba con una cara de concentración total durante todo el día y los demás sentían que interrumpían algo importante si querían hablarle.

La Ira del Tirano | Haikyuu!! FF (KGHN | Omegaverse!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora