Capítulo 2

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Hola, hola, a partir de este capítulo, se irán dividiendo en dos partes cada vez. Espero que les guste.

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Un sueño puede convertirse en un objetivo de vida, una misión, una meta que alcanzar, pero ¿hasta dónde somos capaces de llegar para cumplir nuestros sueños? ¿Cuál es el límite?

Clases de música (P1)

Ella sólo lo miraba con el ceño fruncido, mientras que el rubio todavía no sabía cómo reaccionar ante esta sorpresiva situación. Tenía ganas de decirle un par de cosas, como que fingir no le quedaba a una chica como ella, se veía tan dulce ante todos, pero en el fondo era todo lo opuesto; eso era precisamente lo que a Naruto no le había agradado de ella.

—¿Que no me has oído? He dicho que me des esa grabadora en este instante —volvió a exigir Hinata, olvidándose por completo de su manto de calidez, después de todo, Naruto ya la había visto, ¿qué caso tenía fingir ante él? Además, si él llegaba a contar algo, ella manipularía la situación como siempre para salir airosa, pero todo era distinto si él tenía una grabación con su voz.

—Yo... —Naruto la miró por unos segundos, mirando luego la grabadora en su mano. Aquella idea no quería desaparecer de su mente y la verdad, teniendo semejante oportunidad frente a sus narices, ¿no sería un pecado dejarla pasar? Ya estaba harto de que su padre le cortara las alas, de que siempre impidiera que su sueño de ser un músico se viera truncado sólo porque él no quería permitirle seguir ese camino, porque Naruto debía ser lo que él quería, pero ya no más, esta vez no se dejaría vencer tan fácilmente.

Hinata lo miró expectante un rato más, hasta que se cansó de verle poniendo esas expresiones de duda en su cara. No dejaba de golpear su pie contra el suelo, sintiendo como cada segundo pasaba a una velocidad increíblemente lenta, pero finalmente no pudo más.

—¡Ya basta, dejarás de mirarme así y me darás esa grabación de una vez por todas! —exclamó.

—¿Y qué sucedería si no lo hago? —cuestionó Naruto con una sonrisa divertida. Hinata se calmó por un momento, mirándole con duda—. Venga, responde a mi pregunta, ¿qué pasaría si yo decido guardar esta grabación y se la enseño a los medios de prensa? ¿Crees que seguirás siendo una cantante popular todavía? Me pregunto qué harían tus fans si descubren tu verdadera naturaleza.

Hinata estaba absorta, ¿qué pretendía obtener este sujeto de su persona?

—E-eso no es de tu incumbencia, sólo entrégamela y lárgate —habló en un tono algo temeroso, después de todo, se estaba asustando de aquella mirada que tenía el chico. Debía aceptar una cosa, aquellos ojos azules que se asemejaban al mismo cielo eran los más hermosos que había visto en su vida, pero aun así no dejaba de intimidarle esa sonrisa arrogante y el hecho de que él tuviera una grabación suya en su momento de furia.

—¿Qué te parece si hacemos un trato? Una especie de trueque —ofreció el rubio aun sonriendo, con una expresión que casi decía "te tengo". Hinata pareció confundida, ¿qué clase de trueque podría querer?

—¿De qué estás hablando?

—Es simple —Naruto pareció más relajado, después de todo, él tenía el control de la situación, así que Hinata decidió irse con cuidado—. Si estamos de acuerdo, el hecho de que yo muestre esta grabación a la prensa arruinaría tu carrera, ¿no es verdad? —Hinata asintió con la cabeza, habiéndose arrepentido luego, porque sólo le había confirmado a aquel ojiazul que tenía todo el poder sobre ella en este instante—. Entonces, yo podría devolverte esta grabación y hacer como si esto nunca pasó...

Pasión por la MúsicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora