Capítulo 22

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"Incluso cuando sentimos que no tenemos a nadie en quien confiar, debemos recordar que hay seres que estarán ahí incondicionalmente; nuestra familia."

Somos familia (P1)

Sasuke detuvo su auto frente a la casa de Sakura, había estado varias veces ahí, pero esta era la primera vez que venía por algo que no era un trabajo de la escuela. Su celular volvió a sonar, no lo había querido contestar mientras estaba conduciendo, estaba por atender la llamada, pero en ese momento Sakura comenzó a reaccionar, abriendo débilmente sus ojos verdes.

—¿Q-qué pasó? —murmuró, confundida. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que ya no estaba en la escuela, sino frente a su casa.

—Sakura —escuchó la voz del azabache, así que miró a su costado, abriendo sus ojos con sorpresa—. ¿Estás bien? —preguntó él, acercándose a la chica para poner una de sus manos sobre su frente, dejando de lado el celular. Frunció el ceño al sentir su temperatura alta—. Te dije que debías quedarte en casa, ¿por qué eres tan terca? Tienes fiebre.

Ella estaba muda, no sabía qué decir, ¿por qué Sasuke estaba haciendo aquello? ¿Por qué la llevaba a casa? ¿Por qué se preocupaba por ella?

—S-Sasuke-kun... —tartamudeó la peli rosa, echándose un poco hacia atrás para alejarse de él, aunque le gustaba la idea de estar cerca de Sasuke, estaba desconcertada y sorprendida—. ¿Qué pasó? —preguntó, notando que Sasuke también se echaba hacia atrás.

—Te desmayaste en la escuela, deberías ir al médico —le respondió, desviando la mirada—. No vayas mañana, me encargaré de la reunión y de los últimos detalles del festival.

La Haruno no sabía qué decir, se sentía agradecida con él por haberla traído, pero también estaba consternada, no entendía por qué de pronto Sasuke era amable con ella, ¿por qué se comportaba de ese modo? Justo cuando ella estaba haciendo todo lo posible por olvidarlo, ¿por qué Sasuke parecía no querer que lo hiciera?

—Gracias... —murmuró, quitándose el cinturón de seguridad y abriendo la puerta del auto para salir, pero él la tomó por la muñeca y la detuvo, había sido un impulso estúpido, simplemente no quería que se fuera, quería estar cerca de ella un poco más.

Al atraerla hacia su cuerpo, el azabache la abrazó, Sakura se sentía débil y apenas pudo reaccionar, pero sintió que su corazón se aceleraba y su estómago se apretaba. Estar entre los brazos de Sasuke se sentía muy cálido, era una sensación que simplemente no podía describir, lo había esperado tanto, tanto que pensaba que esto no era más que un sueño, que estaba alucinando por la fiebre.

—Sakura, yo... —él se separó levemente, mirándola a los ojos, podía sentir de cerca su respiración agitada y también notaba su pequeño cuerpo temblar, fue cuando la tuvo así, que se dio cuenta de algo que había estado tratando de negar durante muchísimo tiempo; sentía algo por Sakura, algo que ni él mismo podía explicarse.

—T-tengo que entrar a casa, Sasuke-kun —habló ella, sin atreverse a mirarlo.

Sasuke frunció el ceño.

—Tengo que decirte algo.

La chica negó con la cabeza, abriendo nuevamente la puerta.

—Me dices otro día —respondió, corriendo hacia el interior de su hogar, aunque se sentía mareada y aun le dolía el pie lastimado.

Él sólo la vio huir, entendía por qué estaba escapando de él, porque era un idiota, estaba actuando como si tuviera el derecho de acercarse a ella, cuando sabía que no. Sakura estaba con Naruto y él lo sabía, no podía ser tan maldito de tratar de meterse entre ellos, además, estaba el contrato con la disquera.

Pasión por la MúsicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora