Capítulo 24

368 33 5
                                    


"Se dice que un hechizo es un maleficio provocado con magia, para obligar a alguien a hacer tu voluntad, dime, ¿qué clase de encantamiento has puesto tú sobre mí?"

Cantemos juntos (P1)

El sábado por la noche, la fiesta de apertura para el concierto en conjunto más grande del año estaba dando inicio. Un montón de sellos discográficos se habían unido para apoyar algunas causas benéficas, por lo tanto, quienes participaban, no ganarían dinero con esto, pero lo hacían para el bien de los que tenían menos.

Naruto y el grupo estaban en la fiesta, habían sido incluidos a último minuto por su nueva representante, Kurenai Yuuhi, la mujer cuya visión planeaba ponerlos en la pista a través de esta plataforma. El rubio estaba luciendo un conjunto un poco estrafalario para su gusto, odiaba vestir camisas, excepto por la de la escuela -que también la odiaba- nunca las usaba, pero le habían dicho que ese era el código de vestimenta, así que no se dejaba de acomodar el cuello, le molestaba un montón.

—Deja de hacer eso, me estás poniendo de los nervios —dijo Sasuke, frunciendo el ceño al ver que su amigo rubio nuevamente se arreglaba la ropa—. Parece que tuvieras algún problema mental —añadió, provocando que una venita saltara en la frente del contrario.

—¡Sasuke! —exclamó, apretando sus puños.

—No grites —lo interrumpió Gaara, que igualmente se sentía un poco incómodo con lo que llevaba puesto, una camisa de tela roja y pantalón de vestir negro, él prefería que toda su ropa fuese negra—. Oye —volvió a hablar, frunciendo levemente el ceño—. ¿En serio no haremos nada respecto a nuestro nuevo nombre?

Sasuke suspiró.

—No suena tan mal, pero no sé.

Sai, el cual siempre hablaba solamente lo necesario, decidió inmiscuirse en la conversación, a fin de cuentas, también era parte importante del grupo.

—A mí me parece un buen nombre, creo que el de antes era un poco infantil.

—¡Oye! —se quejó Naruto—. Yo lo escogí, ¿de acuerdo?

Sai se encogió de hombros, esbozando una sonrisa burlona.

—Justamente es lo que estaba diciendo.

—Ya no grites —volvió a callarlo Gaara—. Todos nos quedan viendo cada vez que lo haces, compórtate.

—Perdón —respondió el rubio, cruzándose de brazos—. Esta fiesta es súper aburrida, se supone que estamos rodeados de estrellas famosas y productores musicales, pero todos están en lo suyo, ni siquiera bailan —se quejó, mirando a su alrededor; era cierto, la mayoría sólo hablaban entre ellos y bebían un trago, era como una de esas fiestas de etiqueta de las películas de Hollywood.

—Es verdad —lo secundó Sasuke, quien agarró un bocadillo de la mesa—. Iré a dar una vuelta, a ver si veo algo interesante —avisó antes de alejarse.

—Haré lo mismo —dijo Gaara, que también se perdió entre la gente y, antes de que Naruto se diera cuenta, Sai ya ni siquiera estaba.

—Genial —masculló.

La chica ingresó al lugar de la fiesta y sus enormes ojos negros observaron con sorpresa el gigantesco salón, todo lleno de luces, adornado muy elegantemente, así que se sintió sorprendida.

—Todo es muy bonito... —murmuró Matsuri, que llevaba puesto un vestido de color lila claro, una de las cuantas prendas que le había regalado Hinata. Lucía muy jovial en aquel atuendo, tanto, que recibió algunas miradas masculinas apenas se presentó en el recinto.

Pasión por la MúsicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora