Ahora sí, me miró estupefacto arqueando las cejas. Me paré tomando mi bolso.
-Tu patético intento de hundirme no ha servido de nada. Y yo te diría que no vuelvas a intentarlo, Liam. En realidad…- murmuré cerca de su oído y me reí interiormente por lo dramática que estaba siendo- no tienes idea de lo vengativa que puedo ser- concluí en voz baja y me marché ignorando su expresión engreída.
Solté una risita mientras me dirigía por el pasillo, consciente de que aún me quedaba una clase. La academia se había vuelto un asunto secundario para mí. Ahora que estaba plenamente relajada acerca del hecho de que no me echarían de casa, podía respirar tranquila.Cuando salí, una brisa fresca rozó mi rostro. Iba bajando las escaleras cuando se me ocurrió una idea.
Tomé mi celular y le marqué a Harry. Su voz ronca me contestó luego del segundo tono.
-Hola hermosa-me saludó cálidamente desde el otro lado de la línea.
-Hola- dije yo mientras sonreía estúpidamente. Me puse seria de inmediato al notar lo tonta que me sentía. -¿Estás ocupado?
-Sí, bastante- se quejó bufando. –Estoy en el estudio, repleto de trabajo.
-Nunca te he preguntado, ¿dónde queda tu estudio?- pregunté rogando que mi voz sonara lo más casual posible.
-Algún día te traeré, queda a unas tres o cuatro manzanas de casa- contestó y sonreí cuando no escuché duda o suspicacia en su voz.
-Ya quiero conocer el lugar con el que compartes más tiempo que conmigo- bromeé divertida y ahogué el móvil con la mano cuando un auto pasó cerca de mí.
-¿Celos?- dijo divertido.
-Oh, créeme que sí- dije en su mismo tono. -¿Qué tal si me recompensas pasando por mí luego del instituto?
-¿A la una?
-Sí, te estaré esperando.
-Por supuesto, debo volver al trabajo, amor.- «Aww» -Nos vemos más tarde. No te diviertas sin mí.
Solté una risita.-Claro que no. Ponte a trabajar, te veo más tarde- respondí fríamente y cuando tuve la intención de cortar él dijo algo más.
-¿Sucede algo?- preguntó notoriamente preocupado.
Contuve una carcajada.-No, Harry. Debo ir a clase, adiós.
Corté rápido sin darle tiempo a réplicas y comencé a reír discretamente.
Mientras esperaba al autobús sonreía imaginándome llevando a cabo mi plan.
(…)Recorrí las calles, nuevamente emocionada, intentando vislumbrar alguna señal que me indicara de un estudio fotográfico. Unos metros más adelante lo noté. Bingo.
Un edificio de al menos tres pisos tenía escrito en elegantes letras negras «Estudio de fotografía Styles». De alguna manera me hizo sentir orgullosa de él. Saber que había cumplido al menos uno de sus sueños.
Me adentré al lugar a través de sus puertas de cristal. Se trataba de una sencilla y elegante recepción a cargo de una pequeña pelirroja de bonitos ojos. Intenté ignorar su obvia belleza consciente de que trabajaba para Harry.-Buenas días, ¿puedo ayudarla en algo?- dijo la muchacha que reconocí como Laura, según su placa plateada en su camisa.
-Hola- sonreí algo cohibida sin saber qué decir. No me esperaba aquello. –Tengo una cita con el señor… -intenté recordar el apellido del amigo de Harry. Me lo había mencionado alguna vez. –Malik- me aclaré la garganta intentando ocultar mi nerviosismo.
-¿Su apellido?- preguntó cordialmente mientras se preparaba para teclear en la computadora. Me puse tensa pero todo acabó cuando Laura se paró ante la llegada de alguien.
-Señor Malik- dijo Laura con una sonrisa dándole la bienvenida desde su escritorio. Me di media vuelta buscando al amigo de Harry. Él sonreía también mientras se acercaba a nosotras. Era un moreno de ojos color miel, y apostaba a que alguna vez había estado en Anacks.
Él me observó sorprendido.
-______________- dijo dándome la mano. –Qué sorpresa encontrarte aquí.
¿Cómo es que sabía mi nombre? «Estúpida, él es su mejor amigo.»