❝Blind Eyes❞『•MinSung•』

25

Suaves golpes en la puerta interrumpieron su ensoñación. Estaban tan cómodos, abrazados entre las sábanas, con las piernas entrelazadas, que se habían olvidado por completo de la presencia de otras personas en la casa. Fue MinHo quien se puso de pie, gruñendo molesto al ser interrumpido cuando le estaba dando mimos a su omega.

Poniéndose sus boxers y la camisa que había usado antes, se acercó a la puerta, abriéndola solo un poco e intentando cubrir el interior de la habitación con su cuerpo. Al otro lado se encontraba SeungMin, sonrojado por el fuerte aroma que emanaba de su Hyung, sintiéndose un poco intimidado por la presencia de un alfa que evidentemente había tenido relaciones con su omega.

—Lamento interrumpir, pero tía JiHyo me mandó a entregarles esto — levantando sus manos, dejó ver una botella de agua y varias pastillas—. Son supresores para que luego puedan bajar a comer.

—Gracias, Minnie — recibiendo las pastillas y la botella, se dispuso a cerrar la puerta, pero el agarre del menor en una de sus mangas se lo impidió—. ¿Sucede algo?

—Esto se lo manda WonPil Hyung a JiSung — una nueva pastilla fue dejaba en su mano, observándola extrañado—. Es para evitar embarazos.

Ahora era el mayor quien se sonrojaba, haciendo una mueca mientras cerraba la puerta y gruñía al escuchar la risa del omega castaño al otro lado. Sin decir nada, regresó a la cama entregando los supresores a JiSung, junto con la dichosa pastilla.

Permanecieron recostados unos minutos más, esperando que los supresores hicieran efecto, aprovechando el abrazo y la inhalación del aroma del otro. MinHo sentía su pecho lleno de orgullo al encontrar un rastro de su propio aroma en JiSung, creando una deliciosa combinación de moras, menta y café.

La burbujeante felicidad que albergaba a ambos los tenía en la séptima nube, siendo el más emocionado JiSung, aunque la curiosidad y el temor de ‘ver’ le hacia sentir incómodo.

Quizás no veía con claridad, y de vez en cuando todo se volvía negro, pero el poder distinguir figuras y colores, lo emocionaba.

El suave gruñido que emitió MinHo lo distrajo, volteándose para quedar cara a cara con el mayor, riendo al escucharlo gimotear mientras se escondía en su cuello.

—No te duermas, MinHo — el mencionado refunfuñó, cubriéndose bien con la sabana, llevando sus manos hasta la espalda baja de JiSung, abrazándolo posesivamente.

—Cuanta confianza tienes ahora, Hannie — murmuró intentando despejarse del sueño, notando la manera informal en la que fue llamado.

—Uh y-yo... — avergonzado dejó escapar una suave risita, haciendo sonreír al contrario—. Lo siento.

—Tranquilo, puedes tutearme, no tengo problema.

Bostezando, se alejó del suave y calentito cuerpo de su novio, levantándose de la cama y yendo hasta su maleta, de donde sacó dos pantalones deportivos y una sudadera grande. Uno de los pantalones se los dio al omega junto a la sudadera, calzandose la otra prenda.

—¿Por qué me da su ropa?—preguntó inocentemente, buscando a tientas su ropa interior la cual el mayor le lanzó al rostro — ¡Yah, Hyung!

Riendo divertido, se acercó a besar los gorditos labios del rubio antes de responder.

—Abajo hay dos alfas, uno es tu tío y está enlazado, el otro es mi mejor amigo, casi mi hermano. Pero acabo de marcarte y aunque confíe en esos alfas, mi lobo y yo somos posesivos, así que ponte mi ropa y ya.

—Pero...

—Y ya dije — soltando un pequeño gruñido, muy parecido a un quejido, JiSung se cruzó de brazos, reacio a vestirse—. ¿Estás haciendo un berrinche?