❝Blind Eyes❞『•MinSung•』

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JiSung se encontraba emocionado y nervioso durante el fin de semana, ya que visitaría la casa de su Hyung por primera vez y conocería correctamente a su madre. Aunque habían intercambiado algunas palabras por teléfono o cuando ella dejaba a MinHo en su casa, nunca habían tenido una conversación real para conocerse mejor. Esto era algo que debía suceder en algún momento, especialmente ahora que él llevaba la marca temporal de su alfa, que era de gran importancia.

Aunque se sentía un poco insatisfecho por no poder conocer a su “suegro”, estaba feliz de descubrir más sobre la vida de su pareja. Era evidente que MinHo ya sabía todo sobre él, por lo que consideraba importante que el conocimiento fuera mutuo.

—Carino... — su madre lo llamó desde la puerta del baño — Voy a comprar para preparar el almuerzo; hoy vendrá una amiga a pasar el rato. ¿Estarás bien solo?

—Sí, mamá, ya estoy por salir — contestó, cerrando el grifo de la ducha y buscando a tientas la toalla que había dejado colgada en el gancho de pared.

—Está bien, Hannie. Si aún no vuelvo para cuando te vayas, llámame — recibiendo un ‘si’ por respuesta, abandonó la habitación de su hijo, sonriendo emocionada al darse cuenta que su pequeño bebé ya no era un bebé. Cada vez notaba con más orgullo que su único hijo lograba hacer más y más cosas por sí solo, sin necesitar su ayuda.

Mientras tanto, en la habitación, JiSung salió del baño vistiendo solo su ropa interior y secándose el cabello con la toalla. Luego, se dirigió a su cama, donde tenía preparada la ropa que usaría ese día. La noche anterior, gracias a su madre que le prestó su celular, pudo hacer una videollamada con SeungMin, quien, dispuesto a ayudarlo, le indicaba a través de la cámara qué ropa sacar del armario.

Según SeungMin, ese día iría a casa de su Hyung con una playera blanca debajo una camisa a cuadrille amarilla y unos jeans negros, acompañados de sus botines negros y una chaqueta de cuero negra que su madre le había regalado el día de ayer. No tenía idea de cómo luciría, pero según su amigo: ‘MinHo Hyung babeará al verte.’

Además, en su mochila llevaba una playera grande y un short cómodo para dormir, junto con otra muda de ropa para el siguiente día, ya que el mayor le había mencionado que quería llevarlo a una cafetería para una cita por la tarde. Esta idea le emocionaba, ya que no solían salir mucho juntos.

Una vez ya vestido, con el cabello seco y bien peinado, tomó su mochila y se la colgó en el hombro, junto con sus fieles gafas oscuras y el bastón característico de las personas con discapacidad visual. Odiaba usarlo pues era muy incómodo, pero sabía que lo necesitaba.

Ese día, saldría por primera vez solo a la calle, mintiéndole a su madre al decirle que su Hyung lo recogería y a éste al decirle que su madre lo acompañaría. Quería demostrarles a ambos que era capaz de muchas cosas a pesar de su discapacidad visual.

Como adolescente, anhelaba explorar más lugares, conocer nuevas personas, oler aromas diferentes y experimentar vivencias. Deseaba vivir como otros de su edad, no limitado a permanecer encerrado veinticuatro horas, saliendo solo cuando estaba acompañado. Tenía la determinación de vivir lo suficiente para poder disfrutar salir con sus hijos en el futuro, sin que su pareja tuviera que estar siempre a su lado.

Quería ser capaz de cuidar de su propia familia en un futuro.

Con ese pensamiento en mente, después de avisarle a su madre que ya había salido de casa, se puso las gafas, ajustó la mochila a sus hombros y extendió el molesto bastón antes de comenzar a caminar.

Gracias a los recorridos con SeungMin hasta la escuela, sabía que a cincuenta pasos a la izquierda de su casa había una parada de autobús. Debía tomar el bus número cinco que lo dejaría cerca de la casa de MinHo.