O8

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En otro lugar de la casa de la familia Han, exactamente en la sala de estar, la joven “no” pareja esperaba a que sus amigos se sintieran mejor para poder subir nuevamente con ellos. Algo que la madre de JiSung les había dicho que hicieran, pues ella, como omega adulta, sabía muy bien lo que era necesitar la contención de un alfa.

Por esa razón, ambos chicos esperaban tanto a sus amigos como la madre. Ésta última había decidido salir un momento para comprar aperitivos para todos, dejando a SeungMin y HyunJin en una situación algo incómoda.

—Y bueno... — comenzó el omega, jugando con las mangas de su playera que se encontraba rota en los brazos, dándole un aire atrevido pero aún así tierno—. ¿Q-Qué quieres hacer, Jinnie?

Si supieras.

Fue lo que pensó HyunJin, sonriendo mínimamente mientras se encogía de hombros en respuesta al menor, quien lo continuaba observando como si esperara algo en específico que, honestamente, no sabría decir qué era.

Llevaban casi media hora en la casa de los Han sin saber muy bien qué hacer, rogando porque la madre del recién presentado omega llegara pronto para ya no estar en esa situación de no saber qué decir y romper el silencio. Conversar sobre lo que sus amigos estarían haciendo en la planta superior no era un buen tema de conversación.

Sabían que ni el alfa ni el recién presentado omega harían algo “indecoroso”, pues su madre los había advertido muy bien antes de salir que estarían siendo vigilados por sus amigos en la planta baja.

Aunque una cosa era aceptar a MinHo como el alfa de su pequeño bebé y que cuidara de él mientras ella no estaba, otra muy diferente era permitirle que lo marcara. Lo cual no pasaría en presencia de ella. A sus ojos, JiSung aún era un bebé al que debía cuidar como si fuera una flor. Por nada del mundo dejaría que, a sus dieciséis años, quedara embarazado sin haber vivido lo suficiente.

Pero fuera de todo lo que pasaba alrededor de la nueva pareja, aun sentados uno frente al otro en el sofá, HyunJin y SeungMin no sabían cómo actuar en presencia del otro. no es que fuera incómodo, o no del todo, pero simplemente la mezcla de aromas que habían sentido entre sus amigos provocó en sus lobos cierto regocijo, causándoles ahora unas extrañas ganas de estar cerca del otro.

El omega era el más afectado, teniendo esas incontrolables ganas de recostarse en el regazo del mayor y ser mimado. A veces odiaba a su parte lobuna por ser tan cariñoso. Solía ser un martirio en sus días de celo, cuando más atención necesitaba.

Un suspiro involuntario escapó de sus labios, llamando la atención del rubio y provocando un sonrojo en sus mejillas. HyunJin sonrió enternecido al verlo tan tímido, deseando ver ese tierno sonrojo muchas más veces en el bello rostro del chico.

—Minnie, yo...

—Jinnie... — ambos rieron ante su sincronía, volviendo a guardar silencio al no tener el valor de hablar otra vez.

El tono de mensaje en el teléfono del rubio los distrajo por un momento. Llevando su mano hasta sus bolsillos, revisó el remitente del mensaje, extrañándose al ver que se trataba de MinHo. Ingresó a la bandeja y al leer lo que había mandado su gruñón amigo, no pudo evitar reír, como tampoco pudo evitar enseñarle la fotografía adjunta a SeungMin quien, al igual que él, no aguantó la risa.

En la fotografía se podía ver a un dormido JiSung abrazado a las almohadas, con sus mejillas regordetas siendo aplastadas, mientras que cubriendo parcialmente su rostro se encontraba la chaqueta que antes usaba MinHo.

—Al parecer nuestro gruñón amigo consiguió hacer dormir al bebé omega — se burló el alfa, haciendo reír una vez más a SeungMin. Estaba encantado con el armonioso sonido que tenía el honor de escuchar.

❝Blind Eyes❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora