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Lo primero que MinHo hizo al entrar nuevamente a la casa fue abrazar a JiSung, provocando la risa de sus amigos por el gruñido que emitía hacia el alfa de rojizo cabello.

MinGi sonreía divertido, cabreando aún más al pelinegro, quien una vez sentado en el sofá, había jalado a JiSung para sentarlo en su regazo, restregando su nariz por el cuello del omega.

HyunJin reía entre divertido y temeroso, ya que MinHo al verlo sentado a un lado de MinGi, lo comenzó a ver como si de un traidor se tratara. Algo que ponía nervioso a su lobo.

—Bien... Sunggie, ¿cómo...

—Shh—enojado, MinHo lo interrumpió, abrazando posesivamente a JiSung, quien sonreía mientras acariciaba el cabello del alfa.

—Hyung, solo está hablando, no se ponga así—con voz dulce, intentó tranquilizarlo, sabiendo que lo había conseguido por el suave beso que había sentido en la piel de su cuello—. MinGi, ¿qué decías?

—‘MinGi’, ¿dónde quedó el ‘GiGi’? — nuevamente se escuchó un fuerte gruñido, siendo ignorado por todos—. Recuerdo que siempre me llamas de forma cariñosa.

—Éramos pequeños, y si te soy honesto... — jugando con sus manos bajó su cabeza, escondiéndola en el cuello del alfa — no recuerdo mucho tu rostro...

Un incómodo silencio se instaló entre los chicos, siendo interrumpido por el tic-tac del reloj colgado a un lado de las escaleras. De repente, la gruesa risa de Song los sobresaltó, en especial a JiSung, quien estaba ensimismado en sus pensamientos.

—Si tu alfa fuera tan amable de soltarlo, quizás podrías tocar mi rostro, JiSunggie.

—Vuelve a llamarlo JiSunggie y te dejo panza arriba.

Como si de un interruptor se tratara, MinGi gruñó enojado, colocándose de pie a la vez que MinHo lo hacía, dejando a JiSung sentado donde antes él estaba, dispuesto a lanzarse sobre el alfa menor.

—¿Quién te crees para amenazarme, enano? — intentó provocarlo MinGi, dando un paso hacia MinHo, quien para sorpresa del pelirrojo, colocó una de sus piernas entre las del más alto, haciéndolo caer de vuelta al sofá—. ¡Oye!

—No me provoques, mocoso, ¿entendido?

Fue HyunJin quien se atrevió a tomar a su amigo de los brazos para alejarlo del menor, luchando con las ganas de bajar su cabeza en sumisión por lo imponente que, a pesar de su mediana estatura, MinHo se veía.

Reacio a alejarse de su omega, se paró detrás de él, colocando sus manos en los hombros del menor, masajeando esa zona al notar lo tenso que estaba. JiSung solo negó con la cabeza, comprendiendo lo territorial que el pelinegro estaba. Después de todo, él seguía en celo y por lo tenso que se había puesto el ambiente, sospechaba que su aroma comenzaba a ser notorio.

Con cuidado, se colocó de pie, siendo inmediatamente ayudado por MinHo, quien tomó una de sus manos delicadamente y guiándolo hacia las escaleras. Pero antes de que llegaran, un escurridizo MinGi se paró frente a ellos, ignorando al alfa de oscuro cabello.

—JiSung, por favor, solo una vez... — habló, tomando la mano libre del rubio, sintiéndolo temblar ante su toque—. Quiero tener a mi ardillita de vuelta...

—Siempre he estado para ti, MinGi — murmuró, soltando las manos de ambos alfas y llevándolas hacia el rostro del menor con ayuda de éste, acariciando con suavidad cada facción, intentando recrear ese familiar rostro que había olvidado años atrás.

MinHo, quien veía todo a unos pasos de su omega, suspiró rendido, sintiendo a su lobo calmarse poco a poco. Para su sorpresa, el ver a Song tan indefenso, despertó en él el instinto de de protección que solía tener con sus amigos, confundiéndose.

❝Blind Eyes❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora