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Poco a poco, la bruma en la que había estado flotando por horas, comenzaba a desvanecerse, sintiendo cada vez más vívidamente las vías y cables que tenía conectados en su cuerpo, incomodándole el saber que agujas perforaban su piel, administrándole medicamentos que sabía necesitaba pero con cada minuto que pasaba su cuerpo comenzaba a rechazarlos, alertando a las enfermeras que estaban monitorizándolo al escuchar como la máquina que visualizaba sus signos vitales comenzaba a sonar.

—¡YooRim, llama al médico! — una delicada pero alterada voz lo molestó, gruñendo con desagrado a la vez que alzaba una de sus manos para cubrir su rostro de la molesta luz de la habitación, abriendo poco a poco sus ojos hasta que por fin logró visualizar a la chica pelinegra frente a él — E-Estás despierto...

—Lo estoy... — su rasposa voz salió baja al sentir como su garganta estaba completamente seca, siendo notado por la enfermera, quien, rápidamente le tendió un vaso con agua para que tomase desde la pajilla — Gracias.

El sonido de la puerta siendo abierta con rapidez espantó al alfa, quien gruñó esta vez mucho más fuerte y verdaderamente molesto, intimidando a los presentes, en especial a las dos enfermeras omegas que rápidamente se escondieron detrás del médico que había operado al pelinegro, quien también se había asustado. Después de todo, no se trataba de un simple alfa, sino de un líder.

Intentando evitar alterar aún más al joven alfa en la cama, el médico bajó la cabeza, demostrando que conocía su posición y que no era una amenaza para él ni para las omegas, lo cual pareció servir al notar como poco a poco el pesado ambiente en la habitación del paciente iba disminuyendo.

—Veo que está estable, Joven Lee — murmuró el medico alzando poco a poco la cabeza, encontrándose con el pelinegro intentando quitarse las vías intravenosas—. ¡Joven Lee, no debe hacer eso!

—Quítenme esto, me enferma — guardando la compostura, esperó que el médico o algunas de las enfermeras se acercara a quitarle esas molestas agujas, asintiendo satisfecho al ver como la omega que antes le había dado agua, se acercaba para quitárselas con cuidado—. ¿Ya estoy bien? — preguntó al alfa mayor, quien asintió algo extrañado.

—La operación salió bien, debes estar con antibióticos para evitar cualquier tipo de infección, por eso no quería que te quitaras las vías.

—No las necesito — una vez sus manos y brazos se vieron libres de las agujas, alzó el típico camisón que daban en los hospitales, dejando a la vista su abdomen, exactamente donde estaba el apósito que cubría la incisión de su cirugía—. Adelante, vea.

Con cautela, el médico se acercó hasta la cama mientras se colocaba guantes para así quitar con cuidado la gasa con pequeñas gotas de sangre, sorprendiéndose al ver como la incisión, que debería estar de un color rojizo, y apenas haciendo costra, estaba en la última etapa de la cicatrización, dejando la piel de un color rosáceo. El cuerpo del alfa había logrado una semana de curación en cuestión de unas horas.

—¿Cómo es esto posible? — alzando la vista hasta el rostro del menor, se percató de sus amarillentos ojos, sintiéndose inexplicablemente intimidado — Tú no eres Lee MinHo.

—No — acomodándose en la cama, dejó que el médico terminara de quitar la gasa y limpiara la sangre que había alrededor, siendo ayudado por una de las enfermeras—. Soy su parte animal, y necesito que me haga un favor.

—Mientras no sea algo imposible... — retirándose los guantes, desechó todo lo que había utilizado al momento de retirar la gasa post operatoria, aprovechando de limpiar correctamente lo que ahora era una cicatriz, estando aún sorprendido de lo rápido que podía llegar a ser la regeneración por parte de un alfa líder.

❝Blind Eyes❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora