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—¡Hola! Soy Kim SeungMin. ¿Cómo están?—la alegre personalidad del menor se hizo presente en cuanto ambos chicos se sentaron frente a ellos y la maestra les dio el resto de la hora libre.

JiSung permanecía en silencio, con su rostro dirigido hacia la ventana, disfrutando de la suave brisa que entraba por ella. Sonreía suavemente al sentir el leve aroma a cerezo que desprendía el árbol que se encontraba a solo centímetros del edificio.

Por otro lado, SeungMin ya había empezado a hablar animadamente con el alfa de cabello rubio, quien no dejaba de sonreír ante cada ocurrencia del divertido omega. Era evidente que ese chico era alguien dulce, y su encantador aroma a chocolates y rosas lo confirmaba.

En contraste, el mayor de ese grupo que se estaba formando miraba de vez en cuando por la ventana, ignorando por completo a los chicos que no dejaban de hablar. Pero algo llamó su atención. De repente, un dulce aroma a frutos del bosque llegó a su nariz, cautivándolo y confundiéndolo, ya que generalmente no le gustaban los olores dulces.

Pero este era diferente.

Volteó su cuerpo en la silla, quedando frente al chico de cabello castaño que no apartaba la vista de la ventana. Se sintió estúpido cuando, solo por ser amable, le sonrió y él lo ignoró, lo que le molestó.

—Tsk, mocoso...

Nada, ni siquiera se volteó por un momento. ¿Acaso se creía muy importante?

Cuando estaba a punto de golpear la mesa para llamar su atención, una delgada mano tocó el hombro del chico frente a él, quien volteó su rostro solo un poco, dando a entender que lo escuchaba.

—Sunggie, MinHo-sshi te está hablando — dijo SeungMin con un tono avergonzado. El mencionado notó el sonrojo en las regordetas mejillas de JiSung.

Pero, ¿por qué? se preguntó internamente.

—L-Lo siento, MinHo-sshi —se disculpó el castaño pasando una mano por su revuelto cabello.

El aroma a fruta golpeó nuevamente a MinHo, pero esta vez con más intensidad.

—Da igual — musitó cortante, sentándose de lado en su lugar para poder observar a los tres chicos. Gruñó bajo al ver cómo HyunJin lo ignoraba, concentrado en el menor de los cuatro, que había vuelto a hablar con él.

Iba a sacar su celular para pasar el rato cuando vio de reojo a JiSung observándolo fijamente, lo cual no le gustó para nada. Estaba a punto de reclamarle por mirarlo de esa forma cuando notó algo bastante peculiar en los ojos del, debía admitirlo, tierno chico: sus ojos eran grises, casi blancos.

Extrañado por la intensidad y el tono de sus ojos, dirigió su mano derecha hasta el rostro de JiSung, dejándola a solo unos centímetros y moviéndola suavemente.

Por un momento se sintió mal por haber pensado que lo ignoraba y por haberlo juzgado sin siquiera conocerlo ni hablar con él. Debería haber notado cierta peculiaridad por la forma tan fija en la que era “observado”.

—¿Cómo te llamas? — su voz salió suave y calmada mientras tocaba una de las manos del menor, quien volteó un poco su cabeza y arrugó su nariz.

Pensó que el contacto lo había incomodado, pero al darse cuenta de las pequeñas respiraciones que daba, entendió que estaba “olfateando” al que hacía la pregunta.

—M-Me llamo Han JiSung... Uhm... — dudó unos segundos antes de tomar la mano de MinHo con ambas suyas, sorprendiendo un poco al mayor. Aun así, no impidió el contacto—. Uh, MinHo-sshi es muy delgado.

—Puedes llamarme Hyung, JiSung — el menor sonrió, aún sonrojado, dejando ir las manos del otro.

—¿Yo puedo llamarlo Hyung?

❝Blind Eyes❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora