❝Blind Eyes❞『•MinSung•』

20

MinHo jamás hubiera imaginado que despertar con JiSung entre sus brazos, escuchando el sonido del mar de fondo y con la tenue luz que entraba por las ventanas, podría hacerlo tan feliz. Pero allí estaba, sonriendo como un tonto al ver a su lindo omega con la mejilla aplastada en su pecho mientras emitía quejidos al intentar acomodarse.

Una vez que el rubio encontró una posición cómoda, con su rostro escondido en el cuello del alfa, un suspiro tembloroso escapó de sus labios, estremeciendo a MinHo, quien inconscientemente apretó más su agarre alrededor del cuerpo del menor.

JiSung sonrió entre sueños, murmurando un ininteligible “Honnie” que enterneció al mayor.

Suaves golpes en la puerta lo sacaron de la burbuja que creó el dulce aroma de su omega, volteando hacia la pequeña figura de WonPil, quien los miraba enternecido.

—La cena está lista, bajen cuando quieran — sonrió dulcemente y los dejó solos, encantado por lo adorables que se veían.

MinHo suspiró e intentó incorporarse, pero fracasó cuando el peso de JiSung lo volvió a recostar en la cama.

—Honnie, no~ — gimoteó como un niño, abrazándose al cuello del mayor y restregando su pequeña nariz en el lugar donde el aroma de su Hyung se volvía más fuerte, marcándolo con su propio aroma a frutas.

—Sunggie, no me marques, que pensará mi suegra y tus tíos — avergonzado, intentó alejarse de su novio, consiguiendo que se sentara sobre sus piernas pero aún abrazándolo—. Joder...

—No maldigas — con un puchero, levantó su rostro, dejando ver un lindo sonrojo que encantó al pelinegro—. Quedémonos aquí, Hyung.

—Debemos bajar a comer, hemos dormido todo el día, no seas flojo.

—No soy flojo, solo... — arrugando su nariz, se removió en las piernas del mayor, sonrojándose a más no poder.

MinHo se sintió extrañado por el comportamiento de su omega y se sentó en la cama, llevando sus manos hasta su cintura, quedando con su rostro a escasos centímetros. Fue entonces cuando el fuerte aroma a menta y moras llegó a su nariz, aturdiéndolo y provocando que su lobo se removiera inquieto.

—No me digas que... — JiSung asintió con un pequeño puchero que fue besado dulcemente por el alfa—. Pero aún te falta un mes para volver a entrar en celo, ¿cómo pasó?

—¡N-No lo sé! Y-Yo... — con los ojitos llenos de lágrimas, mordió sus labios y movió sus orbes con nerviosismo—. S-Sentí el olor de Hyung y... n-no sé, se s-sentía bien...

—¿Qué se sentía bien? — preguntó acariciando con suavidad la espalda del omega.

JiSung se encogió en sí mismo, escondiendo su rostro en el pecho del pelinegro, sollozando sin saber por qué. Solo sentía que quería llorar, y las caricias de su Hyung en su espalda no lo ayudaban demasiado.

De repente, la puerta de la habitación fue abierta por un alfa de cabellera rubia, quien al ver la comprometedora situación en la que se encontraba su mejor amigo se arrepintió de haber entrado sin golpear.

—Mierda, MinHo, lo siento, no sabía...

—No pasa nada, HyunJin, tranquilo — para sorpresa del mencionado, su amigo estaba sumamente tranquilo, incluso con su omega en celo y llorando. Las fuertes feromonas que el omega había comenzado a liberar eran claramente producto de un celo no controlado.

Algo confundido, se quedó junto a la puerta de la habitación y se acercó a la cama donde estaba la pareja. Cuando iba a sentarse, la afilada mirada del mayor se lo impidió. Ahí estaba el alfa, protegiendo a su omega.