Siempre ha sido ella // Anahug

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- Samantha más rápido

Vamos los cinco andando por las calles de Madrid intentando llegar lo antes posible a la iglesia, queda media hora para que empiece y los chicos tienen que estar junto a Hugo lo antes posible.

- Si llego a saber que aparcamos tan lejos no me pongo estos tacones -se queja ella

Llegamos a la calle donde se encuentra la gran iglesia y vemos como esta lleno de periodistas que están esperando a sacar la mejor foto de los novios y queriendo descubrir quienes son los invitados millonarios que entran a la iglesia.

Entramos y a la primera persona con la que nos encontramos es con Ana.

- Por fin habéis llegado -nos dice al vernos entrar- estoy atacada de nervios y creo que Hugo necesita ver a sus amigos

- ¿Dónde está? -pregunta Mai

- En el baño

No hace falta que diga nada más para que todos empecemos el camino hacia los baños, pero Ana me para, separándome del grupo.

- Cariño tengo que hablar contigo

- Claro, dime -mira a los lados y me coge para llevarme a una sala

- Anaju -me coge de las manos y veo como se fija en el anillo para que después le salga una sonrisa

- Me lo dio Hugo hace dos noches -lo acarició

- Te queda precioso

- Es que el anillo es precioso -nos sonreímos mutuamente

- Ana -suspira- no sé como decírtelo...

- Me estas preocupando

- ¿Tú quieres a mi hijo?

Y ahí estaba la pregunta del millón, quise mentirle, quise decirle que no y que hoy las dos íbamos a ver a su hijo casarse y que teníamos que estar contentas, pero estaba cansada de mentir y a ella no se lo podía hacer.

- Sí, amo a tu hijo

- Pues no dejes que se case -me sorprendió oír sus palabras

- ¿Cómo?

- No quiero que os equivoquéis, quiero que seáis felices y eso tan solo lo seréis si estáis juntos

- Ana, no podemos, tu hijo ya me lo ha dejado bastante claro

- Mi hijo tiene miedo... Mi hijo tiene miedo de perderte

- Ana, tu hijo no está enamorado de mi, lo nuestro ha sido fugaz, ha sido bonito pero rápido

- No digas eso porque sabes que no es verdad -agaché la cabeza

- Yo lo siento muchísimo, pero no puedo hacer nada, si la que se fuera a casar fuera yo, te aseguro que ya lo habría cancelado todo, pero esto está sus manos

- No está solamente en sus manos -dijo triste

- Ana, no sé que está pasando, soy incapaz de descubrirlo, de todos los años que hace que conozco a Hugo es la primera vez que no he podido entender sus pensamientos

Nos quedamos calladas mirándonos, y en sus ojos tan solo podía ver pena, pero es que en los míos tan solo se podía ver dolor.

- Será mejor que vayamos hacia ahí, tenemos que ver como tu hijo se casa y tenemos que estar a su lado el día más importante de su vida

Me dirigí hacia la puerta

- Anaju -me paré antes de salir- ¿Te puedo pedir una cosa?

- Adelante