19

2.3K 136 20
                                    

POV HUGO

Podía ver desde el otro lado de la carretera como la cola podía llegar hasta el final de la esquina. Habíamos quedado el grupo en vernos en el local para ver tocar a los amigos del trabajo de Anaju que tenían una banda y hacían bolos en salas pequeñas.

Anaju

¿Te queda mucho?

Hugo

No

Hugo

Ya llego

Hugo

Hay mucha cola intentaré meterme por detrás y así entro antes


Me metí por la calle de al lado y cuando vi como uno del personal salía por una de las puertas traseras yo aproveché para poner la mano justo cuando se iba a cerrar.

Una vez dentro se podía respirar el olor a concierto, podía oler alcohol, tabaco y sudor, sin ninguna duda estos olores juntos provocaban una gran adrenalina en mi cuerpo. Los instrumentos los podía escuchar de fondo, como se estaban haciendo pruebas de sonido y se comprobaba que cada uno de los micrófonos funcionasen perfectamente.

De lejos pude ver a mis amigos muy cerca del escenario, hablaban con algunos de los compañeros de trabajo de Anaju, ellos solían unirse siempre que había concierto y así hacían piña dentro y fuera del trabajo.

- Hola -dije una vez que llegué

- Hombre que por fin llegas -dijo Mai- nos pensábamos que no llegarías

- Mi padre me ha enredado en el trabajo

Mis ojos conectaron con los de ella y una pequeña sonrisa nos salió

- ¿Y a ti que te pasa? -le dije chulesco

-Eh eh te tranquilizas -me picó en las costillas

- Tú y yo vamos a tener un problema -me acerqué

- Todos los que quieras -me encaró y después sin evitarlo una pequeña risa apareció en el rostro de cada uno

- ¿Me acompañas a por una cerveza? -le cogí de la mano mientras la llevaba entre la gente

- ¿Para que preguntas si ya me estás llevando?

- Porque sabía que la respuesta iba a ser que sí

Una vez que llegamos a la barra no aparté mi mano de la suya, al contrario, la cogí con más decisión dejando claro que no quería que nuestro contacto físico se cortara.

- Disculpe -llamé a una camarera joven- una cerveza y una limonada por favor -dije mirándo a Anaju para encontrar su aprobación

- Sí gracias

Me acarició una pequeña parte de mi mano con su pulgar y mi corazón se aceleró, intenté mostrar indiferencia pero no pude evitar una pequeña sonrisa. Cada uno cogió su bebida y nos volvimos a ir hacia el grupo, al cabo de 5 minutos aparecieron en el escenario y separó su mano de la mía para aplaudir. Hice lo mismo pero sin ninguna duda sentía mi mano vacía, la miré y pude ver como sus ojos se iluminaban en la oscuridad, no tardó ni un segundo en empezar a cantar la melodía. Y ahí estaba ella, libre sin ataduras, gritando a pleno pulmón sintiéndose libre, y es que así era como me gustaba más, siendo ella, emocionándose como una niña pequeña.

Casi al final de la canción me pilló mirándola y yo tan solo pude reír con un poco de nerviosismo, ella se acercó y me abrazó para bailar juntos.

- ¿Pasa algo? -me dijo al oído intentando que su voz se escuchase por encima de la música

- Tan solo te miraba -conectó su mirada con la mía extrañada- miraba lo guapa que eres -ella se sonrojó y me tapó la cara con la mano

- Eres todo un don Juan

- Contigo siempre -y volvió a reír

Podía oír su risa por encima de la música, y sin ninguna duda era el sonido más bonito, podían pasar los años que siempre elegiría su risa por encima de todo, mejor dicho, la elegiría a ella siempre.

Después de casi una hora de concierto empezó a sonar una balada, no dudé en coger a Anaju que se encontraba delante mío y acercar su espalda a mi pecho. Con mi brazo derecho la agarré por debajo del cuello y apartó su peló del lado de la nuca de su izquierda para que mi cabeza se pudiese apoyar ahí y que su melena no molestase a la acción. Dejé que mi barbilla se apoyase en su hombro y dirigí mis labios a su oreja donde me permití cantar la canción flojito. Ella llevó sus manos a mi brazo para dar pequeñas caricias y podía ver como una pequeña sonrisa aparecía mientras le dedicaba cada una de las palabras que sonaban.

Si tú quisieras vivir conmigo, para siempre
Entonces, tú serías diferente del resto de la gente
Si me siento derrotado, tú me haces más fuerte

Entonces la canción empezó a coger más fuerza y ella decidió empezar a cantar la canción junto al resto de la gente.

Y yo, que no puedo estar sin ti
No he encontrado la manera de que no tengas que morir
Si te quedas quieta ahí
Yo te grabo en mi cabeza cuando no paras de reír

No podía quitar mi mirada de ella, estaba con los ojos cerrados apoyando su cabeza en el hueco de mi nuca mientras cantaba, dejándome una perfecta visión de su perfil, parecía hecho a medida, colocando cada parte de su rostro delicadamente para crear una obra de arte como era ella.

No está demostrado que el sol se quede fijo ahí
Y que la luna y las estrellas vayan a estar para que las puedas tú mirar

Entonces se giró sobre ella misma para que nuestras narices se rozarán, sus manos se dirigieron a mi nuca como siempre hacia, y es que me encantaba notar el tacto de sus dedos en mi piel y sobretodo en mi cuello. Con un poco de timidez nos cantamos la canción, con una sonrisa nerviosa, podía notar su respiración tan cerca que me nublaba el pensamiento, ya no sabía ni que estaba cantando tan solo sabía que ella estaba entre mis brazos cantándome esa canción.

A mí me gustaría
Que vivamos para siempre
Y que seamos jóvenes eternamente

No aguanté más, una fuerza extraña me impulsó a cortar la mínima distancia que quedaba nosotros, llevé una de mis manos a su nuca para atraerla lo máximo posible a mi y que no se escapara. Pero por sus manos acercando mi cuerpo más al suyo me dejaba claro que sus intenciones no eran alejarse. Sus labios acariciaban los míos lentamente sin querer que el momento terminase y es que su boca se estaba convirtiendo en mi mayor adicción y mi favorita.

No separamos y ella mordió mi labio inferior poco a poco para alargar el momento, pero es que estaba despertando cosas en mi que no tenían que despertar, más que nada porque no era el lugar más indicado.

- No sé como he vivido sin tus besos tantos años -dije con la voz ronca

- No podemos cambiar el pasado pero si que podemos el futuro

Su mano lentamente me acarició la mejilla y supe que era ahí donde quería estar, junto a ella, no sabía que iba a hacer en un futuro pero lo que si que sabía es que quería que ella estuviese en mi vida.

Siempre ha sido ella // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora