Oigo como con las llaves que le presté abre la puerta, estoy en el salón sentado en el sillón con la botella casi vacía en la mano mirando por el gran ventanal que me da unas grandes vistas de Madrid.
- Hugo -grita preocupada
- Aquí -murmuro, oigo como sus pasos van de un lado a otro buscándome hasta que llega a la sala y no oigo nada más
- Hugo -sus pasos vuelven a sonar
Noto su presencia a mi lado y no dice nada cuando me ve, tan solo se agacha y me abraza, y es notar mi cuerpo entre sus brazos para que me eche a llorar como un niño pequeño.
Y ahí está lo que necesitaba, sus brazos, su presencia, necesitaba a esa chica que siempre estaba conmigo, necesitaba a la que sabía que siempre iba estar ahí.- Shhh -hacía ese sonido en mi oído para calmarme- estoy aquí cariño
Mis lágrimas seguían cayendo, mi respiración era fuerte, mis manos cogían su cintura intentando encontrar algún sitio donde agarrarme, un lugar que no me permitiera caer, y sabía que ella nunca me iba a soltar.
- Hugo mírame -sus manos se posaron en mis mejillas y me quedé mirando fijamente sus ojos
Tan solo su mirada hizo que me tranquilizase, sabía que no estaba solo, que ahí estaba ella para cogerme cuando me iba a caer. Ella era mi paracaídas, cuando me estaba cayendo siempre estaba ella para salvarme.
- Ahora me vas a dar la botella -su mano se puso sobre la mía la cual estaba cogiendo la bebida y cuando ella tenía el agarré firme solté la botella- muy bien -la dejó encima de la mesa- y nos vamos a ir a duchar -asentí
No tenía fuerzas para moverme, mi cabeza no dejaba de dar vueltas y mi equilibrio estaba bastante dañado.
- Uno, dos, tres -y me ayudó a levantarme, puso mi brazo sobre su espalda y poco a poco nos fuimos andando hacia mi baño
Ninguno de los dos hablaba, yo tan solo me dejaba llevar por ella, mi vista estaba bastante nublada y mis pies se tropezaban entre ellos. El camino hasta el baño no fue fácil, pero ella en ningún momento me soltó, todo lo contrario, cuando parecía que ya no aguantaba más me cogía más fuerte.
Me sentó en el retrete y se fue para abrir el agua de la bañera, una vez hecho eso vino hacia mí para quitarme la camiseta sudada que llevaba a causa del deporte que había hecho por la mañana y por el alcohol. Después sus manos fueron a mis pies para deshacerse de los zapatos y de los calcetines, quitó mis pantalones dejándome con calzoncillos. Mis piernas temblaban y eso hacia que la tarea le fuese más difícil pero para ella nada era imposible.
- Venga ahora con cuidado métete -metí mis piernas dentro de la bañera y noté como el agua fría congelaba mis piernas
- Hace un frío que congela pingüinos -me quejé
- No seas exagerado -la miré ofendido y ella sonrió- venga siéntate
Una vez que me senté dentro, ella también se sentó en el suelo y apoyó sus brazos en la bañera sin perderme de vista. Sumergí mi cabeza en el agua congelada durante unos segundos, ahora mi cuerpo estaba totalmente mojado, mi boca temblaba y mis brazos abrazaban mis piernas. Nos quedamos callados, notaba su mirada puesta en mi, pero mi mente seguía pensando en lo que había pasado hacia una hora.
- Se ha ido -hablé por primera vez- me ha dejado por Juan
- ¿Por Juan Botín? -preguntó sorprendida
- Se ve que le gusta la competencia -me reí irónico
Nos volvimos a callar
- He entrado después de irme a correr como cada mañana y me la he encontrado haciendo las maletas, toda la habitación está hecha un desastre -susurré
- ¿Te ha dado alguna explicación? -ella tampoco hablaba alto
- No está enamorada de mi -la miré- dice que no nos complementamos -una lágrima traicionera volvió a caer al recordar sus palabras- después de 3 años se atreve a decir que no me quiere, que no soy su persona -digo incrédulo- ¿Te lo puedes creer?
Ella no contestó, tan solo me escuchó atentamente
- Y hoy teníamos que ir a mis padres, la tenía que presentar, estaba seguro de que ella era la indicada para llevarla a conocerlos
- ¿Siguen con lo de que la primera chica que lleves a su casa es con la que te tienes que casar? -me preguntó y yo asentí
- Y mi padre me ha llamado, pidiéndome que fuésemos antes para tratar algunos temas de la empresa, y cuando le he dicho que a lo mejor no iba a ir ella... -se entrecorta mi voz y no soy capaz de seguir- me va a destrozar la vida como no me case en 3 meses
- Pues que nos la destroce a los dos juntos -sonreí ante su comentario- llevamos desde el primer año de universidad juntos y siempre hemos salido adelante en todo lo que nos ha pasado... ¿Por que esta vez va a ser diferente?
Nos quedamos callados y de repente me vino a la mente una idea, una idea inútil y sin pies ni cabeza, pero era lo único que podía hacer.
- Ana
- Oh no -negó con la cabeza
- Si no te he dicho nada aún
- Me da igual, siempre que tus frases empiezan por un "Ana" lo que sigue es una idea tuya que no tiene sentido
- No es verdad -me hice el ofendido- ni me has escuchado
- Pero ya se que es algo que no me gustará
Le cogí de la mano y entrelacé nuestros dedos buscando contacto entre nosotros.
- ¿Sabes que nunca te haré daño, no?
- Lo sé
- Entonces escúchame -nos quedamos mirando fijamente hasta que ella sonrió y negó con la cabeza, y sabía que ese gesto significaba que había ganado la partida
- Dispara
- Hace unos momentos que has dicho que siempre hemos salido de todos los problemas juntos -asintió- y tú siempre estarás ahí conmigo
- Así es -afirmó
La miré fijamente y me acerqué al borde de la bañera donde ella estaba apoyada, le acaricié la cara y cuando supe que tenía toda su atención en mi solté mi propuesta.
- Cásate conmigo

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Siempre ha sido ella // Anahug
FanfictionHugo pertenece a una de las familias más adineradas del país. Anaju trabaja en una agencia de publicidad. Hugo se iba a casar pero su prometida le ha dejado. Anaju no tiene novio, ni quiere. Hugo tiene que presentar a sus padres a su prometida o si...