Siempre ha sido ella // Anahug

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- A ver escúchame atentamente -nos separé antes de que se fuera con mis tíos a la posición de salida- en la última curva para llegar a la línea de meta, hay en el barro como un pequeño saltito, no se ve, pero está. Así que antes de subirlo haz una pequeña pausa, tan solo frena un poco, y después cuando estés encima de él mete embragué y cambia de marcha. Ellos no te lo van a decir, pero si no lo haces vas a salir volando hacia la paja...

- La única que me quiere en esta casa -dijo burlón

- Sí sí, tú ríe mucho, pero hazme caso, mi tío Jose ira a ponerte al límite en esa zona, te hará creer que tienes ventaja para que tú aceleres -le planché el mono que llevaba para la carrera con mis manos- pero escúchame por una vez en tu vida, no aceleres Hugo

- No acelero

- Venga ahora, quiero ver como les ganas -le di un beso en la mejilla y me fui dejándolo ahí parado

Hoy por la noche me había despertado sudada, demasiado sudada, y eso era porque había tenido un sueño erótico con él. Lo peor es que se sentía demasiado real, cuando me desperté me costó pensar en que su boca no me estaba haciendo llegar octava maravilla. Y cuando me di cuenta de que era un sueño me frustré, las hormonas me estaban matando, y sus comportamientos aún peor. Podía pasar de ser un bebé, a ser el hombre más caliente de la tierra. Ahora mismo con el mono puesto, el pelo despeinado y la sudor que le caía por el cuello estaba demasiado sexy, y haber estado 7 meses sin ningún contacto sexual no ayudaba.

- Hugo va a volar -dijo burlón mi primo Javier

- No lo hará

- ¿Qué nos apostamos?

- Lo que quieras

- El 31 me invitas a todas las copas que quiera en la fiesta

- De acuerdo, si no es así, como yo no puedo beber, el 1 tendrás que llevar el desayuno a todas las casas de la familia

- De acuerdo, sé que ganaré

- Lo que tú digas -estrechamos las manos y se me escapó una sonrisita que mi hermana no pasó por alto

- Eres una tramposa -me susurró

- No sé de que me hablas

- Eres mala -nos reímos

- Tan solo quiero que el padre de mi hija llegué vivo a casa

- ¿Lo quieres enterito pa ti, no?

- No seas mente sucia

- Pero si yo no he dicho nada, deje de tener pensamientos sucios con el padre de tu hija -suspiré

- Si tu supieras -pensé que lo había dicho suficiente bajo

- ¡Ana! -dijo sorprendida al oírme

- Mierda pensaba que no me habías oído

- Tan solo te digo una cosa, ya follasteis una vez en casa, no pasaría nada si volviese a pasar

- Cristina por favor -miré hacia los lados para ver si alguien la había oído

- ¿Que pasa? No digo ninguna mentira -rodé los ojos- tan solo digo lo que tú no te atreves a decir

- ¿Podemos dejar de hablar de mi vida sexual, por favor?

- Como tú quieras, pero las dos sabemos que le tienes unas ganas importantes al rubio

- Cristina deja de imaginarte cosas

- Di lo que quieras, que a lo mejor cuanto más te lo repitas más te lo crees...