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POV HUGO

Miro su última conexión, las 10:47.

Miro el reloj de mi ordenador, 12:23.

Estaba nervioso, hacia tiempo que esa idea loca rondaba por mi mente.
Desde que nuestros labios solían chocar continuamente no podía quitar el pensamiento ese del amor.

Bendita palabra de 4 letras que provocaba miles de sentimientos pero ninguno claro, parecía mentira como una palabra tan pequeña era imposible de explicar y jugaba con la mente de las personas. Porque el amor siempre está ahí, en tu casa, en los abrazos, en las caricias, en las miradas, pero así como está también en cuestión de segundos puede desaparecer.

Y ahí estaba mi mayor miedo, que todo lo que tenía con ella se fuese, desde hacia 8 años la había tenido siempre a mi lado, y ella me había enseñado lo que era querer a alguien por encima de todo lo posible, me había enseñado lo que era querer a alguien como si fuese tu familia sin compartir sangre, pero lo más importante es que me había enseñado a querer bien. Una cosa que yo nunca había sabido hacer, las novias que había tenido todas eran diferentes a ellas, y eso me abrumaba, no sabía como vivir a su lado y ser suficiente para ella, no sabía como hacer que lo nuestro funcionase.

Yo un chico que se rodeaba de superficialidad.

Ella una chica que vivía alrededor de la verdad.

Desde el momento en que la vi estaba convencido que había entrado a mi vida con un propósito, ser mi fiel protectora, porque así era ella, fiel como nunca, y mi calma inconsciente. Su sola presencia podía hacer que mi peor día se convirtiera en mi mejor día, era estar a su lado y que todo lo malo que me podía pasar desapareciera. Porque así era ella, un ángel, mi ángel de la guarda.

- Buenos días -entró mi padre por la puerta de mi despacho

- Buenos días -me levanté enseguida, él se dirigió a la zona donde tenía una serie de bebidas para los clientes y se sirvió una copa de whisky

- ¿Cuánto tiempo pensabas ocultármelo? -me quedé sin aire

- ¿A qué te refieres?

Se hizo el silencio, pesaba la tensión en el ambiente y él con su presencia inundaba toda la sala para hacer que el miedo corriera por mis venas. Se giró hacia mi para clavar su mirada en la mía, pegó un sorbo a la copa y poco a poco se fue acercando hacia el ventanal.

- ¿Te piensas que soy tonto? -no era capaz de decir nada- ¿Me vas a contestar? -levantó la voz

- No sé a que te refieres -dije con un hilo de voz

- ¿Quieres dejar de tomarme el pelo?

Mi padre no me iba a gritar, porque él no era así, me iba a mirar fijamente, iba a hacer que sus ojos se clavasen como dagas en los míos e iba a hacer que todo el respeto que tengo por él ganase la partida. Él no necesitaba hablar, él tan solo con su silencio era capaz de atormentarme y conseguir que me castigase por mis hechos una y otra vez.

- La vas a dejar -fe conciso- mejor dicho vais a dejar de fingir

- No estoy fingiendo -y era verdad, cada vez era más complicado esconder que algo estaba creciendo en mi

- Hugo -la manera en que dijo mi nombre se clavó en mis pulmones- no te vas a casar con ella -hizo una pausa- nunca lo harás

- ¿Quién eres tú para decidirlo?

- El hombre que te ha criado

- Lo ha hecho mamá -se rió sarcásticamente

- Sin mi no eres nada -se acercó hacia mi- o sigues mis órdenes como siempre o te juro que tu vida será un infierno

- No quiero ser más tu títere -estaba intentado afrontar sus amenazas

- Lo serás -me cogió del cuello- todo lo que tienes es por mi, y todo lo que tiene ella se lo conseguiste tú por mis contactos -mis ojos se estaban convirtiendo en vidriosos a causa de la falta de aire- ¿Te creías que no iba a saber que tú la enchufaste donde trabaja hoy? -se rió- a ella la puedes engañar y se puede pensar que todo lo que es, es gracias a ella, pero acuérdate de que yo lo sé todo

- A ella no la toques -intenté decir entre bocanadas de aire

- Sé que a ti te importa una mierda lo que te puedo hacer, pero ella es tú talón de Aquiles, siempre lo ha sido -hubo un silencio- o haces lo que yo te digo o ella se quedará sin nada, tan solo sabrá toda la verdad y haré que te odie hasta el último de sus días

Intenté resistirme pero el mareo ya reinaba en mi cabeza, podía notar acidez en mi garganta y temblor en mis piernas, así que tan solo pude asentir, dejando claro que él había ganado.

- Así me gusta -me soltó y me pegó unas pequeñas bofetadas en la mejilla

No era capaz de levantar la mirada, ahora mismo me daba vergüenza yo mismo, siempre alardeaba sobre lo fuerte y libre que era, pero no era capaz de enfrentarme a mi padre.

- Esta noche tienes una cena -dijo antes de abrir la puerta

- ¿Con quién? -dije flojo

- Con Julia

- Ella está con Juan

- Ya no, lo ha dejado, se ha dado cuenta que lo que hizo fue un capricho

- ¿Tengo que hacer como si nada hubiese cambiado?

- Es que nada ha cambiado -abrió la puerta- de aquí un mes te vas a casar con ella como estaba planeado

- La gente va a sospechar

- No lo hará, Julia es de nuestro rango social y su familia también tiene poder, cualquiera que hablé un poco más de la cuenta sobre estos dos últimos meses tendrá unas consecuencias que asumir

- ¿Qué haremos con mamá?

- Querrás decir "¿Qué harás?" -bajé la mirada a mis manos- eres tú el mentiroso, ahora te toca arreglar lo que has roto

- ¿Y con ella?

- Ella seguirá donde ha estado siempre, en el puesto de la mejor amiga -algo dentro de mi se rompió- y Hugo, como ella sepa de está conversación, le contaré todo lo que no sabe

Asentí y él salió de mi despacho dejándome solo.

Sonó mi telefono

Anaju

¿A qué hora me pasas a buscar?

¿Has hecho la reserva a las 21:30?

HUGO

Al final no podré quedar esta noche

Me ha surgido un contratiempo

Siempre ha sido ella // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora