36

2K 138 126
                                        

POV CRISTINA

- Espera, antes de entrar -paré a mi madre- ¿Qué crees que ha pasado?

- Hay dos opciones, que el piso este lleno de ropa por el suelo o la otra que tu hermana le haya enviado a la mierda

- ¿Y que hacemos si es la primera?

- No miramos dentro de la habitación y nos vamos directamente a la de invitados

Eran las dos de la mañana, y nos habíamos pasado la cena intentando tardar el máximo tiempo posible para darles tiempo.

Mi madre abrió lentamente la puerta sin hacer ruido y la casa estaba en un silencio supulcral. Vimos que no había ropa por el suelo y eso nos impulso a ir hasta la habitación de Anaju para saber si necesitaba nada.

Lo último que no esperábamos ver era a los dos vestidos durmiendo abrazados, pero lo que más nos enterneció fue ver como sus manos permanecían entrelazadas encima de la barriga de ella. De repente Anaju se movió y las dos nos quedamos paralizadas por miedo a ser descubiertas. Pero mi hermana giró su cuerpo completamente y escondió su cara en el cuello de Hugo, pasando además una de sus piernas entre las de él. Hugo no tardó en abrazarla y acariciar su mejilla con la cabeza de ella.

No necesitamos nada más para saber que sobrábamos y que habíamos hecho bien en irnos.


POV HUGO

Noté como de repente algo se movía a mi lado de manera brusca para después no notar ningún cuerpo a mi lado. Abrí los ojos y vi como su melena desaparecía por la puerta, me asusté y no tardé en seguir sus pasos para encontrarla con su cabeza metida en el retrete.

No dije nada tan solo me puse detrás suyo y recogí su pelo con mis manos para que no se le ensuciara ni le molestara.

Oí unos pasos correr por el pasillo y cuando llegaron a la puerta vi a su madre preocupada pero no tardó en relajar su rostro al ver que su hija estaba bien.

- Como odio los vómitos matinales -dijo Anaju alzando la cabeza

- ¿Estás mejor? -acaricié con una mano su espalda

- Sí, no te preocupes

Se sentó en el suelo y yo no tardé en estirar la cadena y sentarme en frente de ella.

Nos quedamos mirando y pude ver en su rostro el cansancio que llevaba durante estos 6 meses. Pero igualmente la seguía viendo como la mujer más guapa del mundo.

- ¿Cariño necesitas algo? -preguntó su madre

- Te importaría prepararme una manzanilla y mientras me ducho

Teresa se fue y nos quedamos los dos otra vez, yo también me tenía que ir a casa a cambiarme e ir al trabajo.

- ¿Vas a poder entrar tu sola a la ducha?

- Sí tranquilo, aún no estoy como una vaca -se intentó levantar

- Espera, déjame que te ayude -le tendí las dos manos y la empujé hacia arriba

- Hugo, hoy a las 16:00 tengo hora con la ginecóloga para ver que todo va bien con la niña... ¿Quieres venir?

Eso significaba que iba a ver por primer a vez a mi hija y no me pude aguantar las ganas de abrazarla.

- Sí, ahí estaré -dije escondiendo mi cara en su cuello y le di un beso en ese mismo lugar- perdón -dije al darme cuenta de que le podría haber molestado- ya sabes la emoción...

- No te preocupes -se le notaba incómoda y yo supe que era el momento de irme








Entré por la puerta del hospital y corrí escaleras arriba, faltaban tan solo 3 minutos para que Anaju entrase y no podía llegar tarde.

Corrí por los pasillos hasta que vi la consulta de la doctora a la que iba Anaju, entré por la puerta y las vi a las tres sentadas esperando.

- Perdón por llegar tarde -le di un beso a cada una y me senté en el asiento de delante

- No has llegado tarde, has llegado... -dijo la hermana pero una enfermera la interrumpió

- Ana Julieta Calavia

- Has llegado justo -dijo la llamada y los dos nos levantamos para ir a la sala

- Buenas tardes -dijo Anaju al entrar

- Buenas tardes -levantó la cabeza la doctora y se sorprendió al verme- hoy no has venido con tu madre por lo que veo

- Así es -se sentó en una silla- hoy te traigo al padre

- Hugo Cobo -le tendí la mano para que me la estrechara- encantado

- Doctora Escarrer -me sonrió y dirigió la vista a Anaju- bueno cuéntame cómo has estado estas dos últimas semanas

No sé cuánto tiempo estuvieron hablando, pero yo en ningún momento dejé de prestar atención, escuché cada mínimo detalle, iba a dar el máximo de mi para que Anaju me perdonase y viera que estaba dispuesto a dar un 200%.

- Muy bien, vamos a ver como está la niña

Se levantaron y yo me quedé paralizado, no sabía que hacer, de repente me entró el miedo.

- ¿Papá no vienes? -me preguntó la doctora y salí del trance

- SÍ, perdón -me levanté enseguida y las seguí hasta la camilla

Anaju se tumbó y se elevó la camiseta dejando a la vista su barriga, no tardó en llegar un recuerdo de ayer, los dos abrazados acariciando su abdomen.

En ese preciso instante me di cuenta que mi hogar no era en un lugar, sino que mi hogar era ella.

La doctora puso un aparato encima de su barriga y me concentré en la pantalla que estaba a nuestro lado. Y entonces la vi, vi a mi niña, estaba ahí durmiendo, en paz, sin saber nada de lo que pasaba en el exterior.

No me di cuenta, hasta que noté en mis labios un gusto salado debido a mis escasas lágrimas.

- ¿Estás bien? -me preguntó Anaju acariciándome la mejilla

- Me acabas de regalar el mejor día de mi vida hasta la fecha -besé la palma de su mano y seguí mirando la pantalla para no perderme ni un solo movimiento.

- Bueno, enhorabuena a los dos, porque todo está yendo perfectamente -le limpió la barriga con una servilleta para quitar el gel- si todo sigue así la niña nacerá en Febrero

- Perfecto -dije ilusionado

- Ahora ya tan solo quedan unas semanitas para las navidades y disfrutadlas lo máximo posible, que cuando nazca ya no tendréis mucho tiempo para vosotros dos -nos guiñó el ojo y no tardamos en sonrojarnos

- No estamos juntos, es decir, no somos ni pareja -justificó Anaju y me dolió, no me molestaba que nos confundieran con una pareja

Salimos de la consulta y pusimos al día a Teresa y a Cris para que supieran como avanzaban las cosas.

- ¿No sé si os molestará, pero os gustaría que mañana hiciésemos una cena en mi casa, con el grupo, vosotras tres y mi madre? -pregunté al llegar a su coche

- ¿Y tú padre?

- Mi padre no se merece estar en la mesa

Siempre ha sido ella // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora