Siempre ha sido ella // Anahug

10

POV HUGO

El semáforo está en rojo.

Mis dedos golpean el volante impacientemente.

Miro de reojo el móvil por si hay algún mensaje.

Respiro.

Cierro los ojos buscando la calma que no he encontrado en todo el día.

Y me acuerdo de como ayer ella se fue, y ahí me quedé yo, solo sin mi mejor amiga, sin mi fiel acompañante. Corrí hacia fuera cuando me di cuenta pero ella ya se había ido en la limusina, vi como se alejaba y yo me quedaba de pie desde la entrada pensando en que acababa de ocurrir.

Me pasé toda la noche llamándola hasta que mis ojos se cerraron sin que me diese cuenta, pero hoy no he sido capaz de llamarla más tan solo le envié un simple mensaje con 4 letras "Hola". Su contestación no me había llegado en todo el día, lo había visto pero no me había respondido, pero lo peor de todo es que era la primera vez que nos peleábamos y no lo arreglábamos a los 5 minutos. No sabía ni si se iba a presentar esta noche a la cena de los sábados, no tenía ni idea, tan solo sabía que Samantha estaba al tanto de todo porque no dudo en llamarme y pedirme mis explicaciones.

Llegó a la puerta del restaurante y la abro con ganas para saber si ya está ella, y una vez que llego a un punto de vista donde la puedo ver me quedo paralizado. Está ahí hablando tranquilamente con todos y el sitio que normalmente ocupaba a su lado está ocupado por Bruno.

Así como me acerco veo que la mesa se queda en silencio y yo no dudo en dar un beso a todos pero cuando llego a su mejilla ella gira la cara evitando que lo haga.

Me duele ese gesto, nunca me había rechazado un beso.

Pero cierro los ojos, suspiró y llevo mis labios a su cabeza para dejar un simple beso.

Todos miran la escena y revisan cada uno de nuestros gestos, si me miran a mi ahora mismo tan solo encontrarán tristeza.

- Hola -digo una vez que me siento- ¿Cómo estáis? -intento que todo se calme

- Bien -respondió Maialen- ¿Tú?

- Podría estar mejor -y oigo como Anaju resopla ante mi respuesta

- ¿Qué os parece si pedimos? -dijo Flavio y todos asintieron

Nos quedamos en silencio pero la rabia por no saber que he hecho mal me come por dentro.

- Ya que vamos a pedir, yo quiero pedir explicaciones -no pude aguantar, no quería aguantar, necesitaba saber que había hecho mal

- Hugo -dijo Bruno

- No, Hugo, no -empecé a perder los papeles- ¿Qué pasa Anaju?¿Qué he hecho mal?Que yo sepa en ningún momento he hecho nada que te pueda sentir mal

- Sí lo has hecho -dijo de manera concisa y yo me quedé sin saber que decir

- ¿Se puede saber que he hecho?

- Besarme -eso no me lo esperaba

- ¿Estás así por el beso del golf? -pregunté incrédulo- pero si fuiste tú la de la idea

- No estoy así por ese beso -restregó sus manos por su cara- ¿Por que me besaste el miércoles cuando llegué a tu casa?

- Coño porque mi madre estaba delante -en verdad no lo sé, tan solo me salió solo

- Pero no hacia falta

- Joder Anaju -suspiré- no sabía que te molestaban tantos mis besos, si lo llego a saber no te beso nunca

- No son tus besos lo que me molestan

- Te estás contradiciendo -me reí incrédulo- ya no sabes ni lo que dices

- ¿Quieres dejar de comportarte como un auténtico capullo?

- ¿Cómo un capullo? -ninguno de los dos era capaz de medir sus palabras- ¿Cuándo dejarás tú de comportarte como si fueses doña perfecta?

- Eres un imbécil -se levantó, recogió sus cosas y se fue

Nos quedamos mirando como salía por la puerta y nadie dijo nada tan solo cuando ella desapareció me miraron esperando a que dijese algo.

- Joder -me levanté y me fui corriendo

Una vez que llegué a la calle miré a mi alrededor para verla a ella en un lado de la cera levantando la mano para intentar parar algún taxi, su misión pero estaba fracasando. Me quedé mirándola y ella sabía que estaba ahí lo que la molestaba aún más.

- ¿Vas a parar ya?

- Déjame en paz -dijo sin mirarme

- ¿Sabes que ningún taxi se te va a parar, no?

- Lo harán

- Bueno pues mientras espero... -cogí el mechero y me empecé a fumar un cigarro

- ¿Pero tú no lo habías dejado? -preguntó

- Lo había, pero estoy nervioso así que para tranquilizarme... -me miró

- Tú no necesitas fumar para tranquilizarte -estaba apoyado en una farola

- La única persona que consigue calmarme ahora mismo está discutiendo conmigo, así que creo que voy a tener que fumar -un taxi se paró

- Me voy -me dijo de manera chulesca

Mientras entraba no dudé en tirar el cigarro al suelo y meterme por el otro lado del taxi.

- ¿Qué haces? -se enfadó en cuanto me vio- Bajate

- No

- Pues me bajo yo -fue a abrir la puerta

- Oye os subís o os bajáis -dijo el conductor

- Nos subimos

- Nos bajamos -me contradijo ella

- Arranque por favor -cerré la puerta de mi lado contrario y até a Anaju con el cinturón dejando mi mano en el botón para evitar que se soltase

- ¿Vamos a hablar hoy o mañana? -me estaba hartando

- Mañana mejor -me vaciló

- Joder, eres insoportable -suspiré frustado

- Pues no me hables -hacía fuerza contra mi mano para soltarse

- ¿A dónde vamos? -preguntó el taxista

- No lo sé, conduce y ya se lo pagaré

- Pare cuando quiera

- No, conduce

- Oye yo peleas de pareja no quiero en mi taxi

- No somos pareja -dijimos los dos a la vez

- Anaju escúchame -le cogí de la cara y centré su mirada en la mía- ¿Te molesta que te besé? De acuerdo no lo haré nunca más, me salió sin querer, si quieres que dejemos todo esto también lo hacemos sin ningún problema -ella dejó de hacer fuerza para soltarse

- No vamos a dejar esto

- ¿Entonces cómo quieres que finjamos ser prometidos si estamos enfadados? -me aguantó la mirada hasta que suspiró y miró hacia abajo

- Es que no sé, supongo que me asusté cuando me besaste

- Te pido perdón, fue sin querer, te prometo que no te volveré a besar

- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo -nos quedamos mirando durante unos segundos y nos empezamos a reír ante la escena que acabábamos de hacer- venga vamos a cenar a algún sitio -ella asintió riéndose- puede parar donde quiera señor

- Dios como te odio -murmuró en mi pecho- nunca me puedo enfadar contigo