Siempre ha sido ella // Anahug

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Estaba sentado en el salón esperando a que Anaju y Cristina bajasen de su habitación.

Ya hacía un día que había llegado y hoy era Sábado lo que significaba que los jóvenes del pueblo se iban al bar a tomarse unas copas y a bailar.

Los padres de Anaju no habían dejado de insistir en que teníamos que ir, según ellos somos jóvenes y no nos podemos perder las fiestas. Tan solo querían que nos divirtiésemos un poco y dejásemos todo el estrés que traíamos de la ciudad junto a nosotros.

- Pero Teresa tenéis que venir un día a Madrid -dije

- Hijo mío si nosotros vendríamos, lo que pasa es que nunca encontramos un hueco

- Por las vacaciones de pascua, ay no que aquí tenéis las fiestas y Ana siempre viene

- ¿Por que no te vienes este año tú?, estoy segura que Ana estaría encantada con la idea

- Haré un pensamiento sobre la propuesta -y oímos como las chicas bajaban por las escaleras

Visualicé las piernas de Anaju e iba con un unos pantalones de tiro alto de pierna ancha de color burdeos y arriba un top del mismo color, este se fijaba a su silueta y dejaba ver un poco de su piel entre cada pieza. Su pelo estaba liso y llevaba un poco de maquillaje, pero el suficiente para confirmar que su belleza era perfecta.

- ¿Nos vamos Hugo? -preguntó Cristina

- Sí -carraspeé- claro -la volví a mirar de arriba abajo- estáis espectaculares -de repente empezaba a tener mucho calor y tuve que remangarme la camisa

- Tú también estás guapo -me guiñó el ojo Anaju y sin darme cuenta noté como mis mejillas se sonrojaban

- Bueno será mejor que nos empecemos a ir -volvió a decir la hermana

- Sí claro -me puse a su lado para empezar a irnos

- Portaos bien -dijo Ignacio

- Y no os descontroleis mucho, y bebed con cabeza por favor -dijo Teresa

- No os preocupéis yo os las vigilo -dije lo más seguro provocando una risa

- La que tendrá que controlarte seré yo -dijo Anaju

Ya llevábamos como una hora sentados en un mesa redonda donde había amigos de Anaju de toda la vida, pero especialmente había una chica parte del grupo con la que no había dejado de compartir miraditas.

Decidí ir a buscar otro gintonic y así ver como estaba un poco el local pero cuando estaba en la barra noté como alguien se ponía a mi lado.

- Así que tú eres el mejor amigo de Ana -afirmó mientras se apoyaba en la barra

- El mismo -giré mi cuerpo un poco hacia ella

- ¿Y se puede saber si tienes novia? -me sirvieron la copa y pegué un trago

- No, no tengo novia -me miró de arriba abajo- ¿Quieres un poco?

Ella ante mi propuesta, cogió la pajita que tenía la copa y la chupó lentamente, mis ojos se fueron directamente a su boca y empecé a notar como mis pantalones apretaban un poco.

- ¿Así que eres de esas? -enarqué una ceja

- ¿A qué te refieres? -ella se acercó más hacia mi

- De las que les gusta provocar -yo también me acerqué

- ¿Así que tú eres de esos?

- ¿De cuáles?

- De los que siguen el rollo -nosotros ya no mirábamos a los ojos sino que nuestras miradas estaban puestas en la boca del otro

- ¿Y no te gusta que te sigan el rollo?

- Me encanta -me susurró en el oído- ¿Qué te parece si vamos a bailar?

- Me encantaría

Me cogió de la mano y en el momento en que llegamos a la zona donde había la "pista de baile" ella no dudó pegar su cuerpo al mío y empezar mover sus caderas hacia las mías. Entre el alcohol y el calentón que me estaba provocando mis sentidos ya estaban totalmente perdidos y no podía pensar con claridad.

- ¿No tienes nada con Ana? -me preguntó al oído

- No -giré mi cara para mirarla- ¿Por qué lo dices?

- Por que no ha dejado de mirar ni un solo momento hacía nosotros, y digamos que no es una mirada muy agradable... -nos di la vuelta para comprobar con mis propios ojos que lo que me decía era verdad- Hugo si tenéis algo dímelo, no es ningún problema, ella es muy buena amiga mía -le cogí de la cara

- Ella y yo tan solo somos mejores amigos -ella se rió

- Yo no miraría así al ligue de mi mejor amigo -junté nuestras frentes

- ¿Tú crees que ella siente algo por mi? -no sé si en mi tono había un poco de esperanza pero si sé que algo estaba despertando en mi

- Hugo, me encantaría que los dos follásemos en el baño como unos adolescentes con las hormonas alborotadas -hizo una pausa- pero tengo la sensación que si lo hacemos tú mente estará en esa morena de ahí que ya me ha matado con su mirada

- Pero nosotros no somos nada -intenté encontrar respuestas

- No lo sois pero lo seréis -me acarició la cara

- ¿Y que hago para que ella me miré de manera diferente?

- Mirarte de manera diferente lo hace, lo que pasa es que ella nunca se atreve, es así desde pequeña, siempre vive en

- Sus zonas de confort -terminé por ella

- Así que la vamos a tener que provocar -subí las cejas

- No me digas más

Nuestras narices se rozaron y cuando supe que teníamos toda la atención de Anaju no dudé en atacar los labios de su amiga, ella llevó sus brazos a mi cuello para intensificar aún más el beso y yo procuré que mis manos viajaran al final de su espalda para que nuestras caderas se encontrasen. Nos fuimos separando mediante picos y una vez que terminamos de besarnos nos quedamos mirando.

- ¿Sigue ahí? -pregunté de espaldas

- No -miré como miraba por todo- no ha sido capaz de ver como nos comíamos la boca -y nos empezamos a reír

- ¿Estás segura de que ella siente algo por mi?

- Hugo, ves a por todas con ella, Ana pondrá miles de muros

- Los famosos muros -suspiré

- Así es, pero tú no dejes de intentarlo