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1 palabra

8 letras

1 vida detrás

2 personas

Los únicos pensamientos que podían pasar por mi mente una y otra vez, intentaba repasar el momento intentando encontrar el momento del error. Pero por mucho que mi cabeza no pudiese dejar de dar vueltas, no encontraba ese fallo.


Anaju

Os quiero ya en mi casa

Mai

¿Cuánto tiempo me das?

Sam

¿Qué pasa?

Anaju

Por favor, os necesito

Anaju

No me preguntéis pero venid


Dejé el móvil, me tumbé en la terraza y me acaricié el tatuaje de mi brazo, me calmaba verlo, me recordaba a mi huerto de Alcañiz y la paz que sentía al estar ahí.

Hacia 1 mes que Hugo se había casado y se notaba, lo veía pero no cada día como hacíamos antes. Ahora podían pasar dos días tranquilamente sin vernos y antes eso era inimaginable, pero era normal tenía su vida de casado y ahora mismo tenía muchos negocios para cerrar.

Pero tampoco me iba a mentir, mi mejor amigo estaba cambiando, la rutina le estaba consumiendo y por mucho que él me lo negara poco a poco su alma se iba apagando más y más. No podía hacer nada, tan solo estar a su lado y esperar a que me necesitase, porque por mucho que las cosas se complicasen no me iba a ir a su lado. Había visto como se casaba con otra, ahora ya no podía ver nada que me hiciese más daño.

El timbre sonó y rápidamente abrí la puerta para encontrarme a Sam, no dudé en abrazarla y cerrar los ojos para sentir que no estaba sola, que las tenía a ellas.

- Menos mal que has llegado, no podía más

- Mai estaba aparcando -y justo apareció por las escaleras

- Gracias por venir -cuando llego a mi altura la abracé con todas mis fuerzas

- ¿Jujiti qué pasa?

- Será mejor que lo veáis vosotras

Las dirigí al baño y al entrar me senté en el retrete

- ¿Qué se supone que tenemos que ver? -preguntó Sam

Con mi cabeza y con temor les indiqué que miraran hacia la mesa. Las dos miraron hacia la dirección que les marqué y abrieron mucho los ojos al ver lo que tenían que mirar. Se acercaron y lo miraron de cerca a la vez.

- No me jodas -dijo la rubia

- Hostia

Me miraron y yo no sabía donde meterme, tan solo quería correr y pegar con la cabeza a la pared por haber sido tan tonta.

Se hizo un silencio y podía notar sus miradas clavadas en mi esperando alguna reacción por mi parte.

- Positivo -afirmé

- Ven aquí

Me acerqué a ellas y las tres nos unimos en un mismo abrazo, una lágrima cayó por mi mejilla pero solo una, no me podía permitir llorar más.

- Hay gente que tiene mala suerte y después estoy yo -me separé y me volví a sentar sobre la tapa del vater

- No digas eso -Mai se arrodilló y me cogió de las manos

Siempre ha sido ella // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora