Las cosas no duran para siempre, en algún momento se terminan. Eso está a punto de suceder con mi tranquilidad dentro de mi hogar.
La semana que viene haré dos cosas muy importantes:
1. CORTARME EL PELO.
Hace semanas que vengo esperando que mi mamá me lleve a cortarlo, pero sé que no va suceder, así que tomé el asunto en mis propias manos. La cuestión es que tengo una amiga que sabe de peluquería, y la semana que viene va a hacer una actualización y necesita un modelo masculino. Ahí es donde entro yo. Yo seré su modelo, yo seré a quien le corten el pelo y es totalmente gratuito.
Aún no sé el horario, pero sé que es de mañana y estoy planeando cómo salir de casa. Estuve dándole vueltas al asunto, y yo soy mayor de edad lo que supone que no debería pedir permiso para salir. Así que hice el plan de fingir que tengo una clase virtual y vestirme, luego saldré al pasillo de mi casa y me iré. Seguramente mande un audio al WhatsApp de mi mamá diciéndole a donde voy y que voy a hacer, pero no le daré la dirección del lugar. No estoy haciendo nada ilegal ni malo, simplemente me iré a cortar el pelo y con la edad que tengo soy yo quien decide mi apariencia a partir de ahora.
2. HABLAR SOBRE EL TRH
Le plantearé que voy a empezar a hormonarme, que no me importa si esta de acuerdo o no, si quiere acompañarme en este proceso no hay drama, bienvenida sea. Pero si no es así y lo único que hara será insultarme, le pediré que se haga a un lado. Le pondré tanto de que no necesito nada de ella, es todo gratuito y al ser mayor de edad no necesito su permiso en nada.
Estoy bastante nervioso a decir verdad, pero me siento con bastantes fuerzas como para volver a la batalla. Ya me cure de mis heridas del año pasado y volví mucho más fuerte que antes.
Es tiempo de vivir sin mascaras.
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EL DIARIO DE AGUSTÍN
Non-Fiction¿Vieron cuando tienen un mal día y sienten ganas de plasmarlo todo al papel, pero no tienen algo "decente" en donde hacerlo o simplemente prefieren hacerlo virtualmente? Bueno, algo así me sucede. La cuestión es que aquí hablare de mi vida, desde su...
