Dulce Acosador ↬ (Jin y tú)

Capítulo 39: Lo sé

—¿Me estás diciendo que tenemos un bastardo en la familia? - el contrario asintió.

—Al parecer... - la Señora apretó sus puños con fuerza de tan sólo pensar que su linaje estaba "manchado", su sangre estaba mezclada con una de dudosa procedencia y el nacimiento del niño tenía una mala reputación por detrás.

—Tenemos que encargarnos de ese mocoso como de esa estúpida niña... - el sonido de una risa sin gracia se escuchó en la gran habitación.

—No te preocupes por ella, saldrá corriendo en cuanto pueda. - comenzó a jugar con las costuras de su abrigo. - Digo, SeokJin se encarga de espantar a las personas por sí mismo. - los extraños fetiches de él no pasaban desapercibidos por nosotros.

—¿Tú crees? - apoyo su mano en su mejilla, viendo expectante al joven enfrente de ella. - A esa mujerzuela le encanta la atención que le da, el amor al dinero es más grande, hijo. - alzó su ceja izquierda, él finalmente la vio a los ojos, analizando a detalle los rasgos de su progenitora y la frialdad pura que estos podían transmitir.

"Si las miradas matarán, ¿cuántas personas estuvieran bajo tierra? Claro, agregándome a la lista."

—La persuasión siempre ha sido la mejor arma, tenemos una ventaja de nuestra parte. Todo esto que sucedió le dejó un mal sabor de boca y duda a alguien muy influyente en la vida de (T/N______). - las comisuras de sus labios se surcaron, al fin estaba sonriendo. - Sólo hace falta de un pequeño... - alzo su mano derecha alcanzando con la punta de su dedo índice el florero de cristal con lirios blancos que se encontraba sobre la mesa de cedro de su madre, como detestaba el aroma de esas flores, apestaba a muerte como su progenitora. - Empujón. - sin más este cayo sobre el blanco y pulcro suelo de la habitación de sus padres.

—Al menos no saliste igual de estúpido que tu padre, SeokJin y él son tan idénticos en muchos sentidos, que bueno que saco mi rostro. - reí viendo el agua recorrer sin trayectoria fija por el suelo.

—Gracias, Madre. - no quería hablar más con ella, debía de actuar ya. - No te entrometas, yo me encargo. - salí de la habitación sin darle oportunidad de protestar.

"¿A qué juego estúpido te han metido?"

* * *

Narra SeokJin:

Como se había vuelto de costumbre en estos momentos, cargaba un revoltijo en mente, debía de organizarme y tratar de acomodar lo poco recuperable de lo que se ha convertido en mi desordenada vida. Las penas me invadían cada noche, no sabía si de verdad estaba realizando o siquiera pensando lo que es correcto, todo se estaba deslizando de mis manos como un puño de arena fina; pero al parecer una persona sabía como sostener los finos granos de la misma.