Al día siguiente, mientras Alison me llevaba al instituto, le pregunté por algún sitio donde revelar fotos y visitar el que me indicó fue lo primero que hice al salir de clase. Así conseguí una foto con mis nuevos amigos del tamaño perfecto para ponerla en mi llavero nuevo.
Las cosas estaban yendo mejor de lo que esperaba. Después de mi fiesta de cumpleaños había llamado a Anne y a mis padres para darles las gracias por los regalos, era lo mínimo que podía hacer después de que se hubieran molestado y gastado dinero extra en enviarme cosas por correo tradicional.
Fue una alegría que al volver a casa, Jacob no solo estuviese preparando la cena con Alison sino que cenáramos todos juntos. Se podía decir que ya me había aceptado en la casa oficialmente y eso me hizo aún más feliz.
Con mi vida personal más tranquila y arreglada, solo me quedaba preocuparme por mis notas; así que me estaba yendo bien en clase, aunque se me atravesara un poco Física, pero eso me ocurría desde antes de llegar a Morganville.
Una tarde, subrayando apuntes sentada en el salón mientras Jacob jugaba a los "soldaditos" —Jacob odiaba que Alison lo llamase así, pero a ella le hacía mucha gracia picarlo—, puso en pausa el juego para apartar la mirada de la pantalla y desviarla hasta mí.
—¿No te aburres de estar estudiando siempre?
Alcé la vista mientras asimilaba su pregunta, pues me había pillado por sorpresa y había estado concentrada en el libro de texto hasta que me había hablado. Y sabía que se había dirigido a mí porque no estaba gritando o maldiciendo —ya me había acostumbrado a ello y para mí era lo mismo que estar en una biblioteca en la que reinase el silencio, con alguna tos como única perturbación—, que si no, ni me habría enterado.
—Me cuesta mucho estudiar, pero me gusta aprender y si quiero entrar en la universidad voy a necesitar buenas notas.
—¿Por qué es tan importante para ti entrar en la TPU? O en cualquier universidad.
—¿Por qué para ti no lo es? —Le respondí con otra pregunta, cerrando el libro y dejándolo sobre la mesa.
Él hizo un leve mohín.
—Es mejor que no responda a esa pregunta...
—Nunca respondes mis preguntas.
—No es verdad.
—Claro que sí. Yo respondo las tuyas, de eso se trata la confianza.
Reconozco que estaba siendo infantil, pero tampoco exageraba: aquella era la realidad y yo solo la estaba exponiendo.
—No es por la confianza, Victoria, no respondo preguntas si las respuestas son dolorosas para mí. Y tampoco quiero que te amargues como con lo que te contestaría a lo de la universidad.
Lo miré sintiendo una mezcla de contrariedad, extrañeza y empatía. ¿Jacob estaría exagerando? A lo mejor no era tan malo como él creía, al menos lo de amargarme. Si había temas que le hacían daño no sería por exagerar, sino porque de verdad así lo sentía. Y de eso yo sabía mucho debido a lo sensible que era.
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Morganville Chronicles #1 - La debilidad de Elliot
VampireDesde fuera, Morganville es una ciudad como otra cualquiera, pero una vez te adentras en sus calles comienzas a darte cuenta de que algo se esconde tras cada esquina en la noche, tras los cristales tintados de los coches durante el día. Eso es lo qu...