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Mi amigo Zack me regaló hace mucho tiempo un bastón guía, pero desde que mi padre me lo escondió no se dónde está. No he podido salir tranquila a la calle, estoy todo el día pensando que me voy a chocar con alguien y que se lo va a tomar mal.

De echo eso ocurrió ayer, choqué con alguien, pero seguramente se dió cuenta de mi deficiencia y siguió de largo, ya que no me dijo ni una palabra.

El hermano de mi amigo Zack es veterinario, y me dijo que conocía a algunas personas que podrían dejarme adoptar a un perro guía para así poder ayudarme. En menos de 3 horas mi amigo ya me traía el perro.

El problema de esto es que mi madre últimamente está muy enferma, sumando que encima es alérgica a los animales y mi padre no los soporta.

Hize todo lo posible para que Máx, mi perro, estuviera lo más lejos posible de mi familia, por que sabía que si mi padre lo veía me haría sacarlo fuera de casa o devolverlo.

—Ruth, ¿QUÉ ES ESE BICHARRACO QUE TRAES AHÍ?— exclamó mi padre con su tono de voz grave y enfadado.

—Papá, por favor, te prometo que no dejaré que Máx entre en el jardín, en el salón, en la cocina... o en cualquier sitio, pero—

—¡Ah! que encima le has puesto nombre y todo— interrumpió mi padre chasqueando la lengua y soltando una carcajada.

—Sí, te juro que no dejaré que se acerque a vosotros, si quieres solo estará en mi habitación y solo lo sacaré cuán—

—Ya puedes estar sacando a ese perro de aquí ¡ahora!— interrumpió gritandome de nuevo.

—Papá, por fav—

—¡Qué parte de que saques a ese perro de aquí no has entendido Ruth!—volvió a gritar.

—Si no me vas a dejar tener un perro guía para hacerme la vida un poco más fácil, al menos devuelveme mi bastón o  no podré salir a la calle sola— le dije en tono de súplica con la voz entre cortada por mis lágrimas que amenazaban con salir.

—¡Escuchame de una maldita vez Ruth! ¿¡estas mal de la cabeza!? ¿¡Cómo se te ocurre meter un perro en la casa sin avisarnos!? ¡Sabes lo enferma que está tu madre como para que vengas con tus tonterías a meternos una carga más!—  ignoró mi propuesta y siguió gritando.

Yo sabía que mi mamá estaba enferma, también sabia que era alérgica y que a mi padre no le gustan los animales, lo sé, pero ellos no entienden que necesito un bastón, un perro, algo, para poder hacer vida normal.

Le he prometido que Max estaría en mi cuarto y que solo lo sacaría cuando tuviera que salir a algún sitio. Estaba dispuesta a cumplir mi promesa.

Pero mi padre no es capaz de entenderlo.

Quise responderle y cuando abrí mi boca para hacerlo, escuche que se acercaba lentamente a mi hasta que en un movimiento rápido y de improvisto  me dio una bofetada.

En ese momento no me lo esperé y di un brinco de el susto.

—¿Es así como entiendes lo que te estoy diciendo, o tengo que volver a sacar tu palito y volver a darte unos buenos golpes para que lo entiendas?— dijo cerca de mi oído, recordandome con cinismo aquella vez que me golpeó con mi bastón de metal. Esa voz que me perturba desde pequeña.

—Esta bien, devolveré a Máx— cedí finalmente con temor a que volviera a darme otro golpe.

—Muy bien. Parece que sólo aprendes a golpes— dijo alejándose.

Mi madre seguía dormida y sin enterarse de nada, las pastillas que el médico le recetaba la dejaban dormida casi todas las horas del día.

Agarré a Máx y con cuidado me acerqué a mamá, le di un beso en la frente y sus ronquidos cesaron.

Máx me llevo hasta la puerta y comenzamos a andar.

Al cruzar la calle de mi casa empecé a escuchar unos pasos cerca de mi.

Me paré en lo que parecía ser la carretera por los tirones que Máx me daba, pensé que era mi padre arrepintiendose de lo que me había dicho anteriormente, pero no fue así, ya que nadie me respondió.

Cuando escuché los pasos alejarse continúe andando hacia el sitio donde Zack me había dicho que estaban las personas que me dejaron a Máx.

Parecia que ya estábamos llegando cuando escucho una voz a lo lejos acercándose hacia mi.

—Hey Ruth, ¿que haces por aquí?— era Zack, su voz era fácil de reconocer, tenia un tono suave y claro.

—Vine a devolver a Max— dije con tristeza.

—¿Qué? ¿Y eso por qué? Ruth ya te dije que no tuvieras problema por el dinero mi hermano se encargará de todo, anda vuelve a casa— y aunque no pudiese verlo, estaba segura que en su rostro había una gran sonrisa.

—No, no es por eso Zack. Ya sabes cómo es mi padre con el tema de animales— dije con una sonrisa para que no se preocupara.

—Si pero si lo escondes no se dará cuenta que lo tienes en casa— dijo con un tono de esperanza.

Solté una pequeña carcajada— El problema es que ya se enteró Zack.— dije —De verdad te agradezco mucho esto, pero—

—Yo de verdad que sigo sin creérmelo, no puedo creer como tu padre puede ser tan egoísta y encima te quita el bastón, de verdad Ruth debes ponerle los puntos a ese señor—interrumpió  con enfado e indignación.

Ay Zack, si tu supieras las veces que lo he intentado y he acabado mal— quise decirle, pero me contuve.

—De verdad Zack, no te preocupes, haré lo que pueda por volver a tener algo con lo que guiarme— dije para que se quedase tranquilo.

—Avisame con lo que necesites, sabes que estoy aquí para lo que sea— dijo dándome un abrazo cálido, que me hizo sentir muy bien.

—Lo sé— le dediqué una sonrisa.

—Esperame aquí, dejaré a Máx dentro y te acompañaré a casa— dijo quitándome la correa de la mano y alejándose a pasos ligeros.

Mientras esperaba a Zack en la puerta de la clínica, comencé a tener la extraña sensación de que alguien me observaba. Por un momento me sentí un poco incomoda y confusa, estaba parada en medio de la calle sin tener idea de lo que ocurría a mi alrededor. Fue extraño.

Alguien agarro mi mano.

—Vamos —era Zack.

Me llevó hasta el coche, noté como Zack estaba un poco enfadado, no tuve muy claro el motivo, si fue por lo que dije o por algo que ocurrió adentro. De todas formas, no pregunté.

Zack murmuraba cosas en el trayecto a casa, daba pequeños golpes al volante y luego se disculpaba conmigo.

Solo me quede ahí sentada esperando llegar a casa, sin pronunciar palabra y esperando que Zack se tranquilizase.

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¡Hola! ¿Cómo están?

Espero que os guste mucho.

Gracias por leer att:Paola 🤍

Son increíbles.

Son increíbles

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