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Sentí como Zack se encontraba un poco acelerado, más de lo que estaba anteriormente, eso me preocupo un poco.

-Zack, ¿podrías ir un poco más lento? Por favor, siento que nos vamos a estrellar en cualquier momento- dije en tono de preocupación.

-Sí, discúlpame es que quiero llegar lo más rápido posible- dijo frenando un poco.

-¿Para qué?-pregunté.

-Oh nada, solo tengo un poco de prisa-dijo cortante y suspirando por su boca.

Preferí no preguntarle más y quedarme lo que quedaba de trayecto callada.

Cuando estabamos llegando a mi casa, note cómo Zack salía de el coche acelerado y furioso.

No entendía su comportamiento, creo que no hize nada malo para que se enojara.

Luego de eso, no me dió tiempo a poder abrir la puerta cuando Zack ya me tenía de su mano jalandome con cuidado fuera del coche.

-Gracias por traerme-le agradecí, y con cuidado, fui acercándome hacia mi casa.

No escuché el ruido del coche de Zack, supongo que habrá esperado a que entrase a casa sin problema.

Cuando toqué la puerta, esta se abrió rápidamente, y tras ella, mi padre.

-¿Ya vienes de soltar a ese bicharraco?

-Sí, me encontré a Zack por el camino y me hizo el favor de devolverlo- dije parada frente a la puerta esperando a que me dejara entrar.

-Sí, ya veo que te ha ayudado, si a decidido venir a casa y todo- mi cara cambió de repente.

No me digas que Zack ha venido...

No, no, no...

-Sí, he decidido acompañar a su hija hasta su casa, ya que usted no es capaz de ayudarla o al menos hacérsela fácil-efectivamente, Zack se encontraba detrás de mi.

Mi padre se quedó callado por un momento, me agarró bruscamente del brazo y me llevó hacia dentro de la casa.

-Muy bien Zack, te agradezco que acompañes a mi hija, ya puedes retirarte- dijo mi padre dirigiéndose a Zack con rabia.

-No me iré de aquí hasta que le dé la ayuda necesaria a su hija-no, no, no, Zack por favor no empieces.

-¿De que hablas mocoso? Yo se perfectamente lo que necesita mi hija, ya es mayorcita para tener que necesitar "ayuda", no toda la vida va a tener a su disposición todo lo que quiere, es una caprichosa-dijo mi padre alejándose de mi.

-Y usted un egocéntrico, tiene a una hija que está privada de la vista, y si mal no recuerdo ella no nació así, hubo un causante de todo esto, ¿le tengo que recordar quien fue? Y encima ni siquiera eres capaz de dejarle tener un perro guía que la ayude a poder caminar por la calle sin que nadie la acompañe- por el tono de voz, notaba como Zack estaba más enfadado de lo normal. Quise parar esta discusión cuanto antes.

Al darme cuenta que mi padre gracias al cielo no respondió, decidí intervenir.

-Papá necesito hablar un momento con Zack, por favor podrías retirarte - me dirigí hacia mi padre y este se marchó.

-No me vengas con el cuento de que no debería de haberle dicho eso, porque ya te dije que le tienes que poner los puntos a ese señor, y como has pasado, he decidido hacerlo yo- dijo Zack, estaba muy enfadado, nunca lo había escuchado así.

-Tienes razón, gracias- le agradecí, aunque ahora sabía la que se me venía encima.

-Ruth, avísame con lo que sea, por favor- dijo agarrándome las manos con suavidad, notar como su voz se iba relajando y notar su tacto suave, me hacía sentir bien por algunos segundos.

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