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6° *E*

Ruth

Ya llevo una semana aquí, esta persona no me deja salir, no me dice quien es y seguro mi familia estará preocupada.

De verdad que intento sacarle alguna información sobre el, pero es tan intenso que le da la vuelta a la tortilla y termina con otro tema diferente.

Tampoco he comido nada, solo me alimento de pan y agua, supongo para no morir deshidratada.

—Hola Ruth— dijo dando pasos hacia mi.

No respondí.

—¿No vas a responder?— da un suspiro de frustración— Traigo comida.

En ese momento me incorporé rápido notando como el se sentaba a mi lado soltando una carcajada.

—¿Te gusta la pizza?— preguntó.

—Sí— respondí cortante.

Agarró mi mano y la abrió lentamente, yo la aparte con un movimiento brusco, quedando alerta de lo que podría llegar a hacerme.

—Hey, tranquila, ya te dije que no iba a hacerte nada— dijo con tono burlón.

Volvio a abrir mi mano poniendo un trozo de pizza en esta.

¿Debería comer?

¿Cómo se que no me ha puesto veneno o alguna sustancia rara?

Por si acaso no comí, quedándome quieta con el trozo en la mano.

Suelta una carcajada-¿Piensas que te he puesto veneno o algo en la comida?
—Negué con la cabeza lentamente.

—Entonces come —su tono cortante volvió.

Llevé un trozo de la pizza a mi boca comiendo despacio.

—Voy a encender la tele ¿te apetece?— asentí.

Una chica llamada Ruth Danel lleva desaparecida una semana, al parecer su padre se levantó de una siesta y cuando fue a buscar a su hija ya no se encontraba, por fa-

El chico a mi lado apagó la tele rápidamente, se levantó de su sitio bruscamente y me agarró de los brazos.

—Ruth, te están buscando, no habrás sido capaz de llamar a la prensa para que te busquen ¿verdad?— estaba enfadado y nervioso.

—No, no, no, te juro que no he echo nada, seguro habrá sido mi padre o mi mejor amigo que los han llama- —no me dejó terminar, se apartó de mi y al parecer que fue a buscar algo.

—Toma, es un teléfono, llamalos ahora mismo y diles que estas bien— volvió a acercarse a mi tendiéndome un teléfono fijo para hacer la llamada.

—¿Por qué tan preocupado?-ahora era mi voz la que salía burlona—¿Tienes miedo a que me encuentren y te detengan?—hize una pausa— pensaba que eras un valiente que le entretenía ver a la gente aterrorizada.

—Dime el número. Ahora Ruth.

—¿Y si no lo hago que pasará? ¿Me matarás?

—Ruth llama ahora mismo y después te explico lo que quieras, pero llama— su voz sonaba preocupada.

—El número es 676 8....— dije finalmente.

Empezó a marcar y me paso el teléfono.

—Ruth, Ruth ¿eres tú?— la voz de Zack sonaba a través de el teléfono.

—Sí, soy yo, he escuchado en las noticias como anunciaban mi desaparición, solo llamaba para decir que estoy bien, y que no te preocupes.

—¿Dónde estas? Voy a buscarte ahora mismo— mi amigo comenzó a ponerse más nervioso de lo que ya estaba.