capitulo 43

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****María****

Mierda, y más mierdas, me sentía corralada, no, es que estaba acorralada de 6 hombres y 4 mujeres, todos ellos armados. Me habían pillado, no podía ser, esto no podía ser el fin. Ahora sería un momento muy apropiado para que Taylor apareciera y me salvara, pero como no esto no es la maldita fantasía, en la que el príncipe salva a su princesa. No esto es la maldita realidad que nos hace la vida imposible. Pero como había pasado, no lo entiendo, como el maldito mafioso me había pillado…

*Flashback*

-María tendrás que irte dos semanas, a San Francisco, a matar a un mafioso.- me dijo Jake, el jefe.

-Vas tú bien.- le contestó Taylor. El jefe, le miró odiosamente, desde que llegó Taylor, se llevaron muy mal, pero no podía echarle, ya que si él se iba yo me iba también. Y los dos éramos sus mejores espías. Así que no le echaba. -María no se va ningún sitio sola, y tan lejos menos.

-Tay… - dije tranquilizándole. Me miro, aún echando furia- ¡¡Lo he hecho mil veces!! ¿Por qué esta vez tiene que ser diferente?- pregunté a gritos.

-Porque estoy yo, y mejor prevenir que curar.- bufé.

-Que mal te ha venido España.- me sonrió por menos de medio y segundo, y luego siguió discutiendo con el jefe, hasta que me cansé.- ¡¡¡TAYLOR ME IRÉ Y SE ACABÓ!!!- este me miro con furia y se largó.

Habían pasado dos días y no veía  a Taylor, no entendía lo de este chico, el sabe que llevo haciendo esto desde pequeña, no tendría que pasar nada malo. Este chico me superaba, bueno yo me iba en menos de 15 minutos, y no le encontraba, cuando vuelva de San Francisco hablaré con él.

Por fin había llegado a San Francisco, odiaba las alturas, siempre lo he pasado muy mal en los aviones, pero era mi trabajo… Seguí pensando en Taylor, hasta que el Taxi paró enfrente de lo que sería mi futura casa durante estas dos semanas. Estaba situada en un sitio adinerado, ya que mi objetivo estaba ahí. Mi objetivo era mi vecino, si como lo escuchan, dormiré con un mafioso al otro lado del patio, ni yo me lo creía. Ya tenía pensado como acercarme a ellos. Tendré que “Seducir” al hijo del mafioso, para encontrar lo que quiero y finalmente matarle. Si, era un poco macabro, pero eran las órdenes del jefe.

Me estaba poniendo el vestido que me dio el jefe para ligarme al hijo del vecino, cuando me miré al espejo, iba como una completa prostituta, que asco. ¿Con esto ligaban ahora las chicas? Dios mío que bajo han caído, yo nunca fui así y nunca lo seré.

Estaba delante de la casa del mafioso, cuando me acordé, de Taylor, no le gustaría nada lo que iba a hacer, a mí la verdad que tampoco. Por eso ni me besaría con el chaval. Llame al timbre, crucé los dedos, y desee que el chico fuera feo. Preguntaran por qué,  y aunque no lo pregunten se lo diré, si el chico era feo, ni le besaría, sería un horror hasta mirarle, y aparte que caería en mí, en un zas, ya que los feos suelen tener muy pocas novias. Estaba sumida en mis pensamientos cuando me di cuenta que un torso estaba delante de mí, levanté la cabeza despacio y, me encontré, con aquello. No, ¿Por qué, me haces esto Dios? Ya se es por no ir a misa, o por no reenviar las cadenas aquellas de whattsap, prometo empezar a reenviarlas, cuando este en misa, te lo prometo.

-Disfrutando de las vistas.- me preguntó aquel Dios Griego. No por favor, aparte de estar como un tren, era un prepotente, y lo más seguro que mujeriego también, así que me sería difícil “enamorarle”.

Resople.- No cariño, de ti no se puede disfrutar nada.- Frunció el ceño, a lo que yo sonreí orgullosa.- Solo venía decirte que soy la nueva vecina.- dije y me iba a marchar, cuando me gritó.

-Pues ya nos veremos más a menudo, muñeca.- le miré y me guiño un ojo. Vale bien paso uno conseguido, se ha fijado en mí.

Bueno y una semana después, ya estaba en su casa, ya que Jayden y yo “habíamos conectado muy bien”, mentira, era un creído, un hijo de papa, un mujeriego, todo lo que odiaba de los chicos. Pero era mi trabajo, me había dado exactamente 2 besos, con él. Era porque el trabajo, pero no me habían gustado nada, por lo que pensaba que era Taylor, y así se me hacía más leve.

Lo que decía estaba en s casa, hoy sería el gran día, hoy mataría a su padre.

*Fin del FlashBack*

Y aquí estaba yo, rodeada a punto de morir. Ya que por lo que habrán adivinado, me habían descubierto. Me acuerdo que justo cuando saqué el arma para matar al maldito mafioso, el maldito Jayden, me arruinó el maldito plan, que el maldito jefe me había mandado. Si cuando me enfado no paro de decir maldito…

-¿Tus últimas palabras?- me pregunto un hombre que no pude diferenciar su rostro, ya que era muy de noche. Algo me golpeo en el hombro, pero suavemente, era como una ráfaga de viento, solo que esta ráfaga de viento tenía nombre. Taylor. En el suelo se encontraba una bandana de color rosa, que había caído de los árboles. Una sonrisa se formó en mi cara.

                                                        ¡¡¡BOOM!!!

No, por favor, no, lo hicieron, esa maldita curva en mis labios desapareció, mientras caía al suelo de rodillas, me había disparado, en el muslo derecho. Todo pasó rápido, las sombras negras, fueron atacadas, por otras de color grises, que pude reconocer, eran los de la CIA. Uno de esos puntos grises, comenzó a correr hacia mí mientras disparaba a puntos negros alrededor. Yo mientras cerraba los ojos, y veía todo más negro. Hasta que mis parpados se unieron formando una línea recta. ¿Este es el final? Me pregunté. Unas manos me cogieron y me elevaron en el aire. Inconscientemente sonreí, ese aroma era de mi Taylor. Taylor había venido a por mí. 

Summer with MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora