Summer with Magcon

Capitulo 56

***Lucy****

-¿Pero ya lo entiendes?- le volví a preguntar a Alejandro.

-Que si, gracias por quedarte esta tarde aquí explicándomelo.- me dijo.

-No pasa nada, si necesitas algo más me lo dices.

-Emmm... Me puedes acompañar al patio.- me pidió, me extrañé un poco, pero acepté, tampoco tenía mucho que hacer.

- Si claro, espera que recojo mis cosas y ya voy.- dije levantándome y guardando los libros en mi cartera.- Ya está.- cogí mi abrigo y cerré la puerta de la clase.

Mientras bajábamos las escaleras hacia el patio, Alex estaba un poco nervioso, no paraba de enviar mensajes desde su móvil. Y cada vez que levantaba la vista y me veía mirándole me sonreía y giraba el móvil para que no viera lo que tramaba, sabía que pasaba algo pero no quería preguntar, a lo mejor era privado y no me gusta meterme donde no me llaman.

Estábamos llegando al hall principal, cuando empecé escuchar una de mis canciones favoritas. Avenir de Louane. Cada vez que nos acercábamos más, la escuchaba mejor. Miré a Alex y el solo me sonrió y me dijo.

-Vamos profe, cruce esas puertas, es su momento.- ¿Qué? Me preguntaba, pero hice lo que me dijo.

Al entrar al patio me encontré con todos los alumnos del instituto, todos vestidos de rojo, mis ojos intentaban buscar que pasaba. Pero unas manos, me cogieron con suavidad y me ayudaron a bajar unos escalones del patio, reconocí que era un alumno de 3º de la eso.

- ¿Qué está pasando?- le pregunté en susurro. El solo me sonrió, y otro compañero suyo me cogió y empezó a bailar conmigo, yo seguía aturdida, todo el mundo bailaba y me miraba con una gran sonrisa en sus labios. La canción estaba llegando a su fin. Y ya había bailado con muchos alumnos. Pero seguía sin explicarme que pasaba. Y por fin la canción acabó. Inmediatamente todos los alumnos se hicieron a un lado en el patio, yo no paraba de mirarlos, quería saber que sucedía. Entonces ellos cogieron una pancarta que decía: DATE LA VUELTA. Lentamente hice lo que me pedía.

-Lucy...- dijo alguien, bajé mi mirada hacia el suelo, allí estaba Cam, arrodillado, y con aquella sonrisa que nos derrite a cualquier mujer con dos ojos del mundo. Yo en cambio no pude ni sonreír ya que mis ojos estaba llenos de lágrimas, en estos momentos aunque te hagas la tonta, sabes muy bien lo que va a suceder, y ese era mi caso, no me lo quise creer hasta que sacó una caja blanca, con un logotipo muy reconocible. Le hice una mueca, pero me señalo que abriera la caja del Telepizza.

Al abrir aquella caja me encontré con la cosa más bella del mundo, una pizza en forma de corazón. Pero no era una pizza cualquiera, era un PIZZA HAWAIANA. Pegué un pequeño bote de alegría. Mire a Cam y él me sonrió.

-¿Quieres casarte conmigo Lucy?- me preguntó. Mi sonrisa se borró, volví a mirar a la pizza y en el medio del corazón ahora había una cajita negra, al abrirla me encontré con un anillo de diamantes precioso, lo cogí con mis dedos y mientras lo miraba atónita, Cam dejo la pizza en el suelo y me lo puso en el dedo anular. Poco a poco levante mi vista borrosa de tantas lágrimas hacia aquellos ojos miel.

-¿Te comerás conmigo la pizza?- pregunté.

-Si.- me dijo sonriendo. Entonces me tiré a sus brazos.

-¡¡¡¡¡¡SIIIII QUIEROOOOO!!!!!!- grité, y mientras él me abrazaba y me levantaba por los aires, se escuchaban los gritos de los alumnos que habían vuelto a poner la música. Y nos felicitaban. Mientras que gritaban BESO, BESO, BESO. Mire a Cam y no tardé en darle lo que me pedían.

El mejor beso del mundo.

****5 horas después****

Llamé a toda mi familia, a mis amigos a todo el mundo, hasta a la panadera de debajo de mi casa. Me iba a casar. Nunca me hubiera imaginado que esto pasaría algún día. Desde pequeña he dicho que para mi el amor no existía. Pero todo el mundo está destinado a encontrarlo, a tu alma gemela, o también dicho a tu media naranja.

-¿Dónde nos vamos a casar?- le pregunté por séptima vez a Cam.

-Donde usted desee mi princesa.- me sonroje, nunca me han gustado los piropos cursis pero esta vez se lo perdono, ya que tengo que planear todo, para la boda que sería dentro de un mes, pero lo mejor de todo es después. ¿A dónde nos iremos de viaje de Luna de Miel?

*************

La boda fue fabulosa vinieron todos, y nos casamos en pleno Madrid, al lado del retiro, mi madre fue la que me compró el vestido, blanco, pero diferente a los otros, este era de palabra de honor y en la cintura se abría dejando que mi pierna derecha quedara al aire libre, me recogí el pelo, y me lo puse a la izquierda, estaba decorado con pequeñas flores blancas y con brillos en su interior.

Aquel anillo me quedaba perfecto y conjuntaba con el vestido, sus pequeños diamantes, en forma de ola del mar, me hicieron recordar a California. Cuando se lo dije a Cameron, me sonrió ampliamente y luego me dijo que nos íbamos a ir de Luna de Miel a Los Ángeles de nuevo. Para mí fue una alegría tremenda, ya que aquello es como mi segunda casa. He pasado momentos duros, pero también los mejores de mi vida. En aquel momento me vino el recuerdo de Rocky ¿Qué habrá sido de su vida? Llevo muchos años sin verla, nos dejamos de hablar y la última vez que supe de ella es cuando me encontré a la madre de Paula en un restaurante. Me dijo que Paula y Carol seguían siendo amigas y vivían en Orlando, pero que las demás se habían separado. Pero eso fue hace tres años.

-Señores pasajeros, es la hora de bajarse, espero que hayan tenido un vuelo estupendo. Gracias y hasta la próxima.- Aquella voz me despertó, ya habíamos aterrizado en L.A abrí los ojos poco a poco y vi al lado a Cam recogiendo mi bolso. Cuando se dio cuenta de que me desperté, me miro y me sonrió.

-Buena siesta ¿No? ¿Se dice así en español?- me preguntó tímido. No pude contener una carcajada.

-Si.- me reí.- es así.- Le ayudé a bajar las cosas y fuimos al aeropuerto a por nuestro equipaje, me movía por allí con soltura, ya que me lo conozco mejor que mi casa.

En la salida, estuvimos esperando a ver si venia un autobús, pero nada. Al final cogimos un taxi.

-Hola muy buenas ¿De dónde vienen? - nos preguntó aquel hombre.

- De España.- dijimos.

-Pues bienvenidos a Los Ángeles.- dijo con una amplia sonrisa.