ZAPHYR Y CAMROSE ME RECIBEN CON LOS BRAZOS abiertos en el piso del distrito 2. No oculto mi emoción y los envuelvo en grandes abrazos, quizás lo único que realmente me tenía emocionada de ir al Capitolio por los Juegos del Hambre. Mi estilista silba suavemente y me hace girar sobre mis mismos pies para darme un gran beso en la mejilla y dejar que Camrose comience a ver el procedimiento que tendrán conmigo para las cámaras. Era la primera vez que las cámaras tendrían un enfoque de mí desde que terminó la Gira de la Victoria. Claramente las emociones estaban a flor de piel en el Capitolio por mi presencia y los nuevos Juegos, nuevo ganador.
Mi equipo no tarda en arreglarme y me percato de que Deedee y Gio no están en mi equipo de preparación, sino que otras dos personas que no he visto antes y sólo se fijan en su trabajo. No hablan, no ríen, nada. Ellos hacen directamente su trabajo y me dejan hablar con Camrose y Zaphyr de vez en cuando mientras realizan su procedimiento, aunque no se demoran tanto como la última vez; agradecía que mi estilista se hubiese tomado el tiempo de ir a mi distrito para prepararme un par de semanas antes bajo la excusa de tomar mis medidas para los vestuarios.
— ¿Cómo quieres que luzca hoy?
— Inalcanzable.
— ¿Y cómo haremos eso? — pregunto.
— Tomando en cuenta que sueles dar comentarios mordaces y que estás creciendo, vamos a jugar un poco con eso. No totalmente deseable, pero sí llamativa.
— ¿Y eso no me jugará en contra?
Zaphyr se acerca a mi oído. — Fueron órdenes del Presidente Snow. Trabajé lo mejor que pude.
Con eso, con algo tan simple, terminé por quedarme en completo silencio. Dejé que el nuevo equipo de preparación profundizara mis ojos en tonos marrones y delineara para crear más énfasis en ellos, mis mejillas dejaron de tener el tono rosa y marcaron mis pómulos, mis labios tomaron un tono nude. Probablemente a mi padre le hubiese dado un infarto al verme así, si es que estuviese en sus cinco sentidos. Mi cabello pasa a estar con ciertas ondas y en una coleta altísima que dejaba al descubierto todo mi cuello. Camrose coloca un collar negro pegado a mi cuello y pronto un vestido envuelve mi cuerpo, también en tono negro: es ajustado en mi torso, cubriendo mis senos en una tela que impedía la vista, a diferencia de mi vientre que era abrazado por una tela de encaje que se dejaba caer hasta mis tobillos. Contaba con bikini alto debajo de la tela, por lo que sólo daba la ilusión de que mostraba mi cuerpo, pero no completamente. Mis pies fueron abrazados por unos zapatos altísimos en tono negro de lazos que tenían diseños en el talón. Camrose me ayudó a colocar unas doradas pulseras y un anillo brillante en el índice izquierdo para continuar con todo el look.
— Exhibe mucho más que la última vez.
— Es lo que exigen, querida.
— ¿Debería tomar algún tipo de actitud?
Camrose asiente. — Intenta ser un poco más... deseable.
— ¿Qué? No sé actuar así.
— Sólo actúa como si quisieras la atención de alguien sobre ti, pero no les des demasiada importancia — dice Zaphyr.
— Zaphyr, no sé cómo. Ni siquiera sé cómo ser agradable con otras personas que no sean ustedes o personas que conozca.
— Imita a Finnick — sugiere Camrose —. Conoces a Finnick bastante bien, actúa como él.
Kenneth abre la puerta cuando estoy completamente lista y puedo observar que está vestido semi formal y del mismo tono que yo para combinar un poco. Él me sonríe y ofrece su mano para bajar en conjunto a los establos y ver de primera mano a los tributos de este año, ver si podemos ayudar a nuestros tributos a sobrevivir. Al menos uno. Bajamos en el ascensor en conjunto, sintiéndome un poco más tranquila con Kenneth a mi lado y agradeciendo que él se haya ofrecido conmigo para venir. Había comprobado en mi poca estadía que Kenneth era bastante popular con las personas aquí, lo deseaban bastante, él era muy amable y atento con todos, pero no coqueteaba con nadie.
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III. Opresión ━ Finnick Odair
FanfictionSelene Ravenscroft: la sirena del Capitolio... o la sirena rebelde, según el lado de la historia que deseen saber. Antes de siquiera obtener el apodo o formar parte de la revolución, era una simple chica con el deseo de mantener su burbuja de famili...